RIP
Esta semana hemos podido ver al meganombrado Barack Obama, mostrando sus dotes de cazador. Estaba sentado con su impecable traje, respondiendo con esa dicci¨®n tan pulcra las preguntas de su entrevistador; hasta ah¨ª normal, aunque ojal¨¢ se hubiera acordado de que en boca cerrada no entran moscas. De repente, pide perd¨®n, hace gestos raros. ?Qu¨¦ pasa, est¨¢ mosqueado? No. Tranquilidad: es una mosca que le ha cogido cari?o. O quiz¨¢s sea s¨®lo que busca protagonismo, o quiz¨¢s Obama no sabe qu¨¦ decir y hasta el vuelo de una mosca lo distrae. O...
El entrevistador intentando ganar puntos y, en plan moscard¨®n pelota, va y suelta que "es la mosca m¨¢s persistente que he visto nunca". ?Anda ya! Menos mal que hay im¨¢genes grabadas, si no ese pelota ser¨ªa capaz de contar que fue un dinosaurio el que atac¨® al pobre president. La siguiente pregunta que te brota es: ?a qu¨¦ huele Obama para que la mosca vaya insistentemente hacia ¨¦l? Mmm...
Algunos ven un mensaje subliminal en el v¨ªdeo de la mosca eliminada
Y por ¨²ltimo llega la resoluci¨®n del conflicto, la parte heroica (de la que se sacan cantares), en la que Barack, con gran seguridad y aplomo, despu¨¦s de pedir un momento, da una palmada certera y ?zaca!, deja KO al insecto. Fulminado.
Para algunos se trata de una p¨¦rdida de compostura. Para otros denota una habilidad impresionante. Aunque sus asesores -depende hacia d¨®nde oscile la balanza- son capaces de decir que en realidad todo estaba ama?ado o preparado minuciosamente por el gabinete de imagen de la Casa Blanca. Que el bicho se estaba haciendo "la mosquita muerta" y que, frente a la crisis mundial, han querido lanzar con el v¨ªdeo un mensaje subliminal: ?Ojo!, detr¨¢s de ese hombre tranquilo y esa sonrisa hay una mano de hierro. Moscovitas, iran¨ªes, ?atentos!
Pero otros muchos pensar¨¢n que, por fin, a Barack se le ha visto el plumero: esa necesidad de fardar, ese pedir al c¨¢mara que muestre su pieza, y ese tener que dejar constancia ante el mundo de que es un hombre valiente y h¨¢bil. ?Qu¨¦ ser¨¢ de la mosca, la colgar¨¢ junto a sus trofeos de caza... mayor?
Tampoco ha medido bien sus fuerzas ante la asociaci¨®n Save The Flies, cuyos miembros, mosqueados, se preguntan qu¨¦ mosca le ha picado al Obama ¨¦ste. Y no mencionemos a los republicanos, que cual mosqueteros saltar¨¢n en defensa de los seres vivos y, por si las moscas, hasta pedir¨¢n un funeral de Estado para el bicho.
Pero los millones de moscas o de seres tan insignificantes como moscas, que invadimos el planeta, gracias a estas im¨¢genes, hemos perdido la ilusi¨®n del "yes, we can", y nos hemos dado cuenta de que seguimos bajo el yugo del pez grande que se come a... la mosca chica.
Posdata: "Obamear": ante un mosqueo, reacci¨®n de dar una palmada sonora en el aire y seguir a lo tuyo. Just do it.
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