Subsecretar¨ªa de hamacas
Por fin son nuestros. El presidente de la Junta, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, ha arrancado, en su primer encuentro con Zapatero, las competencias de los chiringuitos para Andaluc¨ªa. El traspaso se har¨¢ efectivo en 2010 y antes de que lo reclame alguien ya lo pido yo: la sede para M¨¢laga de la Direcci¨®n General de Chiringuitos de la Junta. Es m¨¢s, con la anunciada descentralizaci¨®n ser¨ªa bueno que la Subdirecci¨®n general de hamacas y tumbonas se lleve a C¨¢diz; la Subsecretar¨ªa de sombrillas y toallas a Huelva; la Empresa P¨²blica del tinto de verano a Almer¨ªa y el Consorcio regional de hidropedales a Granada, y as¨ª repartimos entre todas las provincias costeras las nuevas sedes administrativas. Ser¨ªa una afrenta que los chiringuitos se gestionaran desde una oficina en Sevilla.
Y la Generalitat pidiendo las transferencias del reci¨¦n remodelado aeropuerto de El Prat. No hay qui¨¦n entienda a los catalanes. Para qu¨¦ querr¨¢n las competencias sobre un aeropuerto, si aeropuertos hay en cualquier sitio y son todos iguales. Los chiringuitos en el rebalaje, eso s¨ª que es una se?a de identidad. Adem¨¢s, hay algunos que tienen m¨¢s tr¨¢nsito en verano que muchos aeropuertos. Vas a un aeropuerto y s¨®lo te hablan por megafon¨ªa, todo est¨¢ informatizado y la gente discute con una pantalla de ordenador. En el chiringuito es otra cosa. All¨ª se recuperan siglos de tradici¨®n oral: "Los espetos, las pijotillas, la ensaladilla rusa, los calamares, los boquerones..." Y luego est¨¢ la pizarra, un s¨ªmbolo del arte popular, con sus dibujos y su carta en letras en tiza blanca. En definitiva, algo heredado de padres a hijos que no se debe perder.
Qu¨¦ saben en el Ministerio de Medio Ambiente de chiringuitos, si para una vez que se han puesto a legislar han estado a punto de tirarlos. Este a?o echaremos el verano y la temporada que viene, ya con las competencias transferidas, montamos la Ruta Andalus¨ª de los chiringuitos de playa. Esta iniciativa es un paso importante para proteger el patrimonio identitario de Andaluc¨ªa, pero a¨²n nos queda camino por andar. La pr¨®xima reclamaci¨®n deber¨ªa ser la de crear la denominaci¨®n de origen Espeto de M¨¢laga, alimento andaluz. Porque sardinas hay muchas, pero espeto s¨®lo hay uno -por cierto, que gran eslogan ¨¦ste para el lanzamiento de la campa?a promocional-. Y lo siguiente, un departamento de I+D para los espeteros, donde se investigue c¨®mo asar las sardinas con placas solares, y as¨ª vamos avanzando en el cambio de modelo productivo.
Cre¨ªan ustedes que el nuevo Estatuto de Andaluc¨ªa serv¨ªa de poco. Se equivocan. Los padres de la reforma estuvieron en todo y colocaron el apartado 3 del art¨ªculo 56 justo para salvaguardar los chiringuitos: "Corresponde a la comunidad aut¨®noma la competencia exclusiva en materia de ordenaci¨®n del litoral [...] que incluye en todo caso la gesti¨®n de los t¨ªtulos de ocupaci¨®n y uso del dominio mar¨ªtimo-terrestre, especialmente el otorgamiento de autorizaciones y concesiones". Los chiringuitos son a la playa lo que los toros de Osborne a la carretera, un Bien de Inter¨¦s Cultural que hay que proteger.
No entiendo esta pol¨¦mica. No hay manera de tirar una vivienda ilegal. La Diputaci¨®n y los ayuntamientos de Marbella y Mijas han planteado legalizar 40.000 casas irregulares -la mayor¨ªa en el litoral y algunas con sentencias de derribo, como el complejo Banana Beach-, pero la ¨²nica preocupaci¨®n de la Administraci¨®n central es echar abajo los chiringuitos. Con lo f¨¢cil que hubiera sido plantear una ordenaci¨®n del sector y obligar a los empresarios a cumplir, primero, con la legalidad y, despu¨¦s, con unos m¨ªnimos est¨¢ndares de calidad. No ha sido posible, por eso el Gobierno andaluz ha tenido que hacer valer su peso en Madrid y exigir las transferencias en pol¨ªticas activas de chiringuitos, toallas y sardinas. Deber¨ªamos celebrarlo todos brindando con un tinto de verano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n
- VIII Legislatura Andaluc¨ªa
- Vicepresidencia auton¨®mica
- Opini¨®n
- Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero
- Ley Costas
- Presidencia Gobierno
- Bares
- Presidencia auton¨®mica
- Parlamentos auton¨®micos
- Legislaci¨®n espa?ola
- Junta Andaluc¨ªa
- Gobierno auton¨®mico
- Parlamento
- Andaluc¨ªa
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Comunidades aut¨®nomas
- Hosteler¨ªa
- Turismo
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Administraci¨®n Estado
- Eventos
- Legislaci¨®n
- Justicia
- Espa?a