Una marea humana planta cara al poder
- Los milicianos isl¨¢micos siembran la violencia por las calles de la capital - La revuelta contra los resultados electorales se extiende a varias ciudades
Una marea humana acudi¨® ayer a la plaza de Azad¨ª de Teher¨¢n para apoyar a Mir Hosein Musav¨ª, el candidato derrotado en las contestadas elecciones presidenciales del viernes en Ir¨¢n. En silencio, con las manos en alto haciendo el signo de la victoria, cientos de miles de personas, hasta tres millones seg¨²n algunos observadores, desafiaron la prohibici¨®n de manifestarse.
Musav¨ª, a quien no se ve¨ªa en p¨²blico desde que en la madrugada del s¨¢bado se declar¨® ganador, anunci¨® su disposici¨®n a volver a presentarse si se repiten los comicios y pidi¨® calma a sus seguidores. Pero los ¨¢nimos ya est¨¢n muy caldeados, y un incidente al final de la concentraci¨®n dej¨® el primer muerto de las protestas, las m¨¢s graves desde la revoluci¨®n isl¨¢mica de 1979. Un grupo de milicianos isl¨¢micos, llamados basiyis, abrieron fuego contra la multitud causando un muerto y varios heridos. "?D¨®nde est¨¢ nuestro voto?", "Votamos Musav¨ª y leyeron Ahmadineyad", rezaban las pancartas. Hab¨ªa j¨®venes y viejos, familias, cl¨¦rigos, mujeres con chador de la mano de otras con pa?uelos multicolores. Todos con el objetivo de rechazar un resultado electoral que consideran un fraude.
Musav¨ª, que compareci¨® acompa?ado por el ex presidente Mohamed Jatam¨ª y por el candidato reformista Mehdi Karrub¨ª, ha pedido al Consejo de Guardianes que anule el escrutinio. Sin embargo, nadie en la marcha mostraba demasiadas esperanzas al respecto. Ese ¨®rgano de 12 miembros, cuyo presidente, el ayatol¨¢ Ahmad Yannati, respald¨® a Ahmadineyad antes de las elecciones, se ha comprometido a resolver antes de 10 d¨ªas las dos reclamaciones que ha recibido, de Musav¨ª y de otro candidato perdedor, el conservador Mohsen Rezai.
La televisi¨®n estatal iran¨ª tambi¨¦n revel¨® ayer que el domingo, el l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei, recibi¨® a Musav¨ª y le dijo que canalice sus quejas "de forma tranquila y legal".
"He venido para protestar porque no han declarado la verdad", manifiesta Maryam, una maestra de 36 a?os, que debajo del chador lleva la capucha y la bata t¨ªpica de las funcionarias. ?C¨®mo lo sabe? "Por lo mismo que el sol est¨¢ en el cielo y ahora no est¨¢ nevado", responde convencida. No sabe si lograr¨¢n su objetivo, pero al menos quiere dar testimonio de su descontento. "Incluso si no lo conseguimos, s¨®lo haber reunido a tantas personas ya es un triunfo", asegura Bibi Sedighe, una mujer de 86 a?os, que participa en la marcha con la misma ilusi¨®n que los m¨¢s j¨®venes. Desde ventanas y azoteas, cientos de personas jalean a los manifestantes. En muchos edificios incluso han sacado mangueras para aplacar su sed.
A pesar de su car¨¢cter pac¨ªfico, no cabe duda de que se trat¨® de una demostraci¨®n de fuerza frente a Ahmadineyad, quien el d¨ªa anterior celebr¨® su victoria en la plaza de Val-i Asr, sin esperar a que el Consejo de Guardianes ratifique el resultado. "?Se puede comparar esto con Val-i Asr?", pregunta Akbar, un estudiante. "Todos los que hemos venido aqu¨ª venimos a t¨ªtulo particular, mientras que lo de ayer estuvo organizado por el Gobierno", apunta, antes de precisar que la plaza de Azad¨ª es la mayor de Teher¨¢n.
Adem¨¢s, la ruta elegida no pod¨ªa ser m¨¢s simb¨®lica, desde la plaza de la Revoluci¨®n (eso es lo que significa Enghelab) hasta la de la Libertad (Azad¨ª). Es el mismo lugar en el que cada a?o se celebra el aniversario de la Revoluci¨®n Isl¨¢mica de 1979, el momento fundacional de la joven rep¨²blica iran¨ª. "Ni el 22 de Bahman de 1358 fuimos tantos", asegura un manifestante maduro en referencia a la primera conmemoraci¨®n de aquel evento seg¨²n el calendario iran¨ª. "No estuve presente entonces, pero desde que vine por primera vez a este pa¨ªs, en 1991 he asistido a media docena de esas celebraciones y nunca hab¨ªa visto tanta gente".
"Ahmadineyad nos ve desde tan alto que le parece que somos 200; es un hombre que menosprecia a su pueblo y condena a sus rivales", asegura Shahid. Esta alfabetizadora de adultos de 42 a?os lleva la cara cubierta con una cartulina verde con el lema: "La educaci¨®n es m¨¢s importante que el cargo".
Los partidarios de Musav¨ª est¨¢n muy molestos por el desprecio con el que Ahmadineyad ha calificado a quienes protestan de ser "cuatro ni?os ricos". "Entonces no tendr¨ªa que preocuparse. ?Cree usted que toda esta gente ha votado a Ahmadineyad?", pregunta Behnan Tashkor, un actor de teatro de 32 a?os, que camina entre la multitud. "?ste es el Ir¨¢n real. Ahmadineyad nos ha hecho un gran favor porque ha permitido que nos demos cuenta de cu¨¢ntos somos y que podemos organizarnos", concluye.
