Zaha Hadid triunfa con Bach
La arquitecta anglo-iraqu¨ª dise?a en Manchester una sala de m¨²sica de c¨¢mara
Le ha costado 30 a?os, pero, finalmente, Zaha Hadid (Bagdad, 1950), la arquitecta m¨¢s famosa del mundo, dejar¨¢ su huella en el Reino Unido, el pa¨ªs que la ha visto formarse y crecer profesionalmente pero que, hasta hoy, parec¨ªa resistirse a verla triunfar. Aun as¨ª, lo har¨¢ con un edificio peque?o, un inmueble sin lugar, un auditorio de tela, una sala de m¨²sica de c¨¢mara ideada para escuchar a Bach y levantada en medio de un museo?. durante el breve periodo de apenas dos meses que dura el Festival Internacional de Verano de Manchester. Muchos inconvenientes convertidos en un nuevo reto para esta arquitecta acostumbrada a lo dif¨ªcil.
Hadid ten¨ªa 25 a?os y un pasado como hija de un ministro socialista iraqu¨ª cuando aterriz¨® en la Architectural Association de Londres, donde, bajo la tutela de Rem Koolhaas, crey¨® que la arquitectura pod¨ªa cambiar el mundo. Durante a?os no fueron sus edificios sino sus osados dibujos los que cambiaron su suerte. Famosa antes de construir por sus propuestas escult¨®ricas, consigui¨® levantar su primera obra cuando ya era conocida en todo el planeta.
Eso s¨ª, el despegue profesional lo logr¨® con edificios poco protagonistas: un aparcamiento de tranv¨ªas en Estrasburgo y una pista de saltos de esqu¨ª. Fue suficiente para comenzar a acumular premios, desde el Mies van der Rohe de la Uni¨®n Europea al Pritzker, que distingue a los mejores del mundo. Entre tanto, en su pa¨ªs —es ciudadana brit¨¢nica desde hace casi 30 a?os— se hartaba de perder concursos. O peor a¨²n, de ganarlos sin que le dejaran construirlos.
Hoy, con obra en Estados Unidos, Alemania, Jap¨®n o Espa?a, con piezas de dise?o exclusivo en las m¨¢s reputadas empresas de lujo (de Chanel a Louis Vuitton), con un sin n¨²mero de brillantes ejercicios ef¨ªmeros (del pabell¨®n itinerante de la misma Chanel a las escenograf¨ªas de Pet Shop Boys) y con proyectos en Abu Dhabi, Roma, Madrid (Ciudad de la Justicia) y Barcelona (Torres Espiral en el Campus Interuniversitario), a Hadid no le ha bastado con ser la arquitecta m¨¢s famosa del mundo para conseguir el reconocimiento en casa. Sin embargo, la atenci¨®n de su pa¨ªs podr¨ªa obtenerla ahora, gracias al bucle inusitado del nuevo auditorio temporal levantado para el Festival Internacional de Manchester.
En la l¨ªnea del auditorio que ideara para Abu Dhabi —curvo y sinuoso frente a sus angulosos primeros encargos—, el proyecto de Manchester es, en realidad, poco m¨¢s que una escenograf¨ªa ingeniosa. Con capacidad para 600 personas (sentadas en sillas Panton negras, las favoritas de la arquitecta, y —de pl¨¢stico y curva— at¨ªpicas en una sala de m¨²sica), la obra es una cinta de tela sujeta por una estructura met¨¢lica. Parece una carpa, pero tiene la belleza de un trazo lineal depurado. Adem¨¢s, encierra investigaci¨®n y osad¨ªa: la fibra sint¨¦tica cuida de la ac¨²stica de los conciertos de c¨¢mara que acoger¨¢: la reverberaci¨®n no es ni larga ni corta, ideal para escuchar a Bach.
Con todo, la ac¨²stica no ha sido el mayor reto. Levantado en medio del Museo de Arte de Manchester, el bucle de Hadid llega para quedarse, aunque sea en la memoria de quienes, hasta el 31 de agosto, pueden visitarlo gratuitamente. Le ha costado mucho levantarlo. Con todos los premios posibles en las estanter¨ªas de su estudio, hace a?os que a esta diva cosmopolita le obsesionaba el reconocimiento local, el aplauso de los suyos, la inclinaci¨®n de cabeza del establishment brit¨¢nico. As¨ª, Hadid disfrut¨® de la inauguraci¨®n de este peque?o auditorio como el mayor de sus logros.
Mientras lo habitual entre los arquitectos es a?orar construir lejos y triunfar por el mundo, esta proyectista se desesperaba por lograr el reconocimiento brit¨¢nico. Finalmente, ha sido en una ciudad alejada del ombligo londinense y con un trabajo aparentemente menor, de vocaci¨®n temporal. La osad¨ªa merec¨ªa un ensayo en provincias, pero el paso est¨¢ dado. Hadid ha triunfado en casa.
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