Nada de nada
Como el caso del Severo Ochoa, el de la cl¨ªnica Isadora ha sido desmontado por la justicia
El caso de la cl¨ªnica Isadora de Madrid, a la que se acus¨® de practicar abortos ilegales, tiene todos los visos de ser un acabado ejemplo de prefabricaci¨®n ideol¨®gica, como lo fue el de las supuestas sedaciones irregulares del hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s, en el que se lleg¨® a acusar al doctor Montes de 400 homicidios.
La Audiencia Provincial de Madrid, en tres autos distintos fechados el 29 de junio, ha salido al paso de las numerosas irregularidades cometidas en el procedimiento abierto a esta cl¨ªnica, autorizada para la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, por la supuesta eliminaci¨®n irregular de residuos org¨¢nicos, transformado de inmediato en una b¨²squeda generalizada de abortos ilegales. Ninguno de los protagonistas del caso sale bien parado: ni el Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que recibi¨® la denuncia sobre la aparici¨®n de restos humanos supuestamente procedentes de abortos ilegales en la cl¨ªnica Isadora; ni el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 47 de Madrid, que investig¨® la denuncia tras haberla archivado su colega del Juzgado n¨²mero 6; ni el partido Alternativa Espa?ola y la asociaci¨®n Unidos por la Vida, que pretendieron darle vuelo sin tener inter¨¦s directo en ella.
Sobre los agentes del Seprona dice la Audiencia que, tras el archivo de la denuncia por el primer juez, siguieron trabajando por su cuenta, comprometiendo en su actuaci¨®n por libre a las autoridades administrativas y ocultando que hab¨ªa reca¨ªdo una resoluci¨®n judicial sobre el caso. Al Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 47 de Madrid le quita el asunto, devolvi¨¦ndolo al Juzgado n¨²mero 6, que lo archiv¨® originariamente. Pero antes, la Audiencia atribuye grav¨ªsimas irregularidades al titular del Juzgado n¨²mero 47, como mantener imputadas a tres personas sin concretar los cargos, salvo una gen¨¦rica referencia a la realizaci¨®n de abortos ilegales, y no garantizar como debiera la intimidad de un numeroso grupo de mujeres que, "sin ser sospechosas de haber cometido delito alguno, han visto c¨®mo datos relevantes de su vida ¨ªntima han quedado expuestos al conocimiento ajeno, rompiendo la confidencialidad de sus historias cl¨ªnicas".
La decisi¨®n de la Audiencia deber¨ªa tener consecuencias. De car¨¢cter administrativo para los agentes del Seprona, que actuaron por su cuenta desobedeciendo al primer juez. Tambi¨¦n procesales, pues es dif¨ªcil mantener que el car¨¢cter irregular de la instrucci¨®n no acarree la nulidad del procedimiento entero. Es de esperar que el Juzgado n¨²mero 6 no vaya contra sus propios actos, y ordene el archivo de la causa. No deben prosperar los intentos de utilizar la justicia por motivos ideol¨®gicos: para intimidar a las mujeres que quieren abortar, en el caso de la cl¨ªnica Isadora, y para neutralizar a los m¨¦dicos que ponen sus conocimientos al servicio de una muerte sin sufrimiento de los enfermos terminales, en el caso del hospital Severo Ochoa.
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