El hombre del que todos sab¨ªan demasiado

La pr¨®rroga de confianza al jefe del espionaje espa?ol, Alberto Saiz (Cuenca, 1953), dur¨® exactamente 77 d¨ªas. Es el tiempo que ha transcurrido entre la decisi¨®n del Gobierno de mantenerle en su puesto tras cumplir los cinco a?os de mandato y la del propio Saiz de tirar la toalla para "evitar un posible deterioro del funcionamiento del CNI", seg¨²n afirm¨® ayer en un comunicado.

Era una pr¨®rroga muy fr¨¢gil. No por las acusaciones -que no han sido probadas- de cazar o bucear a cuenta del erario p¨²blico, sino por lo intensas que fueron las discusiones entre el presidente, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, la vicepresidenta Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega y la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, sobre su continuidad. Chac¨®n quer¨ªa relevarlo porque Saiz era un hombre de la confianza de Jos¨¦ Bono, no de la suya. Pero De la Vega convenci¨® a Zapatero. La buena sinton¨ªa con la vicepresidenta y la falta de un sustituto claro, le ratificaron al frente del espionaje espa?ol.

Fue el primer jefe del servicio secreto que convoc¨® una rueda de prensa

Su nombramiento en abril de 2004 conmocion¨® a casi todo el mundo. Su perfil no parec¨ªa el m¨¢s adecuado -ingeniero de montes sin m¨¢s experiencia pol¨ªtica que la Consejer¨ªa de Industria y la direcci¨®n de Medio Ambiente de Castilla La-Mancha-, pero logr¨® asentarse en su puesto y cuando su padrino, Bono, abandon¨® Defensa, nadie plante¨® que se fuera con ¨¦l.

A Saiz le han faltado amigos y le ha sobrado exposici¨®n. Pasar¨¢ a la historia como el primer jefe del espionaje que convoc¨® una rueda de prensa -para explicar que hab¨ªa un traidor en sus filas que hab¨ªa vendido secretos a Rusia- y el primero tambi¨¦n en acaparar titulares. El Mundo le dedic¨® muchos, con acusaciones hechas por fuentes an¨®nimas que empezaron a hablar s¨®lo tres d¨ªas antes de la fecha prevista para que el Gobierno decidiera sobre su continuidad. Para Saiz no hay duda de que detr¨¢s de esas denuncias est¨¢n sus compa?eros, los "resistentes al cambio", como llam¨® a los que nunca lleg¨® a convencer dentro de La casa.

Puede recordar ¨¦xitos y errores. Entre los primeros, los golpes a ETA, incluido su descabezamiento, al capturar al jefe militar, Txeroki, en noviembre pasado; o la lucha contra la inmigraci¨®n ilegal, que permiti¨®, probablemente, salvar muchas vidas. En el cap¨ªtulo de esc¨¢ndalos, el m¨¢s estrepitoso fue el caso Fl¨®rez, apellido del esp¨ªa traidor que vendi¨® secretos a Rusia; tambi¨¦n, la retirada de agentes en Cuba acusados de obtener informaci¨®n reservada del canciller y del vicepresidente.

Saiz insist¨ªa ayer en que hab¨ªa llevado las pruebas de su inocencia al Congreso. Pero no ha sido suficiente. Porque, como dijo su madrina, De la Vega, anunciando ya el desenlace: "No es bueno que el trabajo de los servicios secretos se cuestione continuamente".