El jefe de los 'skins' se desdice y niega ahora ser de la banda

"Hammerskin no es una organizaci¨®n. Es una actitud juvenil como puede ser un antifascista". A Jos¨¦ Eduardo C. H., alias Chape, el fiscal le considera el "jefe o dirigente a nivel nacional" de la banda de cabezas rapadas Hammersinks Espa?a. ?l lo niega. Si no hay banda, tampoco hay jefe. En la jornada de ayer, la segunda del juicio que se celebra desde el lunes en la Audiencia Provincial contra 15 supuestos neonazis, afirm¨® que ni siquiera pertenece al grupo, pese a que durante la instrucci¨®n dijo lo contrario. "Fue por los nervios", se excus¨®.

Jos¨¦ Eduardo s¨ª conoce Hammersinks Nation (la banda a nivel internacional), pero lo define como un "grupo de amigos". Amigos de los que ¨¦l tiene bastantes, en diversos pa¨ªses. De ellos recibi¨®, seg¨²n dijo, una copia de la constituci¨®n de la banda, de 1985, que tradujo junto con su mujer. En el documento, seg¨²n relat¨® el fiscal, se habla de estructura, c¨®digos, responsabilidad y disciplina.

-?Conoce el estilo de vida de los Hammerskin?

-?Qu¨¦ tiene de malo?

-?Lo conoce?

-No s¨¦ a qu¨¦ se refiere

-?Conoce los principios?

-Los principios son la familia y el trabajo.

-?Tiene un conocimiento profundo de Hammerskin?

-No lo s¨¦.

El interrogatorio del fiscal fue un continuo tira y afloja. A las preguntas de la acusaci¨®n popular, representada por el coordinador de Movimiento Contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, no quiso responder. Tampoco lo hizo ninguno de los dem¨¢s acusados que declararon durante la ma?ana de ayer.

El Chape era el m¨¢s elegante de ellos. Asisti¨® con traje negro y corbata fina, tambi¨¦n negra. Se extendi¨® en sus explicaciones. Los conocimientos del mundo de los cabezas rapadas los explic¨® por su trabajo en una tienda de tatuajes. "He tatuado durante un tiempo a bastantes skins", explic¨®. Para la existencia de parafernalia nazi en su casa tambi¨¦n tuvo algo que decir: "Mi familia era del bando nacional. Tengo algo de afici¨®n porque en mi casa siempre ha habido esas cosas".

En torno al 20-N del a?o 2003, cuando empezaron las investigaciones policiales, visit¨® el Valle de los Ca¨ªdos con su novia y acudi¨® posteriormente a un concierto de m¨²sica RAC (rock contra el comunismo). Preguntado por el Holocausto, no quiso responder. "No me gusta el tema pol¨ªtico", zanj¨®. Las penas que solicita el fiscal para este acusado son las m¨¢s altas del proceso: tres a?os de prisi¨®n por asociaci¨®n il¨ªcita y otros tantos por tenencia il¨ªcita.

Hoy est¨¢ previsto que declare un testigo protegido clave tanto en la investigaci¨®n policial como en el juicio, el periodista que, bajo el seud¨®nimo de Antonio Salas, se infiltr¨® en la pe?a madridista radical Ultra Sur y escribi¨® el libro Diario de un skin. En un escrito que envi¨® a la audiencia el primer d¨ªa de juicio solicitaba declarar "oculto a la vista de los acusados y sus defensas" y con la voz distorsionada. Los contactos que todav¨ªa mantiene con el mundo skin, seg¨²n asegura en el escrito, le han dicho que existe una campa?a con la intenci¨®n de recolectar dinero para pagar a quien facilite su identidad real o logre fotografiarle, con el objeto de contratar un sicario para agredirle.