Eternamente Mozart
Minkowski dirige en Aix una versi¨®n teatral de 'Idomeneo'
En la actual edici¨®n -la n¨²mero 61, ya-, el Festival de Aix-en-Provence distribuye sus amores entre Mozart y Wagner. Si los amores por Wagner son pasajeros, los que siente por Mozart son eternos. El de Aix es seguramente el festival europeo con una tradici¨®n mozartiana m¨¢s s¨®lida al lado de los de Salzburgo en Austria y Glyndebourne en Reino Unido.
Cuando uno echa un vistazo a los espect¨¢culos mozartianos vistos en la villa provenzal en las ¨²ltimas d¨¦cadas, se queda sencillamente alucinado. El idilio de amor por Wagner, de la mano de Rattle y la Filarm¨®nica de Berl¨ªn en las ¨²ltimas cuatro ediciones, no ha hecho sino reforzar, si cabe, los lazos con Mozart. Y para el a?o pr¨®ximo ya se ha anunciado un nuevo Don Giovanni en coproducci¨®n con el Teatro Real de Madrid, con Dmitri Cherniakov de director de escena. En la actual edici¨®n conviven las mozartianas La flauta m¨¢gica e Idomeneo, con Jacobs y Minkowski a la batuta. No est¨¢ nada mal.
Idomeneo se estren¨® anteayer y estar¨¢ en cartel hasta el 17 de julio. Despu¨¦s, Minkowski y Les Musiciens du Louvre viajar¨¢n a Santiago de Compostela para ofrecerla en versi¨®n de concierto el d¨ªa 20. Minkowski hace una lectura incisiva, teatral, camer¨ªstica y hasta intimista del drama de Mozart. Se utiliza la versi¨®n para tenor en el personaje de Idamante -un acierto- y no se suprime, como es habitual, la m¨²sica sinf¨®nica de Mozart para el ballet final. La obra pierde entonces tensi¨®n y se alarga innecesariamente.
La producci¨®n de Aix dirigida por Olivier Py promete m¨¢s de lo que da. El arranque es fulminante con la separaci¨®n entre los vencedores inmobiliarios y los vencidos emigrantes. Se mezclan ¨¦pocas subrayando la pervivencia de la tragedia. Hay ritmo, recursos t¨¦cnicos y est¨¦ticos, tensi¨®n dram¨¢tica. A partir de cierto momento, sin embargo, da la sensaci¨®n de que el director esc¨¦nico se embriaga de su propia maquinaria y, en vez de servirse de ella para que los cantantes respiren y el drama progrese, pone toda la acci¨®n teatral al servicio del artilugio escenogr¨¢fico y sus posibilidades. Las sugerentes ideas iniciales se pierden por exceso tecnol¨®gico y falta de sentido de la medida.
Los tenores resuelven sus papeletas con gran solvencia. No se puede pedir m¨¢s de Richard Croft, Yann Beuron o Xavier Mas. Sophie Karthauser dibuja una Ilia reivindicativa y la inevitable Mireille Delunsch acent¨²a los aspectos m¨¢s tr¨¢gicos del drama.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.