Un peque?o Madoff oculto en la costa

El sue?o de libertad de Julian Tzolov, uno de los fugitivos m¨¢s buscados del FBI, acusado de estafar 283 millones de euros a clientes del Credit Suisse de Nueva York, se acab¨® el pasado mi¨¦rcoles por la tarde en una gasolinera Campsa de Puerto Ban¨²s (M¨¢laga). Un grupo de agentes especializados en delincuentes peligrosos se le ech¨® encima cuando estaba repostando combustible y ninguno de sus dos forzudos guardaespaldas pudo hacer nada por evitarlo.

Tzolov, de 35 a?os, llevaba poco m¨¢s de dos meses en la Costa del Sol. El pasado 9 de mayo burl¨® el arresto domiciliario al que le ten¨ªan sometido las autoridades estadounidenses. El dispositivo electr¨®nico que controlaba sus movimientos pesaba demasiado. Le recordaba su detenci¨®n, el 8 de septiembre de 2008, cuando regresaba a EE UU de un viaje a Bulgaria, y el proceso judicial por el que tendr¨ªa que rendir cuentas a finales de julio. Por si fuera poco, el pasado 22 de abril su abogado hab¨ªa informado al tribunal de que ten¨ªa la intenci¨®n de declararse culpable. Se lo pens¨® mejor y decidi¨® desaparecer.

El fugitivo llevaba un reloj de oro macizo valorado en 106.000 euros

Antes de todo el l¨ªo, trabajaba como director y vicepresidente de Credit Suisse en Nueva York. Desde 2003 y hasta agosto de 2007, tuvo la habilidad de convencer, junto a su socio Eric Butler, a cientos de clientes para que invirtieran en acciones garantizadas por el Gobierno Federal de Estados Unidos, cuando en realidad usaban su dinero para operaciones de alto riesgo, en las que se incluyen las famosas hipotecas subprime.

Los clientes, la mayor¨ªa grandes empresas, cre¨ªan que invert¨ªan en algo seguro como las acciones garantizadas por pr¨¦stamos a estudiantes, que en EE UU resguarda el Gobierno, pero en realidad estaban apostando su dinero. Para esconder la estafa, alteraban los nombres de las acciones y enviaban notificaciones ama?adas por correo electr¨®nico a sus inversores. Nadie sospech¨® de su negocio hasta que el mercado de hipotecas de alto riesgo se vino abajo. Sus clientes perdieron m¨¢s de 400 millones de d¨®lares (283 millones de euros), seg¨²n estimaciones policiales.

Su caso recuerda al del gestor de fondos Bernard Madoff, pero en peque?o. Madoff, de 71 a?os, ha sido condenado a 150 a?os de prisi¨®n por un timo piramidal que ¨¦l mismo lleg¨® a cifrar en 35.000 millones de euros. Tzolov y su socio se enfrentan a penas de hasta 20 a?os de prisi¨®n y una multa de cinco millones de d¨®lares.

En su nueva vida de fugitivo en el sur de Espa?a, Julian Tzolov se hab¨ªa cambiado el nombre, la nacionalidad y la edad. Ahora respond¨ªa por Ivan Stefanov Ivanov, ten¨ªa 33 a?os y era de Lituania. La polic¨ªa tiene pocos detalles de su vida diaria, pero sab¨ªan que hab¨ªa intentado invertir grandes sumas de dinero. "Se hab¨ªa interesado por el alquiler y la compra de viviendas de lujo", se?alan fuentes policiales.

Cuando fue detenido llevaba encima unos 900 euros en efectivo y usaba un reloj de oro macizo de edici¨®n limitada valorado en 106.000 euros.

Sus constantes cambios de identidad y las medidas de seguridad de las que se rodeaba han impedido que los agentes hayan dado con la casa en la que estaba viviendo. Tras su detenci¨®n, contin¨²an investig¨¢ndole, y han solicitado colaboraci¨®n ciudadana. "Cualquier persona que lo reconozca y que pueda aportar alguna informaci¨®n sobre sus actividades en Espa?a puede ponerse en contacto de forma an¨®nima en la direcci¨®n de correo electr¨®nico fugitivos@policia.es o en el tel¨¦fono 915 922 900", pide el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.

Los agentes de enlace del FBI en Espa?a les alertaron de que Tzolov pod¨ªa estar en la Costa del Sol. Los agentes de la Unidad Contra el Crimen Organizado (Udyco) y el Grupo de Fugitivos localizaron a un hombre con caracter¨ªsticas f¨ªsicas muy similares y estuvieron vigil¨¢ndole durante varios d¨ªas.

El mi¨¦rcoles por la tarde, Tzolov fue directo a los calabozos de la comisar¨ªa de Marbella y estaba previsto que ayer lo trasladaran a Madrid, donde ser¨¢ puesto a disposici¨®n de un juez de la Audiencia Nacional que decidir¨¢ sobre su extradici¨®n.

Su regreso a EE UU puede demorarse. Por si acaso, la fiscal¨ªa del distrito neoyorquino de Brooklyn ha informado de la detenci¨®n al juez Jack Winstein, encargado del caso.

Estaba previsto que el juicio comenzara el pr¨®ximo lunes, aunque el ¨²nico que se iba a sentar en el banquillo era Eric Butler.