El camarote de los hermanos Marx
Vinok¨²rov anuncia que volver¨¢ a correr en el Astana de Contador y Armstrong, enfrentados de manera ineludible por el liderazgo del equipo
Como perseguido por una maldici¨®n, Alberto Contador observa, en unos proleg¨®menos del Tour m¨¢s agitados de lo que podr¨ªa desear, c¨®mo el pasado del ciclismo, los a?os feos, regresa para fastidiarlo. Y c¨®mo atra¨ªdos por un im¨¢n se concentran en su equipo, el Astana, nacido bajo el pecado original de Manolo Saiz. Primero fue Lance Armstrong, el coloso tejano, quien declar¨®, al anunciar su regreso mediada la Vuelta victoriosa del chico de Pinto, que volv¨ªa por sus hijos, contra el c¨¢ncer, porque a¨²n le divert¨ªa la bicicleta, y que lo hac¨ªa en el equipo de Johan Bruyneel -el director, belga, del Astana-, que no podr¨ªa imaginarse corriendo bajo otra direcci¨®n. Y ayer mismo, en el M¨®naco que ma?ana acoger¨¢ la contrarreloj inicial del Tour 2009, otro que regresa con cuentas pendientes, el kazajo Alexander Vinok¨²rov -expulsado del Tour 2007 por dopaje sangu¨ªneo, castigado con dos a?os, ya cumplidos-, anunci¨® que no podr¨ªa volver en otro equipo que no fuera el Astana, que m¨¢s que un equipo va a acabar convertido en el camarote de los hermanos Marx. "Es como mi ni?o", dijo el corredor que logr¨® que el Gobierno de Kazajist¨¢n financiara la ¨²ltima aventura de Saiz antes de que la Operaci¨®n Puerto se le llevara definitivamente por delante. "El d¨ªa 24 de julio cumplo mi sanci¨®n y volver¨¦ a correr. Si Bruyneel no me quiere en su equipo, que empiece a buscarse otro".
El conjunto entreg¨® ayer el dorsal 21, el primero de su cupo, al ciclista espa?ol
El tejano nunca ha escondido que el fin de su regreso es ganar su octavo Tour
Vinok¨²rov, de 35 a?os, anuncia su regreso pocas semanas despu¨¦s de que el Gobierno kazajo se comprometiera a cumplir su compromiso de patrocinio liberando seis millones de euros que ten¨ªa congelados. La sincron¨ªa de movimientos subraya la dependencia de Bruyneel respecto al feroz kazajo. Incapaz de encontrar un nuevo patrocinador pese al tir¨®n que significa contar con el corredor m¨¢s atractivo, Armstrong, y con el mejor, Contador, Bruyneel acept¨® el pacto con el diablo, lo que, en cierta manera, tambi¨¦n se?ala la imposibilidad de mantener el equipo en un futuro. Si, pasado el Tour, Bruyneel rompe con Kazajist¨¢n, Contador ser¨ªa libre de buscar nuevo equipo y hasta hace unas semanas ha negociado con varias alternativas. Ni Bruyneel ni Armstrong ni, por supuesto, Contador entraron ayer al trapo de Vinok¨²rov. El silencio de Contador es el m¨¢s l¨®gico: entre otras razones, porque, pese a lo fastidioso e incongruente de la situaci¨®n -el Astana al que todos los resucitados profesan amor eterno sobrevivi¨® en 2008 gracias a Contador, que por obligaci¨®n contractual disput¨®, y gan¨®, el Giro y la Vuelta: y su pertenencia al equipo creado por Vinok¨²rov le priv¨® de su derecho a defender su victoria en el Tour 2007-, el futuro no es lo que m¨¢s preocupa en estos momentos a Contador, en v¨ªsperas de un Tour que desea ganar y de una ineludible competencia con su compa?ero Armstrong por el liderazgo del equipo. Y, en este juego, de momento los s¨ªmbolos juegan a favor del espa?ol. De palabra, al anunciar el nueve del Tour, Bruyneel s¨®lo utiliz¨® la palabra l¨ªder para hablar de Contador -aunque no declar¨® expresamente que Armstrong deber¨ªa trabajar para el de Pinto-, y de hecho, ayer, al decidir los n¨²meros de los dorsales, el Astana otorg¨® el 21, el primero de su cupo, a Contador. Ello significa que el espa?ol ser¨¢ tambi¨¦n ma?ana el ¨²ltimo de su equipo que tome la salida de la contrarreloj, con lo que podr¨¢ contar con las referencias de Armstrong, con la ventaja que ello supone en una prueba que el propio estadounidense ha designado como elemento decisivo para pasar del papel a la realidad, de l¨ªder virtual a l¨ªder incontestado.
El tejano, de 37 a?os, que regresa al ciclismo despu¨¦s de casi cuatro de ausencia, nunca ha escondido que el fin ¨²ltimo de su retorno, la medida de su ¨¦xito, el argumento que justificar¨¢ su regreso, aparte de su contribuci¨®n al cambio social por el deporte -de momento, ¨¦xito: su fundaci¨®n ha aumentado un 5%, hasta ocho millones de euros, sus ingresos semestrales desde su vuelta y el n¨²mero de pulseras amarillas vendidas hasta mayo ha aumentado un 70%, hasta dos millones- es la conquista de su octavo Tour. "No s¨¦ si lo conseguir¨¦, pero por supuesto que lo intentar¨¦", dice en todas las entrevistas que concede; "aunque este a?o lo veo m¨¢s dif¨ªcil que en los siete anteriores en que gan¨¦". Niza y las colinas que rodean M¨®naco son de siempre su territorio favorito de entrenamiento y ayer, otro s¨ªmbolo, llev¨® a su equipo a subir el puerto de Madonne, el col que da nombre al modelo de bicicleta que manejan; el col en el que Michele Ferrari, cuando le entrenaba, le hac¨ªa los tests de forma.
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