C¨®rdoba recupera su ¨¢gora
El Edificio de Recepci¨®n de Visitantes completar¨¢ la entrada monumental
Para construir en C¨®rdoba, su milenaria historia determina cualquier acci¨®n. Y no s¨®lo por el subsuelo, pre?ado de restos arqueol¨®gicos, sino por la propia relaci¨®n en superficie de los elementos urban¨ªsticos centenarios. Es algo que sabe bien Juan Cuenca, el arquitecto que ha dise?ado una de las remodelaciones m¨¢s importantes experimentadas en la capital de la Mezquita: el plan de actuaci¨®n del eje monumental de la Torre de la Calahorra, el Puente Romano, la puerta de Felipe II y el paseo de la ribera del Guadalquivir. Como resultado, se ha devuelto al ciudadano un espacio invadido antes por el tr¨¢fico rodado. Como parte de esas actuaciones, Cuenca recibi¨® el encargo de dise?ar el Edificio de Recepci¨®n de Visitantes, un centro de nueva planta actualmente en construcci¨®n ubicado en ese marco privilegiado. Francisco Garc¨ªa, delegado de Vivienda, espera que la obra se termine en la primera mitad de 2010
El dise?o de Juan Cuenca traduce el esp¨ªritu de los edificios califales
"El lugar ha sufrido muchas transformaciones a lo largo de los siglos", cuenta Cuenca, tambi¨¦n artista y miembro fundador del Equipo 57, antes de desgranar los elementos arquitect¨®nicos que han determinado el planteamiento de su trabajo. "Este espacio comenz¨® siendo una plaza romana, un ¨¢gora, marcada por las murallas que lindaban con el r¨ªo. En el siglo XVIII, la Iglesia decidi¨® levantar la plaza del Triunfo, junto al lienzo de muralla", dice el arquitecto. "Entre los siglos XIX y XX, las murallas se retiran y la puerta monumental de entrada del puente queda exenta, remodel¨¢ndose y convirti¨¦ndose en un verdadero arco del triunfo", a?ade. En ese momento, donde hoy se construye el centro de recepci¨®n hab¨ªa una posada hist¨®rica que desapareci¨® en los a?os 50, dejando paso a un solar que sirvi¨® de aparcamientos durante d¨¦cadas.
"Ante esta evoluci¨®n, he concebido el edificio como la continuaci¨®n de un juego formado por distintas piezas, como el ¨²ltimo eslab¨®n para conformar una nueva plaza abierta, una nueva ¨¢gora cordobesa", recalca el arquitecto.
El centro de recepci¨®n respira -y se inspira- en la historia. Dividido en dos estructuras separadas por una nueva calle peatonal, su dise?o traduce el esp¨ªritu de los edificios califales, como su vecina Mezquita. Al igual que ella, es un inmueble que mira hacia adentro, con fachadas limpias y austeras. El n¨²cleo m¨¢s cercano al r¨ªo consta de un patio que invita a pasar a un edificio que tendr¨¢ la funci¨®n de sal¨®n de actos y donde se proyectar¨¢ informaci¨®n audiovisual para los visitantes. En la planta superior, al aire libre, una suerte de plaza elevada con vistas dialogar¨¢ con su sim¨¦trica, la plaza del Triunfo y, como aquella, contar¨¢ con elementos de agua.
Al otro lado del nuevo pasaje peatonal, y adherido al bloque de casas que dan a la calle Corregidor Luis de la Cerda -que recorre el muro orientado hacia La Meca, la quibla de la Mezquita-, ya se levanta el segundo inmueble del Centro de Recepci¨®n. "Este edificio viene a completar la manzana. Se trata de un hall en tres alturas (s¨®tano, ingreso y alta) comunicadas por un gran vac¨ªo donde se ubican rampas, escaleras y ascensor. El espacio est¨¢ cubierto por una claraboya que permitir¨¢ el paso de la luz natural para iluminar todos los niveles", concluye Cuenca.
Encaje de bolillos con la historia
La obra de Juan Cuenca ha alcanzado un acuerdo con el pasado. Y para ello, ha sido necesario un continuo di¨¢logo con Juan Murillo, jefe de la Oficina de Arqueolog¨ªa de la Gerencia Municipal de Urbanismo, con el fin de integrar los restos m¨¢s importantes. As¨ª, el nuevo edificio hace las veces de museo y m¨¢quina del tiempo con el que visitar distintas etapas de la ciudad. "Bajo el centro de recepci¨®n, se abr¨ªa hace 2.000 a?os el portorium: un complejo fiscal y econ¨®mico romano que controlaba el comercio de minerales, aceite y cereal por v¨ªa fluvial. Adem¨¢s, el cardo m¨¢ximo [una de las calles m¨¢s importantes romanas] un¨ªa la plaza con el foro de la Colonia y con la v¨ªa Augusta [arteria principal con Roma]. Del portorium se han conservado, en el nuevo edificio, cimentaciones del p¨®rtico de la plaza y varios dep¨®sitos de almacenamiento de aceite", explica Murillo.
Con la cristianizaci¨®n, el fin del Imperio romano y la invasi¨®n visigoda, en ese espacio se levant¨® lo que se cree que fue parte del complejo episcopal, sede del verdadero poder pol¨ªtico del momento. "En el nuevo edificio se van a integrar varios muros del complejo episcopal, adem¨¢s de una gran pila o alberca del siglo IV", explica Murillo. Algunos opinan que ¨¦ste pudo ser un recinto para bautizos en masa, aunque no se ha demostrado. En ¨¦poca ¨¢rabe, el espacio sigui¨® estando ocupado por un gran edificio de poder y en tiempos almohades, se convirti¨® en jard¨ªn.
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