La vida de Yukio Mishima, una obra de arte y muerte
Paul Schrader evoca su filme sobre el autor japon¨¦s, reestrenado en Espa?a
El 25 de noviembre de 1970, el escritor japon¨¦s Yukio Mishima entr¨® en el cuartel de la Divisi¨®n Oriental del Ej¨¦rcito con cuatro miembros de su milicia privada -la Sociedad del Escudo-, dio un discurso a los 800 hombres del Regimiento 32 exhort¨¢ndoles a dar un golpe de Estado y, tras el poco caso que le hicieron, cometi¨® seppuku, el suicidio ritual por desentra?amiento con una peque?a daga, que cort¨® su vientre de izquierda a derecha. Quer¨ªa haber utilizado su sangre para escribir el car¨¢cter que significa espada, pero el dolor pudo con ¨¦l. Para acabar el seppuku, dos de sus ayudantes le decapitaron. El denominado por la prensa incidente tuvo repercusi¨®n mundial: Mishima hab¨ªa sido propuesto tres veces al Nobel, y en Jap¨®n su ideolog¨ªa fascista hab¨ªa cuajado en ciertos sectores.
"No consegu¨ª la financiaci¨®n hasta que George Lucas puso el dinero"
"Mis protagonistas se liberan de sus contradicciones con su muerte"
De aquel d¨ªa, el cineasta Paul Schrader no se acuerda mucho. "Me sonaba qui¨¦n era, pero su figura no cristaliz¨® en mi cabeza hasta su muerte, una noticia mundial". Al otro lado del tel¨¦fono, el tono de voz de Schrader suena calmo; incluso suelta alguna risa. Nada que ver con la fama del cineasta: dif¨ªcil, claustrof¨®bico, lleno de tics nerviosos, con fantas¨ªas violentas y autodestructivas ya superadas. De esa mente, sin embargo, han surgido los guiones de Yakuza, Toro salvaje, Taxi driver, La ¨²ltima tentaci¨®n de Cristo -durante un tiempo su talento aliment¨® el cine de Scorsese- o La costa de los mosquitos. Tambi¨¦n ha dirigido: American gigol¨®, Affliction, Autofocus, El placer de los extra?os o la infravalorada Posibilidad de escape. Y Mishima: una vida en cuatro cap¨ªtulos, en 1985. Hoy se reestrena en Espa?a, restaurada y con un minuto m¨¢s. Y Schrader rompe su timidez para charlar sobre la que considera su mejor pel¨ªcula: "Me siento muy orgulloso de ella. Mishima era muy contradictorio, y creo que supe aproximarme a su vida de una forma compleja y ¨²nica". Pero no, desde luego, al gusto de la familia. La viuda de Mishima se sinti¨® insultada cuando Schrader reflej¨® la vida homosexual del escritor. "A¨²n hoy el filme no se ha estrenado en Jap¨®n, ni siquiera en DVD, aunque es cierto que venden el DVD estadounidense".
Mishima estuvo a punto de no rodarse. "Empec¨¦ a pensar en su biopic hacia 1977. Super¨¦ un mont¨®n de presiones y complicaciones. No consegu¨ª la financiaci¨®n hasta que George Lucas, por mediaci¨®n de Francis Ford Coppola, puso el dinero. Hice el trabajo con absoluta libertad, rodando en Tokio, mezclando japon¨¦s e ingl¨¦s, blanco y negro y color, flashbacks...". Su hermano Leonard, tambi¨¦n guionista, fue el impulsor de la idea. "Leonard ya viv¨ªa en Jap¨®n. Yo hab¨ªa escrito Taxi driver y no quer¨ªa hacer otro drama sobre la glorificaci¨®n del suicidio. Por otro lado ten¨ªa un personaje del extremo Oriente, fascinante y v¨ªctima de su educaci¨®n".
El escritor japon¨¦s parece, desde luego, uno de los t¨ªpicos personajes de Schrader. "Mis protagonistas luchan contra s¨ª mismos, sobreviven -si pueden- a sus contradiciones, de las que se liberan con su muerte. Adem¨¢s, me fascina la cultura japonesa: su sensibilidad, sus restricciones... Vengo de un pasado marcado igualmente por la regulaci¨®n". Schrader sufri¨® el yugo de una estricta educaci¨®n de la Iglesia Cristiana Reformada, una escisi¨®n del calvinismo holand¨¦s en Michigan. Su madre, para explicarle qu¨¦ era el infierno, le clav¨® varias veces una aguja en la mano y le dijo: "As¨ª es el infierno, pero sin parar". No vio una pel¨ªcula hasta que cumpli¨® 17 a?os -por supuesto, ni hab¨ªa televisi¨®n en su casa- y entr¨® en un cine a ver Anatom¨ªa de un asesinato. "Me pic¨® el gusanillo y acab¨¦ estudiando cine en UCLA".
Volvemos al escritor japon¨¦s. "El trabajo de Mishima mezcla tonos er¨®ticos, influencias internacionales, su educaci¨®n... Planific¨® su vida como parte de su obra. Supo explotar los medios de comunicaci¨®n, que hasta entonces no hac¨ªan tanto caso a la vida de un escritor. Considero su suicidio como su ¨²ltima obra de teatro".
Aquello lo rod¨® en 1984. Hoy, Schrader planea rodar un thriller... ?en Bollywood! "Tendr¨¢, como un buen filme de Bombay, canciones, bailes y asesinatos". ?Estar¨¢ c¨®modo en ese estilo un cineasta tan retorcido como Schrader? Hoy toca d¨ªa bueno y responde entre carcajadas: "Preg¨²ntame dentro de un a?o".
Babelia
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