Las mentirijillas de los jefes
Contador lamenta que Armstrong no se vistiera de amarillo y el tejano dice que es un l¨ªder "por experiencia, no por ser el m¨¢s fuerte"
Una vi?eta en una web de ciclismo no desaprovechaba la pol¨¦mica generada con Alberto Contador y Lance Armstrong tras la etapa del lunes para poner un poco de humor en una herida, presuntamente, familiar: un periodista entrevistaba a Armstrong y por detr¨¢s Contador le susurraba al o¨ªdo: "Preg¨²ntale cu¨¢ndo me va a atacar en la contrarreloj por equipos". Llegado el momento, el de Pinto y el de Austin funcionaron como compa?eros, aunque sus caracter¨ªsticas personales sean tan distintas. Una guerra civil en una etapa de tales condiciones m¨¢s que un desastre hubiera sido una imbecilidad supina. Y no la hubo.
Armstrong buscaba lo que Johan Bruyneel, el director del Astana, no quer¨ªa, el liderato, y Contador, seguramente, quer¨ªa lo que Armstrong no deseaba, que las cosas siguieran igual, aunque fuera bajo el manto de la guerra psicol¨®gica que amenaza con seguir etapa tras etapa. "Ha sido una pena que Armstrong no haya podido coger el maillot amarillo, pero, bueno, s¨®lo llevamos cuatro d¨ªas de Tour y parece que llevemos un mundo".
Las mentirijillas tambi¨¦n van a misa y son tan v¨¢lidas o piadosas como las de Armstrong. M¨¢s en verdad, Contador reconoc¨ªa una situaci¨®n favorable, las ventajas obtenidas sobre favoritos como Sastre, Menchov, Evans o los hermanos Schleck. "Vistas las diferencias, no les quedar¨¢ otro remedio que lanzar ataques desde lejos, cuando llegue la monta?a", dec¨ªa Contador, a sabiendas de que eso favorece a sus intereses.
Mientras eso llega, el juego contin¨²a. Ayer, la m¨¢quina del Astana funcion¨® a la perfecci¨®n. Sin un mal gesto, sin un error, sin una ca¨ªda (y hubo muchas en el primer tramo, sobre cuya peligrosidad ya advert¨ªa hace unos d¨ªas Eusebio Unzu¨¦, el manager del Caisse d'?pargne) y con las bajas previstas en el trayecto de Rast, Muravyev y Popovich). Se le notaba activo a Armstrong, incluso en la gestualidad sobre la bicicleta, demasiado a lo grimpeur, pero entregado a la causa con una fe inquebrantable. M¨¢s suelto circulaba Contador, transmitiendo mayor control del esfuerzo. Solidarios ambos con ellos mismos y con el resto. En la parte final del trayecto, el protagonismo le correspondi¨® a Contador, que lo dio todo para ara?ar segundos al cron¨®metro, pero Armstrong ya hab¨ªa gastado sus mejores fuerzas y perdi¨® el amarillo por una minipedalada.
Armstrong no es l¨ªder del Tour por cent¨¦simas, pero se siente el l¨ªder moral del equipo. Su forma de recibir a los compa?eros, incluido Contador, al terminar la crono, era el recibimiento generoso del jefe por el deber cumplido. Una escenificaci¨®n de su lugar en la escala jer¨¢rquica. "Existen dos formas de ser el l¨ªder de un equipo: una, la del que gana, por ser el m¨¢s fuerte, y otra la del que aporta experiencia. ?sta ¨²ltima es mi funci¨®n en el equipo", dijo Armstrong en su primera rueda de prensa oficial, como mejor clasificado del equipo ganador de la etapa. Contador se acerc¨® al microb¨²s como uno m¨¢s entre la montonera de p¨²blico y periodistas que cada d¨ªa celebran el milagro de que ning¨²n accidente suceda. Entre la marabunta, alguien alz¨® los brazos al cielo vociferando el nombre de Armstrong. No daba gracias a Dios por la victoria del Astana. Simplemente vend¨ªa pulseras amarillas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.