"Represento a gente que no ten¨ªa voz"
Se abre la puerta y un escritor ingl¨¦s grita al reci¨¦n llegado: "?Cristiano Ronaldo, por 80 millones de libras [94 millones de euros]!". Si esto es Londres, como los chistes viejos del tel¨®n, s¨®lo hay una respuesta a la pregunta de ?qui¨¦n habla? Nick Hornby.
Con Hornby (Maidenhead, 1957) uno se ir¨ªa de pintas de cerveza, y hablar¨ªa horas y horas de f¨²tbol, m¨²sica y literatura. De c¨®mo conservar los vinilos y los CD sin provocar ataques de p¨¢nico a tu pareja. De c¨®mo escribe con esa fluidez... excepto de sexo. De la pol¨ªtica europea. De la plaga de los Starbucks. De su relaci¨®n con su hijo mayor, autista, y con los otros dos, de siete y cinco a?os, "estupendos futbolistas". De eso que tan bien describe en sus p¨¢ginas: la vida. Y ¨¦l tiene tiempo, pero el mi¨¦rcoles una huelga de metro convirti¨® en un infierno el centro de la capital, y en una odisea entrar y salir de Islington, el barrio elegante de izquierdas en el que vive el autor de Fiebre en las gradas, Alta fidelidad o 31 canciones. Hay labor que atender.
"La voz directa de J. D. Salinger es una pauta en mi escritura"
"De mi adolescencia a la actual s¨®lo ha cambiado la tecnolog¨ªa"
En el sal¨®n del apartamento en el que se encierra para escribir, a dos manzanas de su casa, al lado de una inmensa estanter¨ªa destacan dos carteles: el del lanzamiento de Fiebre en las gradas, su primer libro, y el de la pel¨ªcula Un ni?o grande, la adaptaci¨®n de About a boy. Hornby, m¨¢s alto de lo esperado y muy divertido, fuma un cigarrillo tras otro mientras comienza a hablar de su ¨²ltimo libro, Todo por una chica (Anagrama), un relato en primera persona protagonizado por Sam, un adolescente de 16 a?os ni bueno ni malo, ni listo ni tonto, amante del skate (patinete), que vive con su madre divorciada de 32 a?os, y al que el mundo parece ca¨¦rsele encima cuando su novia le anuncia que est¨¢ embarazada. Ni siquiera los consejos de Tony Hawk (un mito del skate), que le habla a Sam desde un p¨®ster, le sacar¨¢n del atolladero.
Hornby ha escrito bastante sobre hombres que viven en una adolescencia perpetua; con excepci¨®n de algunos de los personajes de En picado, por primera vez se centra en un chaval, alguien muy alejado de un escritor al que en cambio millones de lectores le consideran "uno de los nuestros". "Depende de qui¨¦nes sean nosotros [carcajada]. Siento que al menos represento a gente que antes no ten¨ªa una voz en la literatura", dice Hornby.
Pregunta. Ha luchado porque el pop o el f¨²tbol sean posibles mimbres para una novela.
Respuesta. No lo considero una lucha, porque todos los que me rodean piensan igual. S¨ª veo que los m¨¢s cre¨ªdos del mundo de los libros batallan contra ello. Y est¨¢n perdiendo. Cuando un periodista literario me pregunta que por qu¨¦ tanta m¨²sica o deporte en mis libros, yo respondo: "?Por qu¨¦ salen tan poco en los otros?". La literatura seria refleja un mundo que muri¨® hace 40 a?os.
P. Sin embargo, en Todo por una chica cambia por completo: skate, hip-hop, embarazos adolescentes...
R. No fue tan complicado. El mundo adolescente ha cambiado mucho con respecto al que yo viv¨ª, pero el n¨²cleo de la experiencia no es tan diferente. Yo quer¨ªa que mis equipos ganaran, o¨ªr m¨²sica, beber y probar drogas blandas. Cambia f¨²tbol por skate y la adolescencia sigue igual. Se mantiene la intensidad de los sentimientos y de los descubrimientos. En realidad, las diferencias tienen que ver con la tecnolog¨ªa. Cuando yo ten¨ªa 15 a?os y alguien ten¨ªa una revista porno, a su alrededor se armaba un revuelo. Hoy, Internet mete en cada habitaci¨®n millones de im¨¢genes pornogr¨¢ficas. La inocencia que ten¨ªamos como adolescentes ha desaparecido. Cuando me iba varios d¨ªas, mi madre quer¨ªa que la llamara; hoy los m¨®viles tienen a los chavales permanentemente localizados. Eso es bueno y malo. No hay privacidad para los cr¨ªos. He hablado con muchos chavales antes de ponerme a escribir.
