Espa?a en su coraz¨®n
Michael fue muy amigo de Espa?a y siempre la mantuvo en un lugar especial. Buena prueba de ello son los conciertos que ofreci¨®: adem¨¢s de los del a?o 92 (que formaron parte de su gira europea), en Madrid, Barcelona y Oviedo, otorg¨® a Espa?a un puesto especial a partir de 1993. Sus ¨²nicos conciertos en Europa en 1993, 1996 y 1997 fueron en Tenerife, Zaragoza y Valladolid respectivamente.
Recuerdo algunas an¨¦cdotas con Michael. En el concierto de Valladolid organizamos con el programa de Isabel Gemio un Sorpresa, Sorpresa propiciando un encuentro con un ni?o cuyo sue?o era conocer al artista. La sorpresa fue doble tanto para Michael como para el afortunado ni?o. Me cautiv¨® entonces la sencillez y la belleza con la que un artista con fama de inaccesible recibi¨® a este joven. Reaccion¨® con inmensa alegr¨ªa porque sab¨ªa que hac¨ªa feliz a ese chico. Otro artista de su fama quiz¨¢ no lo hubiese dado tanta importancia.
En Zaragoza, Michael se sent¨® en la terraza del hotel con los pies colgando en el vac¨ªo, yo le agarraba por detr¨¢s con un miedo enorme. En Barcelona, sal¨ªa a escondidas para ir a las tiendas a comprar discos y juguetes. Ante la sorpresa de los dependientes que dudaban si era Michael Jackson en persona, ¨¦l disfrutaba de ese anonimato exhibiendo una sonrisa ingenua al ver c¨®mo la gente se preguntaba si realmente era ¨¦l.
Recuerdo con cierta tristeza cuando, tras el concierto de Tenerife, le comunicaron que hab¨ªa sido acusado de pederastia en EE UU. Fue un golpe muy duro y devastador para ¨¦l. A partir de ese momento comenz¨® el calvario de acusaciones e injusticias que llevaron a Michael a un largo v¨ªa crucis de a?os. Portadas de peri¨®dicos, aperturas de telediarios y de casi todos los medios de comunicaci¨®n destrozaron todo lo que representaba y por lo que hab¨ªa luchado. Ten¨ªamos un proyecto con Lladr¨® que se cancel¨® inmediatamente.
Me he sentido muy triste durante todos estos a?os al ver la injusticia que estaba viviendo Michael en este tiempo. Lo he defendido en privado, en p¨²blico y en todos los foros posibles. No entend¨ªa c¨®mo se pod¨ªa manchar el nombre de uno de los m¨¢s grandes, un artista que era inspiraci¨®n para la juventud y un luchador inquebrantable a favor de la infancia y sus derechos. Ojal¨¢ aprendi¨¦ramos a valorar, querer y proteger a los grandes artistas cuando est¨¢n vivos y no s¨®lo aclamarlos cuando ya no est¨¢n entre nosotros.
Ha muerto el hombre, pero su esp¨ªritu y su m¨²sica sobrevivir¨¢n para siempre. Muerto el rey !Viva el rey!
Pino Sagliocco fue promotor de los conciertos de Michael Jackson en Espa?a entre 1992-1997.
Babelia
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