Un ex guerrillero tupamaro se acerca al poder en Uruguay

"Soy un veterano, un viejo que tiene unos cuantos a?os de c¨¢rcel, de tiros en el lomo, un tipo que se ha equivocado mucho, como su generaci¨®n, medio terco, porfiado, y que trata, hasta donde puede, de ser coherente con lo que piensa". As¨ª se describe a s¨ª mismo Jos¨¦ M¨²jica, alias El Pepe, el pol¨ªtico m¨¢s popular de Uruguay, firme candidato a las elecciones presidenciales de octubre. Pero antes, y de acuerdo con el peculiar sistema electoral uruguayo, M¨²jica tendr¨¢ que concurrir el pr¨®ximo domingo a unas elecciones internas, en las que su partido, el Frente Amplio, tendr¨¢ que decidir qui¨¦n es su candidato.

De acuerdo con la reforma constitucional de 1996, en Uruguay todos los partidos que aspiran a concurrir a las elecciones presidenciales deben presentarse antes a unas internas (que organiza y garantiza la propia Corte Electoral, en un ¨²nico d¨ªa). El voto no es obligatorio, como lo ser¨¢ en las presidenciales de octubre, y cualquier ciudadano puede votar en la interna de cualquier partido, pero, claro est¨¢, s¨®lo vota una vez.

El ex ministro, que pas¨® 14 a?os en prisi¨®n, es el pol¨ªtico m¨¢s popular

Las circunstancias han hecho que, en esta ocasi¨®n, todas las encuestas aseguren que quien gane la interna de Frente Amplio (que coincide con la celebraci¨®n de las disputadas elecciones legislativas argentinas) ganar¨¢ despu¨¦s la presidencia de la naci¨®n. M¨²jica, de 74 a?os, ex guerrillero tupamaro, ex ministro de Agricultura en el Gobierno del presidente saliente Tabar¨¦ V¨¢zquez, se enfrenta a Danilo Astori, 59 a?os, ex ministro de Econom¨ªa y favorito de V¨¢zquez. Los ¨²ltimos sondeos conceden a M¨²jica varios puntos de ventaja sobre Astori.

En cualquier caso, el ganador de la interna del Frente Amplio se enfrentar¨¢ finalmente al vencedor de las primarias en el Partido Nacional (con toda seguridad el ex presidente Luis Alberto Lacalle, de 58 a?os) y en el Partido Colorado (probablemente, Pedro Bordaberry, de 49 a?os, hijo del dictador del mismo nombre).

Jos¨¦ M¨²jica fue, en su d¨ªa, el senador m¨¢s votado en Uruguay y su figura pol¨ªtica ha ido creciendo en los ¨²ltimos a?os, demostrando ser un gran negociador que pon¨ªa la unidad del Frente (una coalici¨®n de izquierdas con dem¨®cratas cristianos) por encima de otros objetivos. Famoso polemista, le encanta hablar y discutir y se ha recorrido el pa¨ªs.

En sus a?os como ministro ha hecho gala de un notable pragmatismo y de una visi¨®n pr¨®xima a la socialdemocracia. Fue famoso su c¨¢lido recibimiento, como ministro de Agricultura, al presidente George Bush, de visita oficial (muy pol¨¦mica), en 2007. "Si no fuera ministro, estar¨ªa manifest¨¢ndome, pero negociar no consiste en vender el alma de uno ni en cambiar de idea, sino en lograr acuerdos". Uruguay, un peque?o pa¨ªs de 3,5 millones de habitantes, situado entre Argentina y Brasil, est¨¢ considerado actualmente como una de las democracias m¨¢s estables y prometedoras de Am¨¦rica Latina.

El Pepe pertenece al escaso grupo de personas que logran atravesar experiencias de tortura y encarcelamiento (bajo la dictadura militar de los 70-80, pas¨® 14 a?os en prisi¨®n, dos de ellos en un pozo casi sin movilidad) sin perder el ¨¢nimo, el inter¨¦s por lo que le rodea, el sentido del humor ni la capacidad de mostrar y recibir afectos. "Tuve la suerte de que la vida me apret¨®, pero no me fulmin¨®", recordaba en una reciente entrevista. Durante siete a?os no pudo leer m¨¢s que los trozos de peri¨®dico que le entregaban como sustituto del papel higi¨¦nico, ni pr¨¢cticamente hablar m¨¢s que unas pocas palabras con los soldados que le custodiaban. "Encontr¨¦ siete ranitas a las que traslad¨¦ mi afecto y a las que alimentaba con migas de pan".

M¨²jica ha hecho una seria autocr¨ªtica de su etapa como guerrillero tupamaro: "Estoy arrepentido de haber tomado las armas con poco oficio y de no haber evitado as¨ª una dictadura en Uruguay".