Ciencias pol¨ªticas
Le¨ªa en este peri¨®dico hace unos d¨ªas una breve semblanza de Juanita Sierra, una ilustradora colombiana, quien contaba que hab¨ªa estudiado Ciencias Pol¨ªticas porque quer¨ªa saber c¨®mo funciona el mundo y "Bellas Artes para reponerme del susto de saberlo". Ah, sin duda un contrapeso muy sabio. Pessoa defin¨ªa el arte como aquello que "nos saca de aqu¨ª". La paleta de grises de ese aqu¨ª puede tener muchos nombres, pero a menudo tiene, desde luego, los de la realidad sociopol¨ªtica.
A veces los propios estudios de Ciencias Pol¨ªticas pueden servir, sin embargo, para "sacarnos de aqu¨ª". El caso m¨¢s impresionante que conozco al respecto es el de Ayaan Hirsi Ali, tal como lo relata en su estupenda autobiograf¨ªa Mi vida, mi libertad. Nacida en Somalia en 1969, Ayaan conoci¨® el exilio muy temprano, cri¨¢ndose en Arabia Saud¨ª, Etiop¨ªa y Kenia. Sometida a la ablaci¨®n a la edad de cinco a?os, su infancia y su juventud estuvieron marcadas por una ortodoxa y f¨¦rrea fe isl¨¢mica. A los 22 a?os su padre concert¨® su boda con un hombre al que ella ni siquiera conoc¨ªa. Era impensable que una joven musulmana se enfrentara a su padre y a todo su clan, as¨ª que tom¨® un avi¨®n para reunirse con su esposo en Canad¨¢. Cuando el avi¨®n hizo una escala en una ciudad alemana, sali¨® a pasear sola por primera vez en su vida. Y entonces tom¨® la decisi¨®n que cambiar¨ªa radicalmente su destino: montarse en un tren a ?msterdam, escapar, decidir ser libre. "Ese d¨ªa nac¨ª como persona", afirma.
Consigui¨® el estatus de refugiada en Holanda y comenz¨® a estudiar Ciencias Pol¨ªticas en la universidad. ?Por qu¨¦? Porque no pod¨ªa quitarse de la cabeza una pregunta: "?ste era un pa¨ªs infiel, cuyo modo de vida los musulmanes deb¨ªan rechazar y combatir. ?Por qu¨¦, entonces, funcionaba mucho mejor, estaba mejor dirigido y hac¨ªa que se viviera mejor que en los lugares de donde ven¨ªamos? ?Por qu¨¦ los infieles ten¨ªan paz y los musulmanes se mataban entre s¨ª, cuando nosotros ¨¦ramos los que vener¨¢bamos al Dios verdadero?". La voraz lectura de la historia de las ideas transform¨® en adelante su visi¨®n del mundo. La sac¨® del aqu¨ª en que hab¨ªa sido criada, y tuvo la audacia de pensar por s¨ª misma.
Los resultados de esa transformaci¨®n son m¨¢s conocidos: fue elegida diputada por el Partido Liberal holand¨¦s y escribi¨® el gui¨®n del cortometraje por el que el director Theo van Gogh ser¨ªa asesinado. Desde entonces vive amenazada de muerte, pero no deja de denunciar la da?ina tolerancia que gran parte de Occidente ejerce, en nombre del multiculturalismo, respecto a los inmigrantes musulmanes a los que se les permite y se les subvenciona para que creen su propia comunidad, con su sistema educativo, su c¨®digo del honor, su legitimaci¨®n del maltrato a las mujeres, etc. Hirsi Ali explica con voz firme que el Islam necesita una Ilustraci¨®n y que Occidente debe ayudar a promoverla. Ella ya ha empezado.
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