Adictos de chaqueta y corbata
La mitad de los cocain¨®manos deja el tratamiento, el 25% tras la primera cita - Faltan protocolos para este tipo de pacientes y medios para implantarlos
Espa?a y Holanda son los pa¨ªses europeos con una mayor demanda de tratamientos para dejar la coca¨ªna. Y va en aumento. Sin embargo, la mitad de los adictos acaban abandon¨¢ndolos antes de acabar. Es m¨¢s, una cuarta parte ni tan siquiera vuelve tras una primera visita, seg¨²n datos presentados por la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona en el ¨²ltimo congreso de Socidrogalcohol. Aunque los centros especializados han adaptado sus servicios, tradicionalmente orientados a los heroin¨®manos, el tratamiento de la coca¨ªna contin¨²a siendo complejo. "El problema es que no est¨¢ claro que estemos dando la mejor respuesta. En opi¨¢ceos conocemos bien la perspectiva del paciente, pero en el tratamiento de la coca¨ªna hay inc¨®gnitas y necesidades que todav¨ªa no conocemos bien", afirma Jos¨¦ P¨¦rez de los Cobos, presidente de la Sociedad Espa?ola de Toxicoman¨ªas.
No hay ning¨²n f¨¢rmaco espec¨ªfico para tratar la abstinencia
El perfil del cocain¨®mano que acude a un centro a pedir ayuda es el de un var¨®n entre los 25 y los 34 a?os. Con estudios secundarios, con trabajo, familia y amigos. Empez¨® a esnifarla hace entre 8 y 10 a?os. "El perfil del paciente de hero¨ªna estaba relacionado con la marginalidad social. El esnifador de coca¨ªna es una persona con trabajo, profesi¨®n, con horarios, tiempo libre, familia y amigos. No es una persona sin trabajo, marginada, que adem¨¢s sufre enfermedades infecciosas", afirma P¨¦rez de los Cobos.
La asistencia de estas personas se inici¨® a mediados de los noventa. Los expertos advierten de que, aunque se ha trabajado para adaptar los servicios, a¨²n no son del todo efectivos. "En los primeros a?os se produjo una traslaci¨®n sin m¨¢s de los programas de heroin¨®manos a cocain¨®manos. Se ha tardado a?os en elaborar protocolos especializados. Cada vez hay m¨¢s, pero es necesario dise?arlos pensando en sus necesidades", afirma Roberto Secades, investigador del grupo de conductas adictivas del departamento de Psicolog¨ªa de la Universidad de Oviedo.
"Debemos pasar todos por un reciclaje profesional para asumir los problemas que conlleva la coca¨ªna. Estamos acostumbrados a tratar el policonsumo y la hero¨ªna. Una vez superada la pandemia de la hero¨ªna ha habido un relajamiento", afirma Luciano Poyatos, presidente de la Uni¨®n de Asociaciones y Entidades de Atenci¨®n al Drogodependiente (UNAD). "Necesitamos medios para abordar la coca¨ªna desde una perspectiva m¨¢s integral y adaptar los tratamientos a cada persona", a?ade.
Por lo general, al adicto a la coca¨ªna le cuesta reconocer que sus problemas vienen de su dependencia. Los expertos coinciden en que uno de los principales obst¨¢culos es que la coca¨ªna, a¨²n hoy, a diferencia de la hero¨ªna, contin¨²a teniendo connotaciones de glamour y ¨¦xito. "Una persona tarda entre siete y diez a?os en solicitar tratamiento. Le cuesta sentirse desplazada, excluida, y pide ayuda cuando la situaci¨®n es muy extrema", dice Poyatos. Y tampoco hay un f¨¢rmaco espec¨ªfico para tratar la abstinencia. A diferencia de la hero¨ªna, que cuenta con la metadona. La abstinencia produce somnolencia, letargo y sintomatolog¨ªa depresiva. Un estado an¨ªmico que no hace m¨¢s que incrementar el deseo de consumir.
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