Lisboa en un cuadrado

Encaramado a una de las siete colinas sobre las que se levanta el centro hist¨®rico de Lisboa, Bairro Alto tiene a honra ser el foco de ocio y cultura m¨¢s din¨¢mico y desinhibido de la capital lusa, una versi¨®n atl¨¢ntica del SoHo neoyorquino, en el que nativos y turistas de todas las edades, cada cual a lo suyo, conviven sin prejuicios. Estudios de dise?o y tatuaje, tiendas multimarca y locales de m¨²sica independiente se mezclan de manera tan espont¨¢nea como respetuosa con librer¨ªas de viejo, galer¨ªas de arte y establecimientos de comida tradicional. Lo mejor de Lisboa, en un cuadrado.

10.00 Balcones de Lisboa

Comenzamos nuestra visita en el apacible mirador de S?o Pedro de Alc?ntara - (1), ubicado en la calle del mismo nombre, para contemplar el extenso paisaje de tejados rojizos coronado por una vista privilegiada sobre el castillo de S?o Jorge y el barrio de Alfama. Los aficionados al coleccionismo y las antig¨¹edades tienen en esta calle su particular para¨ªso: Bibliarte (2) (Rua de S?o Pedro de Alc?ntara, 71) cuenta en su cat¨¢logo con primeras ediciones de Cam?es o Pessoa, entre otros, con precios que oscilan entre los 6.000 y los 20.000 euros; mientras que en Loja das Colec??es (3) (Rua da Miseric¨®rdia, 115) podremos adquirir obra gr¨¢fica de conocidos ilustradores portugueses por mucho menos dinero.

11.30 Capillas y bodegas

Un poco m¨¢s abajo, parada obligatoria es la iglesia de S?o Roque - (4), del siglo XVI, cuyo interior alberga la capilla de S?o Jo?o Baptista, verdadera obra maestra de estilo barroco llevada a cabo en Roma y trasterrada a Lisboa pieza por pieza. Al otro lado de la calle se encuentra el Instituto do Vinho do Porto (5) (Rua de S?o Pedro de Alc?ntara, 45), donde podremos abrir el apetito degustando todo tipo de quesos y vinos nacionales en un confortable sal¨®n abodegado y exento de ruido; su carta de reservas incluye variedades de hasta 40 a?os, entre 2 y 22 euros la copa. Menci¨®n aparte merece el lujoso Caf¨¦ Tavares (Rua da Miseric¨®rdia, 35-37), uno de los m¨¢s antiguos de toda la pen¨ªnsula Ib¨¦rica; durante mucho tiempo fue punto de encuentro de artistas y escritores como E?a de Queir¨®s, que lleg¨® a incluirlo en Los Maia, una de las obras fundamentales de la literatura portuguesa.

13.30 Almuerzo casariego

Penetramos en el barrio a trav¨¦s de la Travessa da Queimada (6), su arteria principal, desde la que se despliega un sereno trazado de calles estrechas y adoquinadas excluidas al tr¨¢fico rodado. A la hora del almuerzo, "el barrio", como lo llaman popularmente sus habitantes, respira todav¨ªa una calma un poco provinciana. Muchos establecimientos no abren hasta la hora de la cena y todos, casi sin excepci¨®n, cierran por descanso domingos y lunes. Las mejores opciones pasan siempre por buscar restaurantes de cocina casera, mesas peque?as y mantel a cuadros. En la Adega do Fidalgo (7) (Rua da Barroca, 27) sirven un suculento pastel de bacalao con patatas cocidas y disponen de excelentes vinos nacionales; el precio medio por persona ronda los 20 euros. En la misma calle, la Tasca do Manel (Rua da Barroca, 24), especializada en comida regional portuguesa, resulta un poco m¨¢s barata; no se pierdan su infalible arroz de pato.

