Obiang emplaza a Zapatero a ir este a?o a Guinea para recuperar la relaci¨®n

La segunda jornada de la visita del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, a Guinea Ecuatorial tom¨® aires de terapia colectiva. El presidente del pa¨ªs, Teodoro Obiang, recurri¨® incluso a la par¨¢bola del hijo pr¨®digo para lamentar el abandono de Espa?a hacia su ex colonia. "Si el distanciamiento al que nos abocan ha sido fruto de una penalizaci¨®n, un buen padre debe saber perdonar a un hijo insolente y descarriado", declar¨®.

Pero no todas sus palabras fueron tan humildes. Obiang desgran¨® un rosario de reproches y convirti¨® en blanco de su recriminaci¨®n a los medios de comunicaci¨®n espa?oles, a los que acus¨® de da?ar las relaciones entre los dos pa¨ªses. Despechado, se quej¨® de haber sido atacado "suciamente" durante su ¨²ltimo viaje a Espa?a, en 2006, cuando tuvo que cancelar una visita al Congreso para evitar un plante de los grupos parlamentarios.

La paradoja es que estas declaraciones las realiz¨® durante un encuentro sin precedentes con periodistas espa?oles, a los que durante casi una hora respondi¨® sobre asuntos tan delicados como las denuncias de torturas o de blanqueo de dinero. Obiang hizo un ejercicio de mano tendida hacia Espa?a y expres¨® su confianza en que el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero visite su pa¨ªs antes de que acabe el a?o; aunque por su tono pareci¨® m¨¢s un emplazamiento que una invitaci¨®n. "Yo he hecho varios viajes a Espa?a. ?Por qu¨¦ no viene Zapatero? Es absurdo, tiene que venir".

Obiang defendi¨® el car¨¢cter democr¨¢tico de su r¨¦gimen, aunque no tuvo empacho en asumir el calificativo de dictador, "porque soy yo", dijo, "el que dicta las normas"; asegur¨® que en Guinea Ecuatorial "no hay ninguna tortura pr¨¢cticamente", y record¨® que ninguna ley proh¨ªbe que los hijos del presidente se dediquen a la pol¨ªtica, para justificar la presencia de dos suyos en el Gobierno.

Frente al informe de Human Rights Watch que asegura que los fabulosos beneficios del petr¨®leo se los reparte la ¨¦lite dirigente, asegur¨® que se invierten en un plan de infraestructuras y que la mayor parte de la poblaci¨®n est¨¢ satisfecha. "El problema es que los guineanos no quieren trabajar y yo no puedo regalar dinero a los holgazanes", agreg¨®. Las acusaciones de blanquear dinero a trav¨¦s de la banca Riggs las despach¨® explicando que si deposit¨® all¨ª los fondos del tesoro guineano fue para evitar el pago de comisiones por los cheques de las petroleras estadounidenses.

Por la ma?ana, Obiang se reuni¨® con los parlamentarios espa?oles, ante quienes se quej¨® de que la antigua metr¨®poli se inmiscuye en los asuntos internos de su pa¨ªs. I?aki Anasagasti, del PNV, y Miquel Bofill, de Entesa Per Catalunya, le contestaron que una cosa es la injerencia y otra la preocupaci¨®n por los derechos humanos. Previamente, la delegaci¨®n se hab¨ªa entrevistado con el ¨²nico diputado de la oposici¨®n en el Parlamento local, Pl¨¢cido Mik¨®, a cuyo juicio la democratizaci¨®n lejos de avanzar retrocede hacia un sistema de partido ¨²nico de hecho.

Moratinos -que fue condecorado como Manuel Fraga con la orden de la Independencia de Guinea Ecuatorial- intent¨® persuadir a Obiang de que acepte deportivamente las cr¨ªticas de los medios de comunicaci¨®n espa?oles. "A veces se publican comentarios en Espa?a que no gustan en Guinea Ecuatorial. No debe tomarlos a mal", le dijo. Ser¨¢ dif¨ªcil mantener un equilibrio. Ayer, Obiang se comprometi¨® a permitir que la prensa espa?ola pueda cubrir las pr¨®ximas elecciones, lo que impidi¨® en los ¨²ltimos comicios. Pero lanz¨® una advertencia a los periodistas: "Si segu¨ªs en la misma actitud negativa, no s¨¦ lo que va a resultar".