Esp¨ªas remodelados

La remodelaci¨®n publicitada ayer por Francisco Granados, consejero de Interior de Esperanza Aguirre, tiene muchas lecturas.

1. El gran ganador es Enrique Bar¨®n, actual director general de Seguridad, ajeno a todos los clanes policiales con sede en su direcci¨®n involucrados en labores de espionaje o de dudosa legalidad. El poder que le concede Granados, por el principio de Arqu¨ªmedes, es igual al peso desalojado por el sumergido Gam¨®n, pr¨ªncipe de los esp¨ªas de la Consejer¨ªa de Interior antes y despu¨¦s de su destituci¨®n en julio de 2008 tras la requisa de un ordenador que fue denunciada como robo.

2. Es una limpieza muy ¨²til cuando una juez investiga a casi una decena de agentes que ahora dejan de tener el cobijo org¨¢nico que antes ten¨ªan. Por ejemplo, nadie sab¨ªa en dicha consejer¨ªa qu¨¦ labores realizaban los funcionarios hist¨®ricos Jos¨¦ Manuel Pinto o Jos¨¦ Palomo, investigados por el espionaje a Prada y a Cobo. Estaban a las estrictas ¨®rdenes de Gam¨®n. S¨®lo le daban cuenta a ¨¦l. Igual ocurr¨ªa con los tres ex polic¨ªas que fich¨®. Ahora, salvo que sean adscritos a Marcos Pe?a, asesor de Granados, que ya utiliz¨® los servicios de los tres ex guardias civiles, todos van a depender de ¨¦l. Bar¨®n, un a?o despu¨¦s de ser nombrado, ya no podr¨¢ alegar que no sabe qu¨¦ hacen. Porque deber¨¢ saberlo.

3. Los funcionarios y ex agentes implicados en estos servicios secretos paralelos van a perder privilegios. Ya no habr¨¢ motos de gran cilindrada ni viajes especiales con dietas ni coches a granel ni largas jornadas compensadas con vacaciones u horarios relajados. A lo peor, dejan de ver interesante su trabajo, y cuando los cite la juez, ya no est¨¢n en la consejer¨ªa. Algo pol¨ªticamente relevante: se alejan de Aguirre.