Richard Burdett: "Los Juegos deben servir para que la ciudad se regenere"
Este arquitecto es consejero para el dise?o urban¨ªstico de Londres 2012
Una de las condiciones era comer en la Manduca de Azagra. Pues vale. Las legumbres y verduras de la familia de Juan Miguel Sola, que cada d¨ªa llegan fresqu¨ªsimas de Navarra, traspasan fronteras. De hecho, al terminar la comida, Richard Burdett (Londres, 1956), arquitecto y consejero del dise?o urban¨ªstico de Londres 2012, pas¨® a formar parte de un selecto grupo de colegas (Richard Rogers, Renzo Piano, Rem Koolhaas, Rafael Moneo...) que contiene el libro de honor del restaurante.
Se podr¨ªa decir que Burdett, catedr¨¢tico de la London School of Economics, es un experto en metr¨®polis. "La poblaci¨®n mundial que vive en las ciudades ha pasado en s¨®lo 100 a?os del 10% al 50%". Y eso, dice, no hay quien lo pare. Ni la crisis ni ning¨²n romanticismo basado en la vuelta al campo. Ni siquiera los 10 millones de chinos a los que el desplome de la construcci¨®n ha devuelto de una patada al medio rural.
El arquitecto es consejero para el dise?o urban¨ªstico de Londres 2012
En los ¨²ltimos tiempos se dedica, dice, a mediar entre las grandes ideas que tienen los arquitectos para el proyecto ol¨ªmpico londinense y la realidad pol¨ªtica con la que se dan de bruces muchas veces. Por eso el Ayuntamiento de Madrid, embarcado en lo mismo, le invit¨® a dar una charla sobre el poder de transformaci¨®n de un acontecimiento como unos Juegos Ol¨ªmpicos en una ciudad. "Lo importante es c¨®mo se usa el evento. Y es clave la figura del alcalde, que cada vez tiene m¨¢s poder. Ciudades como Los ?ngeles o Atlanta casi no se transformaron con los Juegos. No queda ni un resto", dice comi¨¦ndose las alcachofas del huerto de la madre del cocinero.
El ejemplo que repite una y otra vez es Barcelona. Para Pasqual Maragall no tiene m¨¢s que buenas palabras. Burdett conoce bien la capital catalana. Tras los Juegos del 92, form¨® parte de una comisi¨®n de calidad urban¨ªstica dedicada a la planificaci¨®n de las nuevas ¨¢reas de la ciudad. "Formamos un gran equipo. Nos reun¨ªamos cada seis semanas y revis¨¢bamos los proyectos. Me encantar¨ªa copiarlo para Londres", explica.
Y con la lubina al horno ya ante s¨ª, se suelta con el proyecto de Juegos londinense. El dinero es clave. 9.200 millones de euros. ?De d¨®nde se podr¨ªan sacar de golpe sino de unos Juegos? "Podemos gastar 300 millones en soterrar el tendido el¨¦ctrico de la ciudad, y no parece tanto dinero". Pero el proyecto, dice ¨¦l, "debe servir para regenerar la ciudad". Para devolver el equilibrio entre el oeste rico y el este pobre. Por eso la zona ol¨ªmpica est¨¢ en una de las ¨¢reas m¨¢s deprimidas de Londres.
El COI est¨¢ obsesionado con el legado que dejan los Juegos. Pero para Burdett es sencillo. "Si en Londres no jugamos a baloncesto, ?para qu¨¦ queremos un pabell¨®n gigante?". Pues nada, la mayor¨ªa de sedes dise?adas son desmontables. Incluso dos tercios del futuro estadio podr¨¢n desarmarse y llevarse a otro pa¨ªs que lo necesite.
Burdett es un hombre pr¨¢ctico. Se mueve en Vespa por Londres. Vive cerca del trabajo, donde hay escuelas para sus dos hijos. No le gustan las cuatro torres de la ciudad deportiva del Real Madrid porque "nadie tiene ni idea ni de c¨®mo se llama ese sitio". Y, adem¨¢s, no come postre, proclama se?al¨¢ndose la par¨¢bola que dibuja su moderada barriga.
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