"La bater¨ªa es el fundamento del jazz"
Lleva en el negocio de la m¨²sica desde 1945... y lo que le queda: "no s¨¦ c¨®mo lo hago pero siempre estoy yendo a alguna parte a dar un concierto. Mis nietos me dicen que no tengo remedio". A sus 85 juveniles a?os, Roy Owen Haynes (Roxbury, Massachusetts, 1925) mantiene vivo el esp¨ªritu que le convirti¨® en el baterista favorito de Thelonious Monk, Stan Getz o Sarah Vaughan: "Todos me preguntan por mi secreto de la longevidad, pues bien: no tengo ni idea. Lo ¨²nico que s¨¦ es que disfruto cada momento que estoy sobre un escenario. No hago ning¨²n tipo de ejercicio ni un r¨¦gimen, deber¨ªa hacerlo, lo s¨¦, pero no lo hago. Yo tendr¨ªa que ser un tipo viejo, gordo y cansado que pasa el d¨ªa viendo la tele, sin embargo, aqu¨ª me ve, disfrutando de la vida, de mis nietos, de la m¨²sica... Hace algunas noches estaba en Delaware participando en un homenaje a Clifford Brown, toqu¨¦ con Roy Hargrove y otros m¨²sicos muy j¨®venes, y fue algo fant¨¢stico. Hacer este tipo de cosas me devuelve a la vida".
"Yo no hablo demasiado, es mi m¨²sica la que lo hace por m¨ª"
"No tengo ni idea de qu¨¦ voy a tocar en los conciertos en Europa"
Aunque son muchos quienes acuden a ¨¦l en busca de consejo, Haynes sigue neg¨¢ndose de forma categ¨®rica a seguir el camino de la docencia; lo que tiene que decir, lo dice a trav¨¦s de su m¨²sica: "Procuro no hablar demasiado a los m¨²sicos con los que toco y que mi interpretaci¨®n hable por m¨ª. Al fin y al cabo, los j¨®venes tienen hoy a su disposici¨®n un mont¨®n de escuelas donde se les ense?a todo lo que hay que saber en torno al jazz. Yo no soy imprescindible. Sin embargo, la situaci¨®n es un tanto parad¨®jica. Por un lado, hay m¨¢s chicos que nunca aprendiendo a tocar jazz, y a un tiempo, podr¨ªa decirse que el jazz es un arte casi perdido; la m¨²sica no llega a la televisi¨®n ni a la radio y no abundan los lugares donde tocarla. La pregunta es: todos estos m¨²sicos j¨®venes, ?d¨®nde van a trabajar? En mis tiempos lo ten¨ªamos m¨¢s f¨¢cil...".
En A Life in time (triple CD distribuido por Karonte) se recogen 40 interpretaciones del baterista junto a Etta James, John Coltrane, Sonny Rollins o su antiguo compa?ero de correr¨ªas, Miles Davis. Durante algunos a?os, Haynes y Miles fueron u?a y carne. Ambos compart¨ªan la afici¨®n por la buena m¨²sica, los trajes de marca y los deportivos: "Sol¨ªamos echar carreras a ciegas de noche por Central Park y luego iba Miles pavone¨¢ndose ante las chicas con que hab¨ªamos hecho pedazos un Oldsmobile o lo que fuera... aquella fue una ¨¦poca salvaje".
Como Miles, el baterista -elegido en 1960 como uno de los hombres mejor vestidos de Am¨¦rica junto a Fred Astaire, Clark Gable y Gary Grant- se muestra particularmente reacio a hablar del pasado: "Los recuerdos forman parte de mi vida y no renuncio a ellos. La experiencia de haber tocado con Thelonious Monk o con Lester Young, Billie Holiday o Charlie Parker es algo que no se puede olvidar f¨¢cilmente. Cada uno de estos m¨²sicos era un mundo en s¨ª mismo... con Lester a veces no te enterabas de qu¨¦ narices estaba hablando porque ten¨ªa su propio idioma, igual que Monk. Pero ¨¦sa es una m¨²sica que ya est¨¢ hecha. Hay otra mucha que est¨¢ por hacer y ¨¦sa es la que me interesa".
Roy Haynes tocar¨¢ hoy en Madrid (Veranos de la Villa) y en San Sebasti¨¢n, el 24 (Festival de Jazz), pasando por Alicante (22), Gij¨®n (23) y Almu?¨¦car (25). Junto al legendario baterista estar¨¢n dos instrumentistas de muy altos vuelos: Danilo P¨¦rez, al piano, y el contrabajista John Patitucci: "Conoc¨ª a Danilo hace muchos a?os en un festival en Barbados. Nuestro representante es el mismo, y tambi¨¦n el de John Patitucci, que entonces acompa?aba a Chick Corea. Nos reunimos, nos gustamos y empezamos a tocar juntos, fue algo natural. Al cabo de muchos a?os nos volvimos a encontrar y nos planteamos la posibilidad de tocar en Europa, y en eso estamos. Todo lo que puedo decir de ellos es que son dos m¨²sicos fant¨¢sticos con los que me compenetro como si les conociera de toda la vida".
Ni Haynes ni sus acompa?antes se han planteado la conveniencia de establecer algo parecido a un repertorio: "No tenemos ni idea de qu¨¦ vamos a tocar en nuestros conciertos en Europa. Quiz¨¢ reconstruyamos alguna pieza de Thelonious Monk, quiz¨¢ algo de Chick Corea... es un poco como volver a los viejos tiempos en los que no estaba todo tan preparado, pero se supone que as¨ª es el jazz, una m¨²sica improvisada".
Haynes afronta su gira europea con la ilusi¨®n de un reci¨¦n llegado. "Es que me gusta tocar la bater¨ªa, no puedo evitarlo. La bater¨ªa es el fundamento sobre el que se erige el edificio del jazz. Un buen baterista debe tener dos cosas: una buena dosis de swing, porque si la m¨²sica no tiene p¨¢lpito se muere; y buen o¨ªdo. No basta con tocar para uno mismo, hay que saber escuchar a los dem¨¢s m¨²sicos y conversar con ellos. No hay otro secreto".
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