Catalu?a se convierte a la "laicidad positiva"

Impulsada por el tripartito para acabar con la discriminaci¨®n que sufren las religiones minoritarias a la hora de abrir oratorios, la Ley de Centros de Culto est¨¢ lista para votarse en el Parlament la pr¨®xima semana. Es un texto recontramodificado: sus s¨®lo 15 art¨ªculos han sufrido 96 enmiendas (el tripartito se ha autoenmendado 32 veces; CiU ha presentado 33 enmiendas; el PP, 18, y el Grupo Mixto, 13). Los convergentes mantienen una enmienda viva, para que se discuta en el pleno: es la que pide que se elimine el t¨¦rmino laicidad del pre¨¢mbulo del texto y se sustituya por no confesionalidad. Una discusi¨®n en la que caben teolog¨ªa, ideolog¨ªa y pol¨ªtica, y que enfrenta de nuevo a socios del tripartito. Porque mientras que el PSC y ERC est¨¢n dispuestos a admitir la expresi¨®n laicidad positiva, ICV no da su brazo a torcer.

La Ley de Centros de Culto ha sufrido sucesivas modificaciones que han desvirtuado el fin que persegu¨ªa: su primera versi¨®n obligaba a los alcaldes a reservar suelo para uso religioso y el texto definitivo habla s¨®lo de que "prevean" suelo seg¨²n sus "necesidades y disponibilidades". La redacci¨®n final disgusta a las confesiones minoritarias, sobre todo a los musulmanes, quienes m¨¢s rechazo sufren cuando quieren abrir mezquitas.

La de la palabra laicidad es la ¨²ltima batalla que afronta el texto. CiU considera que laicidad es excluyente y contiene una fuerte carga pol¨ªtica; por el contrario, sus diputados defienden el t¨¦rmino no confesionalidad o aconfesionalidad porque es el que aparece en la Constituci¨®n Espa?ola, explica la diputada de CiU en la comisi¨®n, Gl¨°ria Renom. Pese a que la enmienda ya fue rechazada en la comisi¨®n que ha redactado la ley -como lo fue y lo ser¨¢ la que pide que se mencione la religi¨®n cat¨®lica como "mayoritaria del pa¨ªs"-, ahora el PSC est¨¢ dispuesto a ceder ante CiU. En un ejercicio de ni t¨², ni yo, los socialistas aceptan utilizar los t¨¦rminos laicidad positiva. La pol¨¦mica est¨¢ servida, porque los diputados de ICV no quieren ceder. Emerge, pues, la tercera discrepancia en el seno del Parlament entre los ecosocialistas y sus socios del tripartito, despu¨¦s de desmarcarse de parte de la Ley de Educaci¨®n y del veto a la iniciativa popular para prohibir los transg¨¦nicos.

"No es posible hablar de laicidad positiva porque ser¨ªa admitir que hay una laicidad negativa", defiende la diputada de ICV en la ponencia, Laura Massana. "No lo aceptamos", subraya en nombre de su grupo parlamentario. Massana conf¨ªa "en los d¨ªas que quedan" para convencer al PSC para que no ceda. Pero la ponente socialista, la diputada Consol Prados, est¨¢ dispuesta a aceptar laicidad positiva. "Lo consideramos porque creemos que es importante que la ley se apruebe con el m¨¢ximo de consenso, mantenemos laicidad, con una suerte de apellido, no debe darnos miedo", argumenta.El relator ponente de la ley, Miquel ?ngel Estrad¨¦, de ERC, resta importancia a la cuesti¨®n. "Es una pol¨¦mica artificial y exagerada", dice. Estrad¨¦ considera que "la laicidad es irrenunciable" y al mismo tiempo entiende que no hay problema en "encontrar una frase para dejar claro que no se excluye a nadie". El PP, recuerda la diputada ?ngels Olano, pide la supresi¨®n entera del pre¨¢mbulo. "Laicidad es una expresi¨®n desafortunada, pretender que un Estado laico tenga que considerar el hecho religioso es actuar como si ¨¦ste no existiera, es situarse fuera de la realidad", opina Olano.

La pol¨¦mica, trat¨¢ndose de un Parlamento, deja perplejos a los te¨®logos. "Es una sutileza, han ca¨ªdo en un escolasticismo medieval impropio de pol¨ªticos del siglo XXI", opina Rafael Aguirre, ex decano de la Facultad de Teolog¨ªa de Deusto. M¨¢s cr¨ªtico es Juan Jos¨¦ Tamayo. "De nuevo los cl¨¦rigos han ganado la batalla. Comenzaron diciendo que la laicidad era buena [tradicionalmente se entiende como neutralidad] y el laicismo malo [tiene la connotaci¨®n de que lo religioso se restrinja al ¨¢mbito privado] y, no contentos con ello, hablan de 'laicidad positiva'. Estoy totalmente en contra. ?ste es un juego de lenguaje en el que los progresistas perdemos siempre", dice el reconocido te¨®logo. Tamayo responde, adem¨¢s, a la enmienda de CiU que el Tribunal Constitucional dict¨® una sentencia en 2001 "que dice que laicidad y no confesionalidad es lo mismo".

Desde Montserrat, el monje Hilari Raguer recuerda que en 2005, en su visita de Estado a Italia, el papa Benedicto XVI se refiri¨® a la "sana laicidad del Estado" y que en 2007 el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, lanz¨® el concepto de "laicidad positiva" cuando visit¨® Roma. "Sarkozy es muy inteligente", apunta Aguirre, "se refer¨ªa a una corriente intelectual, una l¨ªnea de pensamiento que defiende que la presencia p¨²blica de lo religioso es culturalmente y socialmente beneficiosa, y contribuye a la cohesi¨®n, pero esto puede dar agarre a la Iglesia para pedir ciertas prerrogativas en cuanto benefactora".