P. ?Aprendi¨® algo de skate?
R. Es que no ten¨ªa ni idea de ese mundo [risas]. Cuando pens¨¦ en las l¨ªneas maestras del libro, y en que alguien le aconsejar¨ªa a Sam, puse un futbolista. Ah, pero hoy el f¨²tbol no es cool. Supe qui¨¦n era Tony Hawk porque en las bibliotecas americanas pusieron, para incentivar la lectura, un p¨®ster con una foto en la que Hawk sosten¨ªa un ejemplar de Alta fidelidad. Mi editor estadounidense me lo envi¨® y yo respond¨ª: "Est¨¢ muy bien pero, ?qui¨¦n es ese pavo?". Me explicaron la importancia de la foto, y su influencia. A Hawk le ha gustado el libro.
P. Juega mucho con la doble acepci¨®n de esperar. Sam espera m¨¢s de la vida y espera un ni?o.
R. En la vida de un adolescente todo es esperar. Que te pasen cosas, que logres algo... Y en el caso del Reino Unido, con el ¨ªndice m¨¢s alto de embarazos adolescentes, esperar un ni?o. En Espa?a no hay tantos padres y madres de 15 a?os, ?verdad? Probablemente por la educaci¨®n cat¨®lica.
P. Sam charla con Hawk como Woody Allen lo hac¨ªa con Humphrey Bogart en...
R. Sue?os de un seductor. Lo rob¨¦ de ah¨ª. No, en serio, lo tuve presente. El cine es parte de mis influencias.
P. ?Pens¨® en J. D. Salinger y en El guardi¨¢n en el centeno?
R. No tanto aqu¨ª, sino siempre en mi carrera. La voz directa de Salinger y su uso de la primera persona son pautas que tengo presentes cada vez que escribo.
P. En sus libros, sus referencias musicales son en su mayor¨ªa brit¨¢nicas o estadounidenses. ?Se siente europeo?
R. No. Porque vivimos en una isla. Y con el idioma me siento m¨¢s americano. Y esos italianos...
P. Tony Blair le defraud¨®. ?Qu¨¦ piensa de Gordon Brown?
R. Vive una situaci¨®n imposible. Pero ha demostrado mucho coraje y tenacidad estos d¨ªas no dimitiendo. Nunca fue un pol¨ªtico natural, como el rob¨®tico Tony Blair y su magia con los medios. Brown, desde el primer d¨ªa, parece vivir derrotado.
P. ?Su ¨²ltimo concierto?
R. Fui hace dos semanas a ver a Bob Dylan. Malo de cojones.
P. ?Oye m¨²sica espa?ola?
R. S¨ª, Oscauj du... Espera [Hornby busca su iPod, y lo muestra: Ojos de Brujo].
P. Dijo que no escribir¨ªa m¨¢s sobre el mundo musical, y en oto?o publica Juliet, naked, la resurrecci¨®n de una estrella del rock cuando reeditan un single.
R. No, dije que nunca har¨¦ m¨¢s cr¨ªtica musical. Pero la m¨²sica me viene muy bien para hablar de la creatividad art¨ªstica. Y Juliet, naked no es tanto sobre ese rockero como sobre alguien a quien conoce por Internet, otro tema que quer¨ªa tratar.
Lecciones de f¨²tbol
M¨¢s que hincha, fan¨¢tico del Arsenal, Hornby habla sin parar de f¨²tbol. Y se moja.
- Cristiano Ronaldo. "El mejor jugador del mundo. Hace de todo: de centro, de punta, es fuerte, cabecea, puede contener. Cada vez que ocurre un traspaso millonario, dices: 'No habr¨¢ otro m¨¢s caro'. Eso pens¨¦ con Zidane. Y luego... En mitad de la crisis mundial, este traspaso es de muy mal gusto".
- Messi. "No lo he visto mucho. Pero esa trinidad Messi, Xavi e Iniesta es antol¨®gica".
- Barcelona. "Tienen un juego precioso y han hecho felices con su triunfo en la Champion's League a un mont¨®n de gente en Inglaterra. Sus primeros 45 minutos contra el Bayern son de lo mejor que he visto jam¨¢s".
- Cesc F¨¢bregas. "?Para qu¨¦ quiere irse al Bar?a? All¨ª no tiene sitio, por eso debe quedarse con nosotros [risas]".
- Antes y ahora. "No disfruto del f¨²tbol como cuando era joven. La atm¨®sfera es muy distinta hoy en d¨ªa, no hay el mismo grado de implicaci¨®n, parece un espect¨¢culo de Nike. Tambi¨¦n es culpa m¨ªa: ahora soy viejo. El f¨²tbol rellena huecos en la vida de la gente, y cuando no tienes estos huecos, te alejas de ¨¦l. Y es car¨ªsimo".
Babelia
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