"Son una minor¨ªa. No tiene valor para nuestro pueblo ni valor legal"
Ahmadineyad defiende los logros y el modelo de "la democracia religiosa iran¨ª"
Mahmud Ahmadineyad no defraud¨® a su audiencia. Sonriente, seguro de s¨ª mismo, inici¨® su intervenci¨®n ante los periodistas con una plegaria por el pronto advenimiento del Mahdi (el Redentor de los chi¨ªes) y dando las gracias al Alt¨ªsimo por su elecci¨®n. Luego aprovech¨® la nutrida presencia de informadores extranjeros para aleccionarnos sobre la superioridad del "modelo de democracia religiosa iran¨ª", sobre la democracia liberal, "que carece de ¨¦tica", y para acusar a la prensa internacional de estar "distorsionando la hist¨®rica participaci¨®n en las elecciones de los iran¨ªes".
"Llevan 30 a?os haci¨¦ndolo. Creen que la democracia es buena cuando da los resultados que ellos esperan. En caso contrario, no la aceptan", declar¨® tratando de legitimar el resultado con la elevada asistencia a las urnas. "El 84% de participaci¨®n ha sido un logro ¨¦pico que ha dado un fuerte golpe al sistema tir¨¢nico", dijo. No explic¨®, sin embargo, por qu¨¦ no se han proporcionado datos desglosados del voto por provincias o por qu¨¦ millones de iran¨ªes cuestionan el recuento.
"Son una minor¨ªa. No es importante. No tiene valor para nuestro pueblo ni tampoco valor legal. Si tienen alguna queja, que la presenten ante el Consejo de Guardianes antes de que concluya el plazo legal", desestim¨®. Ahmadineyad acus¨® a los periodistas extranjeros de hablar s¨®lo con quienes les interesa. "Es su error. Si quieren ver lo que piensan los iran¨ªes vayan dentro de dos horas a la plaza de Val-i Asr, o haber venido hace tres d¨ªas a la Universidad Sharif. Tal vez entonces cambien su punto de vista".
Respecto a lo que el mundo puede esperar de su nuevo mandato, m¨¢s de lo mismo elevado al cuadrado. "Las condiciones han cambiado respecto a hace cuatro a?os. Ahora tenemos una participaci¨®n del 84% y 24,5 millones de votos. Nuestra posici¨®n en asuntos regionales e internacionales va a reflejarlo", manifest¨®. ?De qu¨¦ manera? Qued¨® claro cuando se le pregunt¨® c¨®mo va a responder a la oferta de di¨¢logo de Estados Unidos. "Estamos estudiando la posici¨®n que adopta respecto a las elecciones. En cuanto a la cuesti¨®n nuclear, es un asunto del pasado. S¨®lo estamos interesados en tratar el desarme nuclear", zanj¨®.
Desestim¨® tambi¨¦n un eventual ataque militar si persiste en el enriquecimiento de uranio. "?Qui¨¦n se atreve ni siquiera a pensarlo? Son s¨®lo rumores. Ninguna potencia es capaz siquiera de amenazar a Ir¨¢n", asegur¨®. "Los iran¨ªes somos poderosos. No existe la m¨ªnima posibilidad de una acci¨®n tan est¨²pida".
Ese lenguaje desafiante, tan querido por el presidente iran¨ª, suena como m¨²sica celestial en los o¨ªdos de sus seguidores. A ellos parec¨ªan destinadas las soflamas nacionalistas como "nuestro pa¨ªs se merece un lugar en la escena internacional" o "Ir¨¢n es el principal pilar de la civilizaci¨®n; sin Ir¨¢n no se puede definir la civilizaci¨®n".
En el mundo id¨ªlico de Ahmadineyad, Ir¨¢n es un pa¨ªs "totalmente libre, en el que se respeta la ley y todos son iguales ante ella"; "las artes y la literatura florecen" y "si entre el centenar de peri¨®dicos que se publican hay dos o tres que tienen problemas, es lo normal en una naci¨®n en desarrollo y no hay que preocuparse por ello". El presidente, que dio la impresi¨®n de ignorar la realidad de su pa¨ªs, prometi¨® que durante los pr¨®ximos cuatro a?os "Ir¨¢n va a avanzar a¨²n m¨¢s y elevar su posici¨®n en el mundo y en la comunidad internacional, con un mayor desarrollo de su econom¨ªa y su ciencia". "Ir¨¢n ya es una potencia pol¨ªtica", subray¨® por si hab¨ªa alguna duda.
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