El avi¨®n de Air France se estrell¨® contra el Atl¨¢ntico intacto y a gran velocidad
La comisi¨®n de investigaci¨®n descarta la hip¨®tesis de la explosi¨®n en vuelo
El Airbus 330 que sali¨® de R¨ªo de Janeiro con destino a Par¨ªs el 1 de junio con 228 personas a bordo y desapareci¨® en medio del oc¨¦ano Atl¨¢ntico de madrugada no se desintegr¨® en pleno vuelo: se estamp¨®, entero, contra el mar, cuando acumulaba una "gran aceleraci¨®n vertical". La Oficina de Investigaci¨®n y An¨¢lisis, organismo oficial franc¨¦s que se encarga de descubrir las causas de este enigm¨¢tico accidente, ha llegado a esa conclusi¨®n despu¨¦s de examinar algunas de las piezas del avi¨®n encontradas flotando en medio del oc¨¦ano d¨ªas atr¨¢s.
Por ejemplo: la forma que presentaba la deformaci¨®n de una plancha del fuselaje da fe del brutal impacto de la parte baja del avi¨®n en el agua. Tambi¨¦n los estantes de los muebles que guardaban la comida del men¨² del vuelo, arrumbados en el fondo, abajo, indican que el avi¨®n sufri¨® una ca¨ªda brusca y luego un explosivo choque contra el agua.
La deformaci¨®n de una plancha del fuselaje da fe del brutal impacto
El hecho de que hayan aparecido chalecos salvavidas sin desembalar revela otro dato: los pasajeros no se preparaban para un amerizaje de emergencia, bien porque nadie les inform¨® de ello y por tanto no lo esperaban o bien porque no tuvieron tiempo ni para sacar los chalecos de sus bolsas de pl¨¢stico. O porque estaban ya muertos.
El responsable de la investigaci¨®n, Alain Bouillard, confirm¨® otros datos, pero no aventur¨® el que todos buscan: qu¨¦ es lo que caus¨® que el avi¨®n se viniera abajo. Para eso "hay que esperar" a¨²n, dijo.
La situaci¨®n meteorol¨®gica no era buena: hac¨ªa mal tiempo, tormentoso, con turbulencias, pero tampoco excepcionalmente malo. Bouillard la defini¨® como una "situaci¨®n clim¨¢tica cl¨¢sica" de esa zona en junio. Ahora bien: un vuelo de la compa?¨ªa espa?ola Iberia, que pas¨® por ese mismo sitio poco despu¨¦s que el Airbus, modific¨® su ruta prevista para sortear la tormenta. No as¨ª el piloto del avi¨®n accidentado, que se mantuvo fiel a la ruta predeterminada.
El avi¨®n emiti¨® esa madrugada, desde las 2.10 a las 2.15, veinticuatro mensajes autom¨¢ticos. ?stos describen una progresiva y determinante serie de fallos en el sistema central del aparato: se dislocan los medidores de velocidad, que muestran datos contradictorios y que acarrean lo que sigue: se desconecta el piloto autom¨¢tico, se vuelve al mando manual...
Bouillard asegur¨® que no puede asegurar que lo que fall¨® fueran las sondas Pilot encargadas de medir la velocidad del avi¨®n y puestas en cuesti¨®n por algunos pilotos. Tampoco, a?adi¨® Bouillard, puede asegurar lo contrario, esto es, que estas sondas, una especie de pistolas que se adhieren a la cabina del avi¨®n en direcci¨®n al vuelo, no tengan nada que ver. "Eso es lo que estamos investigando ahora", a?adi¨®.
Antes, a la 1.40, la tripulaci¨®n intent¨® ponerse en contacto con el puesto de control de Dakar. No pudo debido a que los t¨¦cnicos de este pa¨ªs no se encontraban advertidos. La agencia de investigaci¨®n sostiene que Brasil intent¨® "efectuar el traspaso de vuelo" a fin de que fueran los t¨¦cnicos africanos los que se encargaran de su seguimiento. Pero Dakar no consign¨® el mensaje. No se sabe a¨²n por qu¨¦. Bouillard no lo precis¨®. De hecho, quien dio la voz de alarma de que el avi¨®n hab¨ªa desaparecido fue la estaci¨®n de seguimiento de Madrid. "Eso pudo retrasar un par de horas las labores de rescate", precis¨® Bouillard.
Con todo, poseen pocos elementos "para completar el rompecabezas". A los investigadores les faltan piezas. Muchas se esconden en la caja negra, hundida en medio del oc¨¦ano. Desde el martes, la bater¨ªa que emite una se?al localizadora puede haberse agotado. Si no lo ha hecho, lo har¨¢ pronto. La buscar¨¢n s¨®lo hasta el 10 de julio. M¨¢s all¨¢ ser¨ªa in¨²til.
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