El arte de afinar el o¨ªdo
La periodista fue una de las impulsoras del D¨ªa de la M¨²sica, que se celebra ma?ana
![Javier Rodr¨ªguez Marcos](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F012bc515-b71b-4e4b-bf1b-a3e60d86110b.jpg?auth=39aa45f989d4cf353356721f4346e926a4e3094776e3ad92191296498425c920&width=100&height=100&smart=true)
Dos carteles vigilan la mesa de Gloria Collado en la Redacci¨®n de Doce Notas, la revista de m¨²sica y danza que dirige y en la que trabajan otras tres personas "fundamentales". Los carteles anuncian antiguas fiestas de la m¨²sica en el C¨ªrculo de Bellas Artes. Ella fue la coordinadora de ese evento durante cinco a?os. Se hab¨ªa tra¨ªdo la idea de Par¨ªs, donde vivi¨® entre 1989 y 1996. "All¨ª todas las calles estaban tomadas por los m¨²sicos", cuenta. "Aqu¨ª lo m¨¢s parecido era un concierto que organizaban el Real Musical y los comerciantes de ?pera. Estaba bien, pero no hab¨ªa mucho m¨¢s". As¨ª es que en 2001 se present¨® en el C¨ªrculo y puso en marcha una jornada en la que Collado echa en falta que se aglutinen m¨¢s las fuerzas. A la m¨²sica, piensa, le falta todav¨ªa su Noche en Blanco, "otro invento extranjero".
Trajo la idea de las fiestas del C¨ªrculo desde Par¨ªs, donde vivi¨® siete a?os
"No habr¨¢ p¨²blico mientras la gente sea musicalmente analfabeta"
Gloria Collado, una hija de emigrantes almerienses en Barcelona que en enero cumpli¨® 60 a?os, se trajo de Par¨ªs la idea de la fiesta y la inquietud por la precariedad de la educaci¨®n musical en Espa?a. Una inquietud compartida con su marido, el compositor Jorge Fern¨¢ndez Guerra, premio Nacional de M¨²sica. En el mismo 2001 y a ra¨ªz del nombramiento de ¨¦ste como director del Centro para la Difusi¨®n de la M¨²sica Contempor¨¢nea, Collado asumi¨® en solitario la direcci¨®n de la revista que ambos hab¨ªan fundado en 1996, a la vuelta de Francia.
"La m¨²sica est¨¢ por todas partes", dice en un bar cercano a la Redacci¨®n de su revista, a dos pasos de la calle de Princesa. Mientras trata de que el hilo musical no ahogue su voz, Gloria Collado certifica la omnipresencia de "cierta m¨²sica" pero la debilidad de la ense?anza musical: "A los ni?os se les ense?an a leer y a apreciar el arte, pero no a apreciar la m¨²sica. En Hungr¨ªa aprenden las notas igual que aprenden las letras o los colores. Eso ordena la mente, est¨¢ comprobado. En Espa?a hay mejores auditorios que en muchos pa¨ªses de Europa, pero los pol¨ªticos creen que el aprendizaje de la m¨²sica es para crear int¨¦rpretes profesionales. Lo que hace falta es crear aficionados, p¨²blico. ?Como si el arte s¨®lo se ense?ara a los artistas!".
Aunque Doce Notas ha tenido siempre una voluntad pedag¨®gica, su directora quiso desde el principio evitar "la imagen de cursiler¨ªa que se sol¨ªa asociar a las revistas de m¨²sica cl¨¢sica". Por eso recurri¨® para ilustrar las portadas a fot¨®grafos amigos como Alberto Garc¨ªa-Alix, Miguel Trillo o Isabel Mu?oz, a los que Gloria Collado conoc¨ªa desde los tiempos en que escrib¨ªa sobre arte contempor¨¢neo en revistas tan dispares como la Gu¨ªa del Ocio y la m¨ªtica La Luna de Madrid, el Village Voice de la movida de los ochenta. Por si era poco, al cabo de un a?o empez¨® a publicarse tambi¨¦n Doce Notas Preliminares, m¨¢s centrada en la reflexi¨®n que en la informaci¨®n y volcada en el di¨¢logo entre la m¨²sica y el resto de las artes. La imagen corr¨ªa esta vez a cargo del pintor Jos¨¦ Manuel Broto y en sus p¨¢ginas se debatieron temas como la posmodernidad, el an¨¢lisis musical, la ¨®pera contempor¨¢nea o el cine.
La hermana sesuda dur¨® 20 n¨²meros y la versi¨®n en papel de la primog¨¦nita, 59. "Me hubiera gustado que fueran 60. Me gustan los n¨²meros redondos", a?ade Gloria Collado mientras cuenta que la actual versi¨®n en Internet de la revista (www.docenotas.com) fue una imposici¨®n de los tiempos: "Con una revista bimensual los debates no ten¨ªan el dinamismo que da la Red". No obstante, hoy la publicaci¨®n digital convive con D¨ªa a D¨ªa, una revista gratuita que recoge informaci¨®n sobre todo lo que tenga que ver con la m¨²sica, sean conciertos, discos, cursos, auditorios, tiendas o lutieres: "Somos la ¨²nica revista espa?ola que hace cr¨ªtica de partituras, algo fundamental para los compositores y que aqu¨ª no tiene el peso que en Francia o en Alemania. All¨ª est¨¢n las grandes editoras, que para un m¨²sico es como la galer¨ªa de arte para un artista".
Aunque el panorama es m¨¢s bien gris, Gloria Collado apunta como hitos positivos la LOGSE, que permiti¨® el desembarco de profesores de Europa del Este; el trabajo de las orquestas de las 17 autonom¨ªas y, sobre todo, el de la Joven Orquesta Nacional de Espa?a (JONDE). Tambi¨¦n, parad¨®jicamente, las listas de espera para entrar en las escuelas municipales de m¨²sica de Madrid. "Inter¨¦s empieza a haber. Ahora falta que los pol¨ªticos est¨¦n a la altura", dice, al tiempo que lamenta que la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica e Industrias Culturales del Ministerio de Cultura haya reducido las ayudas a proyectos relacionados con la m¨²sica, incluida su propia revista.
"No habr¨¢ p¨²blico mientras la gente sea musicalmente analfabeta. Si no oyes, te da igual lo que suene". Gloria Collado tiene clara su reivindicaci¨®n "colectiva". Tambi¨¦n su lamento privado. Ella misma ha tenido que formarse por su cuenta: "Mi madre tocaba el piano, pero se qued¨® en casa de mi abuela cuando emigramos. Tengo una amiga que, a los 65 a?os, se ha puesto a estudiar m¨²sica. El otro d¨ªa me dijo que lo que m¨¢s sent¨ªa en esta vida es que no la pusieran a estudiar de peque?a. Ha heredado un viol¨ªn del siglo XVIII y anda buscando una ni?a 'que prometa' para dej¨¢rselo".
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