Una juez obliga a la Generalitat a devolver cinco hijos a sus padres
La Administraci¨®n insiste en que los hermanos corren riesgo de malos tratos
Una juez de Barcelona ha ordenado a la Generalitat de Catalu?a que devuelva a los padres biol¨®gicos, originarios de Gambia, a cinco ni?os que en 2006 fueron separados de sus progenitores al considerar el Gobierno catal¨¢n que sufr¨ªan malos tratos y que se encontraban en situaci¨®n de abandono. Los ni?os, que entonces ten¨ªan entre cuatro y 14 a?os, han estado este tiempo en centros oficiales, si bien dos de ellos permanecen desde agosto pasado con una familia de acogida.
La sentencia dictada por la magistrada Mar¨ªa Ascensi¨®n Oiza, titular del Juzgado de Primera Instancia 51 de Barcelona, acusa al Gobierno catal¨¢n de haberse "extralimitado y partiendo de unos malos tratos no s¨®lo no probados, sino que ni tan siquiera existen, ha seguido manteniendo su inicial decisi¨®n" de apartar a los hijos de los padres. El fiscal tambi¨¦n se puso del lado de los padres biol¨®gicos en el juicio.
Varios informes relatan episodios violentos, a los que no se da credibilidad
La juez no ha tenido en consideraci¨®n que, durante estos tres a?os, cuatro de los hermanos han contado a los cuidadores y educadores de los centros de acogida las agresiones que su padre propinaba a su madre y c¨®mo la pareja golpeaba a sus hijos con un cable el¨¦ctrico y un cintur¨®n. La Generalitat afirma que ha hecho "todo lo posible para defender el inter¨¦s de los menores" y lamenta la decisi¨®n de la juez, que ya ha recurrido.
Los cinco ni?os fueron separados de sus progenitores en octubre de 2006, cuando la Direcci¨®n General de Atenci¨®n a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) consider¨® que estaban abandonados y sufr¨ªan malos tratos. El informe elaborado por los Servicios Sociales de la localidad barcelonesa en la que residen los padres biol¨®gicos, as¨ª como el testimonio de varios psic¨®logos que declararon en el juicio por la DGAIA corroboraron esa versi¨®n y la situaci¨®n de abandono y de estado "deplorable" en que se encontraban los ni?os. Sin embargo, la juez da m¨¢s verosimilitud a las declaraciones que prestaron los padres en el juicio, que negaron los malos tratos, y a las de varios amigos. Uno de ellos declar¨® que "en ?frica se suele pegar a la mujer, pero que la ley proh¨ªbe pegar a los hijos".
La sentencia califica de "ca¨®tico" el expediente administrativo de la Generalitat y asegura que "no es un ejemplo de tramitaci¨®n", porque present¨® decenas de p¨¢ginas repetidas y desordenadas. M¨¢s all¨¢ de la forma, la sentencia dice que en el expediente "se repiten hasta la saciedad" las patadas que la madre propin¨® a la cabeza de B., que ahora tiene siete a?os, pero precisa que en el hospital no detectaron lesiones ni traumatismos. El expediente recoge declaraciones de la mujer contra su marido, que la agredi¨® en "numerosas ocasiones", pero la sentencia recuerda que la mujer no quiso ir a una casa de acogida y que la pareja lo neg¨®, "lo que les lleva a una situaci¨®n totalmente maquiav¨¦lica y de indefensi¨®n extrema".
La sentencia est¨¢ fechada el 9 de marzo y ordena que los cinco hijos sean devueltos el 30 de junio. Mientras tanto deb¨ªan pasar los fines de semana alternos con sus padres. Sin embargo, la administraci¨®n no atendi¨® ese requerimiento y los padres biol¨®gicos solicitaron la ejecuci¨®n de la sentencia. La juez les dio la raz¨®n y orden¨® que los fines de semana del 6 y 7 de junio, as¨ª como del 20 y el 21, los hijos estuviesen con sus padres hasta la entrega definitiva.
El fallo revela que la juez s¨®lo explor¨® a los dos hermanos mayores, que ahora tienen 17 y 12 a?os. Los dos que les siguen son N., una ni?a de 10 a?os y B., el de 7, ambos en una familia de acogida. La primera ha escrito una carta a la juez pidi¨¦ndole que la escuche y que concluye con la frase: "No quiero volver con los padres de antes". La Generalitat entiende que persisten las razones que motivaron la retirada de los cinco hermanos.
"Me pegaba con un cable y un cintur¨®n"
"Yo quiero saber si me pueden escuchar. Yo no quiero ir con mis padres porque me pegar¨ªan y ahora estoy mejor con los padres nuevos y me cuidan muy bien. (...) Una vez vi c¨®mo mi padre pegaba a mi madre y me asust¨¦ mucho. A m¨ª me pegaba con un cable el¨¦ctrico y un cintur¨®n. (...) Una vez mi padre se enfad¨® por algo y le peg¨® a C. en la espalda y le sali¨® sangre y lo hiri¨®. B. no puede escribir porque no entender¨ªan su letra, pero tambi¨¦n quiere que le escuchen".
Lo que relata la ni?a N., de 10 a?os en su carta a la juez se recoge en otros informes oficiales que est¨¢n en el juzgado y en las declaraciones prestadas por ella misma y su hermano B., de siete a?os, ante la fiscal¨ªa y los Mossos d'Esquadra.
En esos documentos se explica que en una ocasi¨®n el chaval se introdujo una moneda en la nariz y nadie le hizo caso hasta que no le sali¨® sangre y le llevaron al hospital y que otra vez se qued¨® s¨®lo en casa con su hermano peque?o K. y que ¨¦ste se cay¨® por las escaleras.
La juez no da credibilidad a ese relato. Y la Administraci¨®n insiste en que rectifique.
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