Los palestinos y los pa¨ªses ¨¢rabes rechazan el discurso de Netanyahu

Un discurso radical -"colonialista y en la mejor tradici¨®n neoconservadora", en palabras del analista israel¨ª Akiva Eldar-, en el que la responsabilidad de todos los males de Oriente Pr¨®ximo recae en los palestinos y los Estados ¨¢rabes y musulmanes; una disertaci¨®n que ignora la legalidad internacional y los compromisos previos adquiridos por otros Gobiernos israel¨ªes, y que buscaba hacer pi?a entre los israel¨ªes y aliviar la presi¨®n del presidente Barack Obama s¨®lo pod¨ªa suscitar una reacci¨®n en el mundo ¨¢rabe: el rechazo frontal. Sin paliativos. Son casi superfluas las reacciones de los dem¨¢s pa¨ªses ¨¢rabes cuando Egipto, pa¨ªs que firm¨® un tratado de paz con Israel hace tres d¨¦cadas, se mostr¨® tan expl¨ªcito. "Las palabras de Netanyahu echan por tierra las opciones de paz. El llamamiento a enmendar la iniciativa de la Liga ?rabe eliminando el derecho al retorno de los refugiados palestinos no conducir¨¢ al compromiso con Egipto ni con otro pa¨ªs", asegur¨® tajante el presidente Hosni Mubarak.

Ham¨¢s considera "racistas" las propuestas del primer ministro

No es s¨®lo que Netanyahu exija como requisito inexcusable la aceptaci¨®n del car¨¢cter jud¨ªo del Estado -formalmente s¨®lo hay un Estado teocr¨¢tico en el mundo, Ir¨¢n- por parte de los palestinos y los pa¨ªses ¨¢rabes, lo que supone la renuncia completa, sin negociar, al derecho al retorno. Es que, adem¨¢s de prometer que Jerusal¨¦n nunca ser¨¢ compartida, bajo la propuesta de la desmilitarizaci¨®n y debido al rechazo a detener la construcci¨®n en las colonias ya existentes (120, adem¨¢s de los 130 asentamientos ilegales para los propios Gobiernos israel¨ªes), el Estado palestino resultante no ser¨ªa digno de tal nombre. Netanyahu reclama el control de su espacio a¨¦reo, de las fronteras en el r¨ªo Jord¨¢n, del espacio electromagn¨¦tico. Unas garant¨ªas de seguridad draconianas despu¨¦s, por supuesto, de que la Autoridad Palestina combata y derrote al movimiento islamista Ham¨¢s.

"La visi¨®n del primer ministro israel¨ª es err¨®nea y carece de muchos elementos que exigen un cambio sustancial para adaptarse a los esfuerzos ¨¢rabes e internacionales para alcanzar una paz justa en Oriente Pr¨®ximo", a?adi¨® un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio. Los dirigentes palestinos -Ham¨¢s tild¨® de "racista" el discurso del l¨ªder hebreo- fueron m¨¢s severos en el contenido de sus cr¨ªticas. "Netanyahu", advirti¨® el jefe de los negociadores, Saeb Erekat, "habla de negociaciones sobre unos cantones con una bandera y un himno, pero sin fronteras, sin soberan¨ªa, sin capital".

Son las demandas propias de un dirigente siempre atento a la opini¨®n de su padre, Benzion, un historiador de posiciones extremistas. De un primer ministro que ignora la legalidad internacional -la prohibici¨®n de trasladar poblaci¨®n civil a territorios ocupados- y que exige lo imposible para acceder a la creaci¨®n de una entidad palestina carente de cualquier tipo de autonom¨ªa.

Es propio de los l¨ªderes israel¨ªes pronunciar la palabra "paz" sin desmayo. Netanyahu tambi¨¦n manifest¨® su disposici¨®n a reunirse con dirigentes ¨¢rabes en Beirut, Riad, Damasco o Jerusal¨¦n. Ten¨ªa que saber que son palabras para la galer¨ªa occidental o para un auditorio en el que abundaban las kip¨¢s de ganchillo, las que habitualmente emplean los religiosos-sionistas y los colonos. Ni siquiera un rey jordano o el presidente Mubarak han visitado Israel, aunque ambos pa¨ªses firmaron muchos a?os atr¨¢s acuerdos de paz con el Estado sionista. Inimaginable que, dadas las circunstancias y el discurso del primer ministro israel¨ª, el monarca saud¨ª, un jefe del Ejecutivo liban¨¦s o el presidente sirio accedan a semejante pretensi¨®n.

El diario Tishrin, tambi¨¦n obediente al r¨¦gimen de Damasco, agregaba: "El plan de Netanyahu contiene todo menos la paz". "Netanyahu no ha moderado ninguna de sus posiciones. S¨®lo desea perder el tiempo. Estados Unidos puede abandonar la regi¨®n a su deterioro o asumir su responsabilidad y decir con claridad que la paz no es una fantas¨ªa, sino una necesidad pr¨¢ctica para la estabilidad", editorializaba el diario gubernamental sirio Al Thawra.

Coincid¨ªa con los voceros palestinos. "Presidente Obama, la pelota est¨¢ en su tejado. Tiene que elegir entre tratar a Netanyahu como un primer ministro que se sit¨²a por encima de la ley, que cierra el camino a la paz y encamina a la regi¨®n a la violencia, el caos y el extremismo o forzarle a que acepte la Hoja de Ruta", concluy¨® Erekat.