Me voy a Espa?a... a emprender
Extranjeros cualificados buscan oportunidades para crear empresas en nuestro pa¨ªs
Emprender no es tarea sencilla. Y menos en plena recesi¨®n. Si, adem¨¢s, viene de otro pa¨ªs, no domina el idioma y desconoce los trucos del mercado local, la traves¨ªa puede ser interminable. Es la situaci¨®n de cada vez m¨¢s extranjeros que escogen Espa?a como destino para fundar su empresa.
En el 2008 supon¨ªan el 12,6% del total de emprendedores, el doble que hace tres a?os, seg¨²n datos del Global Entrepreneurship Monitor Espa?a (GEM), desarrollado por el Instituto de Empresa. De ellos, el 2,2% son cualificados, provienen de pa¨ªses desarrollados y contribuyen de forma clave al crecimiento de sectores estrat¨¦gicos como el tecnol¨®gico, las telecomunicaciones, la investigaci¨®n y el dise?o. Franceses, alemanes, brit¨¢nicos y belgas son los que m¨¢s apuestan por nuestro pa¨ªs. Pero, como dice uno de ellos, "con paciencia, en Espa?a no hay cultura del riesgo, necesitas un aval para todo".
As¨ª lo ve Meinrad Spenger, austriaco de 33 a?os afincado en Madrid y cofundador junto al noruego Christian Nyborg del operador m¨®vil virtual M?Smovil. Como ¨¦l, muchos llegan atra¨ªdos por las escuelas de negocios. Tras un MBA y varios a?os de experiencia profesional detectan una oportunidad y dan el salto. "Estuve cinco a?os en McKinsey y me di cuenta de que la telefon¨ªa m¨®vil en Espa?a era muy cara; el servicio de atenci¨®n al cliente, muy deficiente, y el mercado, poco competitivo. Hab¨ªa un hueco por explotar y nos lanzamos".
Necesitaron dos a?os de negociaciones para comenzar el servicio en febrero de 2008. Hoy cuentan con m¨¢s de 100.000 clientes, una plantilla de 70 empleados y la esperanza de ser rentables en 2010. Pero no ha sido f¨¢cil. "En Espa?a todo se mueve por relaciones, si no tienes contactos, es muy complejo. La financiaci¨®n tampoco es buena. No se apuesta por iniciativas de gran volumen. Nos tuvimos que ir a Noruega para conseguir fondos", dice Spenger.
Algunas ventajas compensan la balanza. Sectores como la biotecnolog¨ªa, Internet y telefon¨ªa avanzan uno o dos a?os por detr¨¢s de otros pa¨ªses. Existe menos competencia y mayor margen de experimentaci¨®n. Adem¨¢s, la imagen del extranjero cualificado a¨²n vende m¨¢s que la de un espa?ol. "Hay menos desconfianza hacia pa¨ªses como Alemania, Austria o Reino Unido. Se nos toma m¨¢s en serio. El made in Spain sigue asoci¨¢ndose a menor calidad", opina Spenger.
Quienes provienen de pa¨ªses desarrollados emprenden al descubrir oportunidades y no por necesidad. Algo determinado por su mayor preparaci¨®n: el 48% posee estudios superiores, frente al 35% del resto de nacionalidades. Sin embargo, la crisis y la escasez de financiaci¨®n est¨¢n complicando la situaci¨®n. En el primer trimestre la creaci¨®n de empresas cay¨® el 31% respecto al a?o pasado, seg¨²n el INE, y la inversi¨®n de entidades de capital riesgo en compa?¨ªas en fase de arranque se redujo el 47% en la primera mitad del a?o, seg¨²n la Asociaci¨®n Espa?ola de Entidades de Capital Riesgo.
Ignacio de la Vega, director del GEM Espa?a y profesor del IE, apunta un obst¨¢culo adicional: la complejidad de nuestro sistema normativo y jur¨ªdico. "Tenemos mercados muy regulados, una mara?a de administraciones, sistemas de permisos y lenguas auton¨®micas que, si a un empresario espa?ol le implica un mayor coste, a un for¨¢neo le puede suponer el abandono del proyecto".
