El ¨¦xito del fracaso
Hay alg¨²n editor que dice que este a?o ha vendido en la Feria del Libro de Madrid el 30% m¨¢s de lo que vendi¨® el ¨²ltimo a?o. En cuanto se disponen las botellas para celebrar, ese mismo editor recula con dignidad y reconoce que nunca tuvo un mes de mayo tan malo como el que acaba de pasar. ?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo? Hay quienes se han puesto a tocar las trompetas para anunciar que en tiempos de crisis todo el mundo se pone a leer (para ahorrar), y hay otros, en cambio, que se?alan las debilidades tradicionales del sector y que explican que, en tiempos de culto a lo audiovisual, cada vez se lee menos. ?En qu¨¦ quedamos?
Las reglas de juego de la Feria establecen que no hay all¨ª lugar para el libro electr¨®nico. No es gratuito que lo hagan porque, en estos tiempos que corren, cualquier periodista cultural que se precie se considera obligado a colocar el en¨¦simo reportaje sobre el irremediable final del libro en papel. As¨ª que habr¨¢ que aplaudir la falta de afinidad de los organizadores con la modernidad, sobre todo cuando esa modernidad a quien suele excitar es al que ha tenido poco trato con la lectura (sea en el soporte que sea).
El libro est¨¢ tocado, para qu¨¦ enga?arse. El aire de los tiempos sopla en otro sentido y jalea a cuantos aplauden modos de conocimiento menos elaborados y m¨¢s instant¨¢neos. Leer un libro es recorrer una p¨¢gina detr¨¢s de otra, y entrar muchas veces en el ambiguo territorio de los sentidos m¨²ltiples. Nuestra ¨¦poca, sin embargo, pide adhesiones incondicionales y por eso triunfa cualquier mecanismo que obliga a pronunciarse de inmediato: s¨ª o no (pulse aqu¨ª).
Como el perro viejo que se conoce todas las estrategias que se emplean para liquidarlo, el libro se busca la vida para sobrevivir. Que cre¨ªan ustedes que Suecia era el para¨ªso de las buenas maneras, pues ah¨ª est¨¢ un autor que les cuenta que tambi¨¦n all¨ª hay sitio para los asesinos m¨²ltiples. En esa tesitura, ?c¨®mo no arriesgar con el fracaso para convertirlo en ¨¦xito? Lo hicieron en la Feria algunos editores con sus libros peor vendidos. Si este mundo s¨®lo acude al reclamo de la fama, ?por qu¨¦ no otorg¨¢rsela a lo que fue mal para que vaya mejor? Sea como sea, de lo que se trata es de leer. Y de seguir disfrutando.
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