"Hoy es muy dif¨ªcil ense?ar"

Mar¨ªa M¨¦ndez (Gij¨®n, 1951) lleva ejerciendo 35 a?os como profesora, una labor de la que sigue "enamorada como el primer d¨ªa". Pero lo que ve en las aulas del instituto en el que trabaja en Bilbao -un centro con fama de conflictivo cuyo nombre ella pide que no sea mencionado, para no hacer m¨¢s grande el estigma- le preocupa y mucho: "Hoy es muy dif¨ªcil hacerse con una clase y ense?ar. La calidad de la educaci¨®n est¨¢ cayendo". Esta profesora de matem¨¢ticas y lengua decidi¨® tomar cartas en el asunto y escribi¨® Atr¨¦vete a educar (Ediciones Beta), un libro que, sin ninguna promoci¨®n, ha logrado colocar su primera edici¨®n en la mayor¨ªa de librer¨ªas de Euskadi.

Este ensayo -no es el primero que escribe M¨¦ndez, quien ya estuvo nominada a los premios Emakunde de 2006 con uno sobre violencia de g¨¦nero- es una cr¨ªtica abierta a la forma en la que muchos padres, cree ella, educan a sus hijos: "No les ponen l¨ªmites y les est¨¢n convirtiendo en peque?os tiranos". M¨¦ndez critica tambi¨¦n que "las sucesivas reformas educativas han ido quitado autoridad a los profesores en favor de los progenitores", pero opina que los padres no han tomado el testigo.

"Las reformas han quitado autoridad a los profesores, y los padres no han tomado el testigo"

"Hay chicos que no han o¨ªdo un 'no' hasta que han llegado a la escuela"

Y, por otro lado, muchos padres tampoco reconocen la autoridad que les queda a los docentes: "Cuando a m¨ª me castigaban en el colegio, llegaba a mi casa y mi madre me pon¨ªa otro castigo. Hoy, cuando castigo a alumnos, tengo a padres recrimin¨¢ndomelo enseguida. Y muchas veces delante de sus hijos".

Atr¨¦vete a educar est¨¢ basado en la experiencia de M¨¦ndez como profesora y como madre de dos hijos -ya veintea?eros-, pero se apoya en abundantes citas de psic¨®logos como Bernab¨¦ Tierno o Roger Goult, del defensor del menor Javier Urra o del juez de Granada Emilio Calatayud, quien se hizo c¨¦lebre por sus sentencias ejemplares a menores. "Me centro en aspectos de la educaci¨®n sobre los que a¨²n no hay mucha literatura, como las adicciones no t¨®xicas: el m¨®vil, los videojuegos...", a?ade. Habla de reglas, pero, sobre todo, de dedicar tiempo y de escuchar.

M¨¦ndez se defiende de quien tacha de antiguo su discurso y critica a los padres que identifican modernidad con libertad absoluta. Quiere una educaci¨®n "ni tan f¨¦rrea como la de esos padres de antes que no atend¨ªan a razones, ni tan laxa como ahora". Defiende la existencia de la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, pero echa de menos que "empiece en casa".

"Tanta permisividad en el hogar ha hecho que haya chicos que no oigan un 'no' hasta que llegan a la escuela, y cuando se les dice por primera vez, se rebelan. Pueden llegar a la violencia f¨ªsica, pero lo m¨¢s normal es una actitud de disrupci¨®n total de la clase". M¨¦ndez tira de hemeroteca para apoyar lo que dice haber visto con sus propios ojos: "De 2007 a 2009 se ha incrementado en un 17% el maltrato de hijos a padres".