Nubios y 'rap' egipcio
Mar¨ªa del Mar Bonet recorre el mapa sonoro de El Cairo
En el sur de la isla de Rodah, junto al nil¨®metro que sirve desde hace siglos para predecir las crecidas del r¨ªo, hay una peque?a estatua de mujer y un monolito envuelto por un pentagrama de acero. Aqu¨ª, en el palacio Munasterli, tiene su museo la cantante egipcia Oum Kalzoum. En la primera vitrina est¨¢n las gafas ahumadas y el pa?uelo de seda que la hicieron famosa en los escenarios de Oriente. Una fotograf¨ªa junto a Nasser y un jovenc¨ªsimo Anuar el Sadat preside la entrada. Los tres forman parte del pasado. Tambi¨¦n los trajes de lentejuelas y brocados, los azabaches y guantes, los fon¨®grafos y discos de vinilo rezuman un glamour muy particular: el de los a?os cincuenta y sesenta, esplendor cultural del panarabismo de aquel r¨¦gimen.
Oum Kalzoum comenz¨® a cantar a los 12 a?os en las bodas del delta oriental. A los 25 se traslad¨® a la capital, El Cairo, y comenz¨® una carrera en la que grab¨® m¨¢s de 300 canciones -canciones mantra de 30 minutos cada una- y protagoniz¨® numerosas pel¨ªculas. M¨²sica y cine son las grandes pasiones de los egipcios. Su funeral, en 1975, fue el mayor que se recuerda en la ciudad. Sigue omnipresente y su voz -potente, misteriosa y voluble- contin¨²a sonando en buena parte de los 20.000 taxis de la capital. "Era ¨²nica. A m¨ª lo que m¨¢s me gusta de ella es el Alf Lela Wlela, las mil y una noches", dice la cantautora mallorquina Mar¨ªa del Mar Bonet, que ha venido a El Cairo con su grupo para actuar en la New Opera House junto al cantante nubio Mohamed Munir.
El caf¨¦ de Naguib Mahfuz
La radio nacional egipcia emit¨ªa un concierto de Oum Kalzoum en directo al mes y el pa¨ªs entero se paralizaba ante los receptores. En las noches h¨²medas del verano, los protagonistas de la novela Miramar, de Naguib Mahfuz, se extas¨ªan ante aquellas emisiones que son la banda sonora de sus vidas. El autor escuchaba a su diosa mientras tomaba un t¨¦ a la menta y aspiraba un narguile en el caf¨¦ Fishawy. All¨ª, en una calleja del bazar de Jan al Jalili, cerca de la mezquita de Hussein, Naguib Mahfuz concibi¨® los personajes de su inmensa literatura sobre El Cairo. Hoy es quiz¨¢ el caf¨¦ m¨¢s antiguo de la ciudad. Las mesitas con tablero de cobre, los seculares espejos y el repujado de sus maderas parecen acreditarlo. El Fishawy de Mahfuz no cerraba ni de noche ni de d¨ªa. Y sigue sin hacerlo.
Pocos metros m¨¢s adelante, un restaurante lleva el nombre del premio Nobel. Con m¨²sicas ar¨¢bigas de fondo, el local ofrece sabrosos mahchi rellenos de arroz y crujientes falafel de carne con vegetales. Fritangas y mercader¨ªas se mezclan en el atardecer del viejo Cairo. El callej¨®n de los milagros quiz¨¢ s¨®lo existi¨® en la mente del escritor, pero los tipos humanos que all¨ª aparecen todav¨ªa pululan por los barrios de El Darasa y El Guria. A lo largo de la calle de Mohammed Aly, los m¨²sicos adquieren sus instrumentos a los lutieres cairotas. Darbukas, bendires, guitarras, violines y clarinetes se amontonan en escaparates b¨¢sicos, entre puestos de comida, mercados de frutas y almacenes de tapicer¨ªa. Los precios de la m¨²sica se duplican entre el taller y la tienda. El compositor Luis Delgado pregunta por un oud que el artesano vende a 25 euros y el comerciante a 50. Mar¨ªa del Mar Bonet compra una especie de dol?aina con incrustaciones de n¨¢car por 10.
El Riche, un cl¨¢sico
El canto amplificado de un muec¨ªn llama a la oraci¨®n a la altura de los jardines de Azbakia. Aqu¨ª, cerca de la antigua ¨®pera y de los bulliciosos mercadillos de Ataba, act¨²o toda su vida Oum Kalzoum los primeros jueves de cada mes. Pero su primer local en El Cairo fue el caf¨¦ Riche, en 1923. Situado en el 17 de Talaat Harb, en pleno centro, el Riche est¨¢ decorado con los retratos de los mejores escritores y artistas del siglo pasado. Naguib Mahfuz preside el comedor, y Oum Kalzoum, junto a un fon¨®grafo, la barra del bar. Su voz suena a todas horas. El due?o la extrae de un ordenador sin bafles y este sonido metalizado confiere al ambiente todo el sabor de los antiguos picups. Felfel, el camarero nubio, es la historia viviente de este local. Una fotograf¨ªa lo muestra 40 a?os m¨¢s joven sirviendo un caf¨¦ al gran Mahfuz.
