Tr¨¦boles contra la pobreza
Una plataforma solidaria busca trabajo a compostelanos en situaci¨®n de desempleo
El claustro del Monasterio de San Francisco, en Santiago, se convirti¨® ayer en un original bazar de buenas intenciones. Un tr¨¦bol de cuatro hojas de medio metro de altura se situaba en el centro, bajo el v¨¦rtice del techo acristalado, tras el que no dejaba de llover. La convocatoria no se qued¨® en una rifa ben¨¦fica, y aunque los miles de regalos que la organizaci¨®n hab¨ªa conseguido pudieran reducir la iniciativa a una recogida de fondos, el objetivo es m¨¢s original e idealista: conseguir trabajo al mayor n¨²mero de parados de Santiago y comarca. En un mes han dado empleo a cinco personas y becas de formaci¨®n a dos.
Mar¨ªa y Paco Castro comparten apellido, amistad y desde hace menos de un mes, la ilusi¨®n por un proyecto que "ten¨ªa que funcionar", aunque fuera ambicioso. "Estaba harta de ver, de escuchar, de leer malas noticias sobre el paro y la pobreza y decid¨ª hacer algo", cuenta una Mar¨ªa que no puede disimular la emoci¨®n de ver su sue?o en marcha. "Nadie se ha propuesto conseguir trabajo a los 6.000 parados que hay en Santiago, es enormemente idealista pero quer¨ªa intentarlo, y empec¨¦ a llamar a las empresas". Y funcion¨®. "Respondieron como jam¨¢s imaginamos", explica la joven, "ayudando con art¨ªculos para rifar, con donaciones y las que pueden, con la b¨²squeda de empleos".
"Las empresas est¨¢n respondiendo bien, han dado empleo a cinco personas"
Parte de lo recaudado ir¨¢ a un fondo de inserci¨®n y a ni?os enfermos
Ana espera a Paco Castro, padre franciscano, sentada, tranquila, en un banco. Ha llegado hasta el claustro sin saber bien qu¨¦ se estaba preparando. Quiere hacer un donativo pero duda entre las tres papeletas. Verde, amarillo o azul, "?cu¨¢l cojo?". Aunque la mayor parte de lo recaudado ir¨¢ a parar al fondo de inserci¨®n, otra se donar¨¢ a los ni?os del Hospital Cl¨ªnico de Santiago. Ana no duda. Ya est¨¢ jubilada, pero trabaj¨® toda su vida como secretaria en la planta de pediatr¨ªa del hospital. Acaba de hacer un donativo de 100 euros. Cien papeletas amarillas, cien regalos. Y piensa r¨¢pido: "Estos premios, al hospital".
Paco, a quien Mar¨ªa le gusta llamar "la voz de los pobres", lleva la batuta como informador de visitantes. Al c¨®mo empez¨® todo y qu¨¦ se va a hacer con la recaudaci¨®n, se une la explicaci¨®n sobre la filosof¨ªa del trabajo: "juntos podemos". Los donantes llegan a cuentagotas durante todo el d¨ªa. El ir y venir de voluntarios se mezcla con las idas y venidas a las urnas de rifa y a la barra que ha donado Estrella Galicia para vender cervezas a dos euros. A lo largo de la jornada, se lee poes¨ªa y se proyectan mensajes e instant¨¢neas de un fot¨®grafo que ha cedido su trabajo para colorear el espacio. Las caras curiosas se pierden entre las pilas de regalos cedidos por las empresas. Entre ellos se esconden otros obsequios ¨²nicos. "Alguien nos regal¨® tr¨¦boles de cuatro hojas", revela Paco en susurros, "resulta que en su patio crecen, y es rar¨ªsimo, pero tambi¨¦n muy especial que alguien pueda llegar a ganarlos".
Al Monasterio de San Francisco, cuenta Paco, llegan cientos de cartas "con el mensaje desesperado de 'por favor, ayudadme". Las familias, esas 4.000 personas que rozan la pobreza, "nos necesitan", explica el fraile, "y tambi¨¦n necesitan que les escuchen", a?ade Mar¨ªa, "estamos en plena crisis de valores". "Esto no se centra en dar comida a quien la necesite, porque para eso, hay otros programas", explica Paco, "los empresarios que son los que siempre ganan, ahora pueden ayudar a salir a los fr¨¢giles". El albergue del Monasterio dar¨¢ ejemplo. Pretende convertirse en centro de d¨ªa y emplear a gente sin trabajo, "las personas que acuden al mismo centro para recibir ayuda, se convierten en ayuda". C¨¢ritas colabora en poner cara a estas familias de Santiago y alrededores que est¨¢n en situaci¨®n de pobreza extrema.
El encuentro de ayer es s¨®lo el principio. Mar¨ªa y Paco aseguran que har¨¢n otro llamamiento en navidad, esta vez, centrado en los m¨¢s peque?os y fr¨¢giles, los ni?os enfermos. No acudieron, sin embargo, tantos vecinos como se esperaba. Por all¨ª estuvieron, sin embargo, "a t¨ªtulo muy personal" el presidente de la Xunta, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, y el alcalde de la ciudad, Xos¨¦ Bugallo, que pas¨® buena parte de la tarde charlando con los organizadores y los vecinos.
A las 21.00 se revel¨® el ganador del gran sorteo. El regalo que m¨¢s miradas captur¨® durante todo el d¨ªa, la bicicleta, aguardaba contra uno de los pilares del patio. Un peregrino alem¨¢n la hab¨ªa comprado en Francia, antes de pasar la frontera, para poder llegar a Compostela. Hab¨ªa tenido dificultades para andar y gracias a ella pudo acabar su trayecto. A su vuelta decidi¨® dejarla en el albergue de San Francisco con una nota: "Para que sirva a quien la herede igual que me ayud¨® a m¨ª a no rendirme". Es precisamente la m¨¢xima que mueve a Mar¨ªa y Paco, a pesar de que la de ayer no resultara ser la jornada de ¨¦xito rotundo que habr¨ªan deseado.
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