David Barrera, nacido en Los ?ngeles hace 27 a?os y criado en Colombia, coincide en el diagn¨®stico. Estudi¨® direcci¨®n y producci¨®n de cine y trabaja en Barcelona desde 2001. En 2008 lo dej¨® todo para fundar The Factory Entertainment, una firma de siete empleados dedicada a publicidad y producci¨®n audiovisual. "Lo m¨¢s dif¨ªcil fue la burocracia, los 20.000 papeles que tuvimos que rellenar". Cuenta con 15 clientes entre Espa?a, EE UU y Suecia, aunque la falta de cr¨¦dito le est¨¢ perjudicando. "Estamos compartiendo costes y servicios con otras empresas para salir adelante".
Si algo atrae a los emprendedores a Espa?a es una combinaci¨®n imbatible: escuelas de negocios que generan talento, buenas infraestructuras de comunicaci¨®n y un amplio mercado dom¨¦stico. Perfecto para lanzar una compa?¨ªa local. El problema surge al salir fuera. Crear una organizaci¨®n internacional con sede en Espa?a sigue siendo complejo. "Es imposible crecer m¨¢s all¨¢ de start-up desde aqu¨ª. No puedes encontrar talento con mentalidad internacional y de riesgo, tienes que irte fuera", explica Maria Sipka, australiana, de 34 a?os, y fundadora de Linqia, una web que conecta a anunciantes con 92 redes sociales de todo el mundo. Con ocho trabajadores y sede en Barcelona, Sipka ha conseguido 1,35 millones de euros de financiaci¨®n. Como para presumir.
Espa?a aspira a convertirse en reclamo de j¨®venes extranjeros brillantes, sobre todo en el sector de nuevas tecnolog¨ªas e Internet. Bernhard Niesner, austriaco, es otro de ellos. A sus 30 a?os ha creado en Madrid la compa?¨ªa Busuu, un servicio para aprender idiomas online. "Si no hablas bien castellano, est¨¢s perdido como emprendedor. Es normal, tienes que adaptarte, pero los espa?oles deber¨ªan mejorar su conocimiento de idiomas", dice.
Para Sipka, el idioma es una barrera. "En Catalu?a nueve de cada 10 cosas est¨¢n en catal¨¢n, y s¨®lo una de cada 10, en ingl¨¦s. Eso retrasa nuestra labor". El resto de singularidades laborales, como el excesivo n¨²mero de d¨ªas festivos al a?o, los largos descansos para almorzar o la jornada intensiva en verano, los emprendedores extranjeros no las acaban de entender. "No podemos permitirnos una siesta cuando tenemos a EE UU o a China como competidores", dice Niesner.
Parar acostumbrarse, David Mears, brit¨¢nico afincado en Madrid, fundador de David Mears & Associates, una consultora de comunicaci¨®n y desarrollo de marca con clientes como Ono o Amadeus, recomienda una regla muy simple: "Disfrutar de lo positivo que ofrece el pa¨ªs, que es mucho". Algo en lo que, curiosamente, todos coinciden. "Sol, fiesta y buena comida", bromea Sipka. "Ning¨²n pa¨ªs se parece m¨¢s a Australia".
Consejos para empezar
- Investigar antes el pa¨ªs. Entre seis y 12 meses de investigaci¨®n previa sobre el mercado y los requisitos legales de creaci¨®n de empresas son fundamentales para lanzarse al mercado empresarial. Se ahorrar¨¢ tiempo y problemas.
- Establecer contactos. Desarrolle una s¨®lida red de contactos que le gu¨ªe en cada momento. Considere incorporar a un socio o consejero local a tiempo completo.
- Buscar inversi¨®n internacional. El mercado de capital riesgo espa?ol es limitado. Diversifique sus posibilidades. Busque inversores nacionales e internacionales desde el principio.
- Dominar el idioma. No importa que su organizaci¨®n aspire a ser global desde el principio. Si se establece en Espa?a, dominar el castellano ser¨¢ b¨¢sico en su d¨ªa a d¨ªa profesional.
- Construir una reserva de talento. Las nuevas empresas necesitan mentes emprendedoras y con experiencia internacional. Encontrarlas ser¨¢ una prioridad continua.
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