Resurge el blanco riojano

La verdadera y duradera dimensi¨®n vitivin¨ªcola de una zona prestigiosa como es La Rioja se fundamenta y asegura en el trabajo generacional y la continua renovaci¨®n de sus familias bodegueras. Y ahora, cuando al mundo del vino llegan gentes de toda procedencia empresarial, la presencia de estas familias resulta la mejor garant¨ªa de futuro. Hablamos de gentes como los Muga, Isac¨ªn y Manu, hermanos, hijos y sobrinos, toda una lecci¨®n de saber hacer, cada uno en su campo. Por ejemplo, y tras lograr vinos tan definitivos y definitorios como Padro Enea, Torre Muga, Aro o Eneas, recuperan y revitalizan la tradici¨®n de los blancos riojanos con un soberbio vino de dise?o borgo?¨®n, que fue justamente premiado por los en¨®logos participantes en el pasado Enoforum. Impacta su nariz, amplia y provocadora, dotada de un rico buqu¨¦ en el que destaca el delicado aroma a mantequilla y cacao. Aroma rico en matices florales, hierbas campestres y solanas, notas c¨ªtricas, frutas ex¨®ticas. Y el tenue pero definitivo impacto del mejor roble. Luego, ya en la boca, se muestra generoso y exquisito, desvela un ¨®ptimo equilibrio entre alcohol y acidez, y termina suave, graso, envolvente, con una emocionada persistencia. Y encima juega a su favor con el tiempo.