Mil personas protestan contra las obras de la Brilat en Salcedo

Un millar de personas se manifestaron ayer en contra de las obras que el Ministerio de Defensa lleva a cabo en el entorno de la Brilat de Figueirido (Pontevedra) por "destrozar el medio ambiente y el patrimonio cultural". El recorrido, que se prolong¨® durante m¨¢s de una hora, llev¨® a vecinos de las parroquias afectadas de Pontevedra, Vilaboa y Mar¨ªn por los montes comunales ocupados por los militares que, a una distancia prudencial, observaban la movilizaci¨®n. A ellos se sumaron los polic¨ªas de tres furgones antidisturbios que custodiaban el inicio de la marcha y su itinerario.

Con el apoyo previo del BNG -all¨ª se present¨® el diputado nacionalista Bieito Lobeira y varios concejales-, la Asociaci¨®n pola Defensa da R¨ªa, varias asociaciones vecinales o la Marcha Mundial das Mulleres, los manifestantes portaban en sus ropas carteles con el lema O monte ¨¦ noso y Brilat, f¨®ra de Pontevedra. Dos grandes pancartas preced¨ªan adem¨¢s la movilizaci¨®n con el siguiente lema: "No a las franjas de seguridad, no a las obras ilegales en los montes de los vecinos". Al finalizar el recorrido, en el que particip¨® el alcalde socialista de Vilaboa, el secretario de la Federaci¨®n Galega de Montes Comunais, Carlos Morgade, traslad¨® el respaldo de este colectivo a la causa vecinal e hizo hincapi¨¦ en la tradici¨®n hist¨®rica de los montes comunales en Galicia, donde ocupan 650.000 hect¨¢reas, un tercio del territorio auton¨®mico. "Son una singularidad hist¨®rica de Galicia", declar¨®. Tierras que pertenecen a los vecinos: "No son de los ayuntamientos, ni de la Xunta, ni de cualquier otra administraci¨®n".

"Que act¨²e la Xunta"

Tras la batalla abierta entre vecinos, comuneros y militares se esconden 250 hect¨¢reas de terreno que los civiles reclaman. "La corporaci¨®n municipal y la Xunta tienen que actuar", reivindic¨® Morgade. De hecho, la pasada semana la Conseller¨ªa de Cultura dio a conocer el requerimiento hecho ante el Ministerio de Defensa a fin de que paralice los trabajos de edificaci¨®n de varios campos de entrenamiento y pistas de acceso para realizar una serie de prospecciones arqueol¨®gicas. Las consecuencias de las nuevas construcciones, cuyo fin es facilitar los entrenamientos de los soldados para sus misiones en el exterior, afectar¨¢n "negativamente al desarrollo urban¨ªstico y a la calidad de vida de los vecinos", se?alaron.