Amnon Kapeliouk, el amigo israel¨ª de Yasir Arafat
Amnon Kapeliouk no se deshizo de esa sonrisa bonachona que le caracterizaba pese a los momentos de apuros por los que pasamos aquella tarde del 8 de agosto de 1982. El periodista y escritor israel¨ª, que entonces ten¨ªa 52 a?os, era esperado por Yasir Arafat, el carism¨¢tico l¨ªder de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) en el Beirut cercado por el Ej¨¦rcito de Israel que hab¨ªa invadido L¨ªbano. Arafat hab¨ªa accedido a conceder su primera entrevista a un corresponsal israel¨ª.
El jefe palestino hab¨ªa dispuesto que uno de sus hombres esperar¨ªa al hu¨¦sped en el control que en un extremo de la Gal¨¦rie Semaan ejerc¨ªan sus milicianos junto con los libaneses nasseristas. La Gal¨¦rie Semaan, el nombre de una tienda de muebles con el que hab¨ªa sido bautizado un acceso a¨²n abierto a la capital sitiada, era una amplia avenida que los coches recorr¨ªan a gran velocidad para sortear los disparos de los francotiradores.
El intelectual jud¨ªo y el jefe palestino se conocieron en Beirut en 1982
Kapeliouk escribi¨® una extensa y complaciente biograf¨ªa de Arafat
El periodista israel¨ª sospechaba que Arafat muri¨® tras ser envenenado
El Mini Morris de Lucien Georges, corresponsal de Le Monde en L¨ªbano, no fue tiroteado, pero al llegar al puesto de control el emisario de Arafat encargado de franquear la entrada de Kapeliouk no apareci¨®. ?Qu¨¦ dir¨ªan los milicianos cuando tuvieran entre sus manos el pasaporte de Kapeliouk expedido en Jerusal¨¦n? Les imaginaba ya gritando "?esp¨ªas!" mientras nos enca?onaban. Afortunadamente uno de ellos me reconoci¨® -d¨ªas antes cenamos en casa de su t¨ªo- y nos abri¨® sonriente las puertas del Beirut musulm¨¢n.
Un veh¨ªculo de la OLP recogi¨® horas despu¨¦s a Kapeliouk en su hotel y le condujo hasta el escondite de Arafat. Aquella entrevista fue una gran exclusiva period¨ªstica que escandaliz¨® al Gobierno israel¨ª del Likud. A¨²n estaban prohibidos los contactos con un enemigo tachado de terrorista. Pero el encuentro tambi¨¦n supuso el inicio de una gran amistad entre un jud¨ªo laico y progresista y el l¨ªder del nacionalismo palestino.
Kapeliouk hab¨ªa nacido en 1931 en Jerusal¨¦n, entonces bajo mandato brit¨¢nico, en el seno de una familia empe?ada en convivir en paz con los palestinos. De ah¨ª que aprendiera el ¨¢rabe que hablaba con la misma fluidez que el hebreo. Se doctor¨® en Filosof¨ªa en La Sorbona, la universidad parisina que tambi¨¦n frecuent¨® Olga, su futura esposa, una fil¨®loga de reputaci¨®n mundial con la que tuvo dos hijas. Adquiri¨® adem¨¢s la nacionalidad francesa lo que le permiti¨® recorrer algunos pa¨ªses ¨¢rabes de tapadillo.
Empez¨® colaborando como periodista con Al Hamishmar, el desaparecido diario del Mapam, un partido a la izquierda del laborismo, aunque despu¨¦s escribi¨® en Yediot Aharonot, el principal rotativo del pa¨ªs. Durante los ¨²ltimos a?os publicaba en Haaretz, al que describ¨ªa como "la ¨²nica voz cr¨ªtica" de la prensa israel¨ª. Estaba muy preocupado por la supervivencia econ¨®mica de ese peri¨®dico. Escribi¨® tambi¨¦n varias tribunas en EL PA?S.
Compagin¨® su labor period¨ªstica con una amplia producci¨®n literaria. No en balde pose¨ªa un conocimiento enciclop¨¦dico de la historia de Oriente Pr¨®ximo. El m¨¢s c¨¦lebre de sus libros fue una extensa y complaciente biograf¨ªa de Arafat (Espasa-Calpe, Madrid 2005). Menos ben¨¦volas fueron sus otras obras como Sabra y Chatila: investigaci¨®n sobre una matanza, en la que puso de relieve la complicidad del Ej¨¦rcito israel¨ª con la matanza colectiva, en las afueras de Beirut en septiembre de 1982, de m¨¢s de 2.000 civiles palestinos.
Rabin: un asesinato pol¨ªtico, publicado en 1996, es un alegato contra los ultranacionalistas jud¨ªos a los que Kapeliouk acusa de haber creado un clima propenso al atentado que cost¨® la vida al primer ministro de Israel art¨ªfice de los acuerdos de Oslo de 1993. Permitieron sellar la paz entre israel¨ªes y palestinos y abrieron la v¨ªa a la creaci¨®n de un Estado palestino.
Desde aquella entrevista de Beirut Arafat convirti¨® a Kapeliouk en un testigo privilegiado de la transformaci¨®n de la OLP. Asisti¨® a sus congresos y padeci¨® con Arafat, en 2002, el bombardeo de su cuartel general, la Moukhata, por los carros israel¨ªes.
No fueron las bombas, seg¨²n sospechaba Kapeliouk, sino un veneno sofisticado puesto a punto por el servicio secreto israel¨ª el que dos a?os m¨¢s tarde acab¨® en Par¨ªs con la vida del dirigente palestino. Intent¨® reunir elementos para escribir un libro con el que respaldar la conjetura que ya apunt¨® en su art¨ªculo ?Ha sido asesinado Arafat? publicado en 2005 en Le Monde Diplomatique. Aparentemente no lo logr¨®.
Falleci¨® en su ciudad, Jerusal¨¦n, el 26 de junio pasado, a los 78 a?os, d¨ªas despu¨¦s de haber sido sometido a una operaci¨®n quir¨²rgica para aliviar una dolencia que padec¨ªa en los ri?ones.
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