16.00 Dulce sobremesa

Para bajar la comida, nada mejor que un paseo por las numerosas tiendas de artesan¨ªa diseminadas por todo el barrio, donde el peque?o comercio tradicional convive sin esfuerzo con las nuevas tendencias. Para muestra, un bot¨®n, o mejor dos: Cer?mica Bairro Alto (8) (Rua do Di¨¢rio de Not¨ªcias, 24), espacio expositivo dedicado a los objetos de barro en el que se imparten cursos de bisuter¨ªa, esmaltado y cer¨¢mica; y F¨¢brica dos Chap¨¦us (9) (Rua da Rosa, 130), una moderna sombrerer¨ªa en la que no nos costar¨¢ demasiado encontrar un modelo a nuestra medida. Si necesitamos hacer un alto para descansar, no lo pensemos dos veces antes de acercarnos hasta la Padaria S?o Roque (10) (Rua Dom Pedro V, 57), una vieja panader¨ªa-pasteler¨ªa de estilo art d¨¦co que ofrece verdaderas exquisiteces, como el p?o de Deus (el pan de Dios), un delicioso pastel de harina cubierto de coco rallado.

18.00 Los 'costureiros'

A media tarde, las calles empiezan a poblarse de j¨®venes en busca de cultura y diversi¨®n. Mods, punkis, g¨®ticos, skaters; todos los estilos y tendencias tienen cabida aqu¨ª, y hay locales y tiendas consagradas a cada uno de ellos. Pero ¨¦ste es tambi¨¦n el barrio por excelencia de los costureiros, dise?adores de moda independiente que, adem¨¢s de su estudio, tienen en Bairro Alto sus puntos de venta principales. Muchos de ellos se han hecho ya un nombre dentro y fuera de Portugal. Es el caso de F¨¢tima Lopes (11) (Rua da Atalaia, 36), Filipe Fa¨ªsca (12) (Cal?ada do Combro, 95) o Nely Fina (13) (Largo do Calhariz, 19). Para los m¨¢s inquietos no faltan recoletas librer¨ªas como Ler Devagar (14) (Rua da Barroca, 57); galer¨ªas como Z¨¦ dos Bois (15) (Rua da Barroca, 59), consagrada al arte emergente y las nuevas tecnolog¨ªas; o tiendas de m¨²sica como Mat¨¦ria Prima (16) (Rua da Rosa, 197), con una oferta de vinilos, ced¨¦s y revistas internacionales de lo m¨¢s escogida.

21.00 No todo iba a ser fado

Bairro Alto no es el lugar m¨¢s propicio (ni desde luego el m¨¢s barato) para escuchar buen fado. Dicho esto, en algunos lugares como el Caf¨¦ Luso (17) (Travessa da Queimada, 10; y ¨¦sta es la excepci¨®n: abre todos los d¨ªas, de 19.30 a 2.00), la Bodega Machado (18) (Rua do Norte, 91) o la Tasca do Chico (19) (Di¨¢rio de Not¨ªcias, 39) podremos cenar mientras o¨ªmos el canto quejumbroso de los fadistas, profesionales en los dos primeros casos (ostensiblemente m¨¢s caros), aficionados en el ¨²ltimo. Nada nuevo, no obstante, encontraremos bajo la p¨¢lida luna el¨¦ctrica de estos establecimientos, abarrotados siempre de turistas; pero ah¨ª queda. Nuestra recomendaci¨®n: las casas de comida local, como el sencillo restaurante A Primavera (20) (Travessa da Espera, 34), de ambiente familiar y estilo r¨²stico, con sus conocidos calamares rellenos y su sorprendente tortilla al ron. Y si despu¨¦s de cenar a¨²n nos quedan fuerzas para apurar la noche tomando unas copas, nuestra opci¨®n preferente, una vez m¨¢s, consiste en hacernos pasar por lisboetas y acudir a sus bares de costumbre, como el Maria Caxuxa (21) (Rua da Barroca, 8), de ambiente retro, buena m¨²sica (lounge entre semana, house de jueves a s¨¢bado) y mejores bebidas: ?otra caipiri?a!

? Javier Vela gan¨® el Premio Loewe Joven con Imaginario (Visor, 2009)

Lisboa, un paseo al son del fado