Voces del Nilo
Mohamed Munir, con quien Mar¨ªa del Mar comparte cartel, tambi¨¦n es nubio. A base de pop mel¨®dico, rai magreb¨ª y reggae africano, se ha convertido en un ¨ªdolo de masas en Egipto. Bohemio, de ojos vivos y edad indefinible, Munir est¨¢ construyendo un hotel con estudio de grabaci¨®n para sus amigos en Asu¨¢n. "Quiero producir grandes m¨²sicas junto a la belleza de mi tierra", dice orgulloso.
La dinast¨ªa nubia rein¨® hace 28 siglos. Sus descendientes se extendieron por el sur de Egipto y el norte de Sud¨¢n. Altos, negros, bellos y especialmente dotados para la m¨²sica, el coraz¨®n de los nubios late con el tambor africano. Ahmed el Maghraby ha abierto su centro de recuperaci¨®n musical en el n¨²mero 1 de Saad Zaghloul y lo ha bautizado Makan, el lugar. Dos d¨ªas a la semana -martes y mi¨¦rcoles- lo abre a una treintena de espectadores para escuchar percusiones, voces nubias, trance ar¨¢bigo y todo tipo de improvisaciones. Entrar en Makan es como entrar en una corrala del desierto en noche de arena y sin gasolina. Apenas un patio con cuatro luces de colores, dos tapices y tres mesitas rodeadas de taburetes, almohadones y paredes desconchadas. En un extremo, las sillas de los m¨²sicos, y en lo alto, una balconada para los espectadores. "Est¨¢ decorado expresamente, as¨ª, insinuando un lugar, pero fuera del tiempo", indica su propietario. Lo que ocurre en Makan es dif¨ªcil de explicar. Voces profundas, in crescendo de panderos, ritmo de arpas rudimentarias y dulces melod¨ªas de saxofones y violines, pero sobre todo, una cercan¨ªa inusitada entre m¨²sicos y p¨²blico. Cada n¨²mero concluye en un baile colectivo.
Oum Sameh es una potente y hermosa mujer nubia. Ya es abuela, pero su voz muestra un vigor fuera de lo com¨²n. Sabe que entre el p¨²blico se encuentra esa noche una cantante llegada de Hispania para cantar con Munir en la ¨®pera. Oum pide que Mar¨ªa del Mar Bonet la acompa?e en el micr¨®fono. Lo que viene a continuaci¨®n es un regalo de lances y ra¨ªces desde Mallorca hasta el Nilo, el sonido acumulado por generaciones de n¨®madas y campesinos, un canto universal, an¨®nimo y compartido, procedente de los ancestros de la tierra, acunado por las aguas a lo largo de la historia.
Mar¨ªa del Mar Bonet sabe todo esto cuando en el escenario de la New Opera House de El Cairo se dispone a interpretar su canci¨®n Eklemedir ante un p¨²blico entendido. Sabe que su voz le pertenece, pero tambi¨¦n, que es el resultado de una nota media dif¨ªcil de cuantificar en la que, seguro, intervienen aquellas audiciones de emisoras ¨¢rabes siendo ni?a, desde la terraza de su casa. Una de aquellas cantantes era Oum Kalzoum y ahora ella se encuentra ante su p¨²blico. Luis Delgado inicia la melod¨ªa con el la¨²d, los m¨²sicos se adhieren al tema y la voz de la cantante se derrama llena de pasi¨®n por el patio de butacas. Afuera, el Nilo fluye tranquilo e imparable.
? Emilio Garrido es autor de la biograf¨ªa Veu de Mar/Voz de Mar (Efecto Violeta, 2007).
Las pir¨¢mides bailan
01 Sonido ¨¢rabe
Bait Zeinab Jat¨²n y Bait al Harawi, cerca de la mezquita Al Azhar, en El Cairo isl¨¢mico. Dos casas otomanas restauradas que ofrecen embelesantes espect¨¢culos de teatro y m¨²sica.
02 Himnos suf¨ªes
En el barrio de Zamalek, al norte de la isla de Gezira, se encuentra el centro cultural Al Sawy (www.culturewheel.com), fundado por los hijos del escritor Zaquir Al Sawy. Enclavado en un lugar incre¨ªble, bajo el puente de la avenida de 26 de julio. Un digno auditorio que ofrece dos sesiones al d¨ªa a precios populares. M¨²sicas de Andaluc¨ªa, rock, cine, teatro, ritmos ar¨¢bigos, poes¨ªa, himnos suf¨ªes, danzas latinas, rap egipcio, o flamenco integran su programaci¨®n. Cerca de all¨ª, en el 197 de la misma avenida, abre sus puertas el Cairo Jazz Club (www.cairojazzclub.com), ¨²nico local en el que se puede escuchar jazz en directo.
03 Derviches
Al Ghuri Palace for Traditional Culture. Sharia al-Muizz li-Din Allah, en El Cairo isl¨¢mico. Mi¨¦rcoles y s¨¢bados, a las 21.00. Gratuito.
04 Luz y sonido
El complejo de las Pir¨¢mides de Giza, 10 kil¨®metros al suroeste de El Cairo, ofrece cada noche espect¨¢culos de luz y sonido (www.soundandlight.com.eg). Duran una hora y cuesta unos diez euros. Pases en castellano los lunes, a las 20.30, y los s¨¢bados, a las 19.30; dos horas m¨¢s tarde en verano.
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