No s¨®lo enfermeras

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha sido diligente a la hora de se?alar un culpable de la muerte del peque?o Ryan. La mayor aportaci¨®n del informe oficial, emitido cinco d¨ªas despu¨¦s de la muerte del beb¨¦, es su llamativa insistencia en lo ya conocido, por inexplicable que sea: que una enfermera que se estrenaba en la UCI de neonatolog¨ªa administr¨® al ni?o el alimento por v¨ªa venosa en vez de por sonda nasog¨¢strica.

Del informe se desprende que la enfermera acusada salta de una unidad a otra y de un hospital a otro de Madrid con contratos de seis meses, que no estaba especializada en neonatolog¨ªa y que acept¨® "de buen grado" la indicaci¨®n de la supervisora de pasar aquella fat¨ªdica tarde del 12 de julio de la unidad de nefrolog¨ªa a la de neonatolog¨ªa "para familiarizarse con el ¨¢rea de cuidados intensivos".

La muerte de Ryan es, en fin, seg¨²n el Gobierno de Esperanza Aguirre, una cuesti¨®n de enfermeras. En el informe, de 14 p¨¢ginas, no se menciona a un solo responsable m¨¦dico. O la UCI de neonatos del hospital Gregorio Mara?¨®n est¨¢ exclusivamente en manos de enfermeras o a los inspectores se les ha olvidado el resto de la estructura hospitalaria. Se?alar, adem¨¢s, que la enfermera culpable se traslad¨® "de buen grado" es un burdo intento de cargar las culpas exclusivamente sobre esta joven profesional cuya precariedad laboral le impide, probablemente, cualquier gesto laboral de altaner¨ªa.

No se trata de exculpar a la enfermera por el error cometido, pero es dif¨ªcil evitar la impresi¨®n de que la Comunidad de Madrid echa balones fuera intentando saldar este tr¨¢gico asunto atacando al eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil. Es imperativo recordar que el beb¨¦ prematuro Ryan hab¨ªa sido ingresado en esta UCI tras la muerte de su madre, Dalila, v¨ªctima de la nueva gripe y que fue enviada en urgencias tres veces a casa a pesar de que una embarazada es una persona de riesgo y de que sufr¨ªa fiebre y dificultad respiratoria. Su cuarto viaje al hospital fue el ¨²ltimo. Muri¨® tambi¨¦n en el Gregorio Mara?¨®n el 29 de junio pasado. En ese caso, no hubo comparecencia alguna ante la prensa para explicar los eventuales errores m¨¦dicos cometidos. El Gobierno madrile?o tampoco hizo p¨²blico el informe de los inspectores sobre lo ocurrido y, lo que es a¨²n m¨¢s grave, no tiene intenci¨®n de hacerlo.

Nadie est¨¢ libre de errores, pero s¨®lo el an¨¢lisis riguroso de los mismos permite mejorar el sistema. Diversos informes profesionales y sindicales han venido se?alando en los ¨²ltimos meses la carencia de enfermeras que sufre el sistema sanitario espa?ol en general y el hospital Gregorio Mara?¨®n en particular. Las muertes de Dalila y Ryan demuestran que para Esperanza Aguirre y su Consejer¨ªa de Sanidad es m¨¢s importante seguir inaugurando hospitales que procurar que los existentes funcionen correctamente. Tambi¨¦n la facilidad con que se imponen los intereses corporativistas frente a la transparencia y la rendici¨®n de cuentas.