A la ciudad de Chicago le sale un grano en Suiza

Thomas Tresser, ciudadano de Chicago, no quiere que su ciudad se lleve los Juegos. Ni en broma. Por eso, ¨¦l y sus dos colegas se han cogido un avi¨®n y se han tra¨ªdo 10 enormes cajas de cart¨®n. Dentro hay unos 100 dossiers de m¨¢s de un centenar de p¨¢ginas cada uno que, bajo el t¨ªtulo de No games Chicago, contienen los motivos por los que, seg¨²n ellos, los miembros del COI tienen que rechazar la candidatura. El enemigo en casa. Raro, ?no?

Pues seg¨²n ¨¦l, no tanto. Su asociaci¨®n (www.nogameschicago.com), que dice luchar por los derechos humanos, el medioambiente y la vivienda, considera que la ciudad no puede acoger a tanta gente. Que, adem¨¢s, los presuntos Juegos est¨¢n generando una gran corrupci¨®n urban¨ªstica. Y asegura que tres de cada cuatro vecinos de Chicago no quieren que se celebren ah¨ª. Que todo el asunto es una barbaridad. Y todo eso, dicen, han de saberlo los miembros del COI antes de asistir a la ponencia de la candidatura estadounidense.

Y tuvieron suerte porque, justo cuando entraban en la sede del COI, les pillaron medios de comunicaci¨®n de medio mundo. Dicen que tienen el apoyo de unas 2.000 personas. As¨ª que no parece suficientemente potente como para contrarrestar el efecto que tendr¨ªa si Obama asistiera el 2 de octubre a Copenhague al nombramiento de la sede de los Juegos. En cualquier caso, tiene m¨¦rito. Porque, seg¨²n cuentan, todos los gastos los ha pagado Thomas de su bolsillo.

Pero este tipo de rechazo no es nuevo en las aspiraciones ol¨ªmpicas de las candidatas. Tokio, otra de las ciudades que ambicionan el evento, tambi¨¦n tiene un movimiento parecido que ya interpel¨® a los miembros del COI durante su visita a la capital nipona. Lo mismo sucedi¨® con la candidatura de Londres hace cuatro a?os y, sin embargo, ser¨¢ la anfitriona en 2012.