Al pasar ante las puertas de la Universidad de Teher¨¢n se produce un momento muy emotivo. Decenas de estudiantes saludan a los manifestantes con pancartas en las que denuncian un asalto al campus.
La noche anterior patrullas de civiles entraron en la principal residencia universitaria, Quy-e Daneshga, para acallar sus protestas contra Ahmadineyad. Aseguran que hubo varios muertos, numerosos heridos y entre 150 y 200 detenidos. La polic¨ªa, que no puede entrar en el campus sin autorizaci¨®n judicial, niega el incidente.
Durante toda la marcha, agentes de polic¨ªa y antidisturbios se mantienen a la expectativa en los m¨¢rgenes de la avenida, dando la impresi¨®n de un cambio de t¨¢ctica por parte de las autoridades. S¨®lo en las plazas resulta visible su presencia. Sin embargo, al final, su despliegue no evit¨® un altercado entre un grupo de manifestantes y los basiyis de un cuartelillo en la propia plaza de Azad¨ª. Los voluntarios de las milicias isl¨¢micas dispararon contra la multitud y causaron un muerto y varios heridos.
La primera referencia de la televisi¨®n estatal a las protestas, en el telediario del domingo por la noche, hablaba de actos de vandalismo y mostraba el gran malestar de la poblaci¨®n con las algaradas. Ayer mismo, mientras transcurr¨ªa la manifestaci¨®n, la primera cadena se dedicaba a dar los resultados electorales desglosados por provincias, un dato que hasta ahora no se hab¨ªa revelado. Musav¨ª s¨®lo gan¨® en dos de ellas, Azerbaiy¨¢n Oeste y Sist¨¢n-Beluchist¨¢n, y en la ciudad de Teher¨¢n.
Poco a poco tambi¨¦n empiezan a llegar noticias de protestas en otras ciudades de Ir¨¢n. Seg¨²n Amnist¨ªa Internacional, ha habido revueltas en Rasht, Mashad, Shiraz, Ahvaz, Zahedan y Urmia.
Los periodistas extranjeros no pueden salir de Teher¨¢n sin permiso, pero una residente en esa ¨²ltima ciudad declar¨® a este diario por tel¨¦fono que, aunque no hab¨ªa sabido de ning¨²n incidente grave, hab¨ªa mucha polic¨ªa en las calles.
En Shiraz y en Isfah¨¢n, las manifestaciones de los estudiantes han sido reprimidas por las fuerzas de seguridad, seg¨²n sus testimonios en varias p¨¢ginas web.
Censura y represi¨®n informativa
El r¨¦gimen no se ha andado con disimulos y ha lanzado una feroz campa?a destinada a acallar a los medios de comunicaci¨®n. Se ha interferido la se?al de las televisiones por sat¨¦lite (BBC) y al servicio en lengua farsi de La Voz de Am¨¦rica. Han cerrado las oficinas de la cadena Al Arabiya (financiada por Arabia Saud¨ª). Numerosas web est¨¢n sometidas a un minucioso filtro. Hay censura previa para los medios locales y se han cerrado peri¨®dicos que han expresado dudas sobre el resultado. Los ejemplares de los diarios reformistas no se encuentran en la calle. Se han multiplicado las dificultades para que los medios audiovisuales puedan cubrir noticias referentes a los tres candidatos derrotados. Seg¨²n Reporteros Sin Fronteras, destacados periodistas iran¨ªes han sido detenidos los ¨²ltimos d¨ªas.
Internet, medio esencial para la transmisi¨®n de las informaciones e im¨¢genes, es desde hace unos d¨ªas desesperantemente lento. Sus problemas coinciden con las elecciones y las jornadas posteriores. Resulta especialmente dif¨ªcil acceder a las redes sociales de YouTube y Facebook, las favoritas de los reformistas para transmitir su mensaje. Otros sitios locales muy populares como Jordadeno, AftabNews y Ghalamesabz est¨¢n fuera de combate. Hay noticias de presiones y ¨®rdenes de expulsi¨®n de varios equipos de televisi¨®n extranjeros, entre ellos el de TVE.
Los ultraconservadores
- Ahmadineyad, de 52 a?os, es presidente desde 2005. Muy cr¨ªtico con EE UU e Israel. Tiene apoyos en el sector rural y entre los ultraconservadores.
- Jamenei, de 69 a?os, es el l¨ªder supremo desde 1989. Entre 1981 y 1989 fue presidente de la Rep¨²blica de Ir¨¢n. Apoya a Ahmadineyad.
Los reformistas
- Musav¨ª, de 67 a?os, es un revolucionario que ha acabado moder¨¢ndose. Fue primer ministro entre 1981 y 1988. Quiere mejorar las relaciones con Occidente.
- Jatam¨ª, de 65 a?os, estuvo considerado el primer presidente reformista de Ir¨¢n (lo fue entre 1997-2005). Apoya a Musav¨ª.
- Rafsanyan¨ª, de 75 a?os, tambi¨¦n ha apoyado a Musav¨ª. Fue jefe de Estado de 1989 a 1997 y ahora preside dos importantes instituciones del r¨¦gimen.
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