Zelaya se planta en la frontera

En un movimiento calificado de "temerario" por Estados Unidos, Jos¨¦ Manuel Zelaya, el defenestrado presidente de Honduras, pis¨® ayer brevemente el suelo de su pa¨ªs tras cruzar la frontera desde Nicaragua, adonde regres¨® de inmediato para evitar ser detenido por la polic¨ªa hondure?a.

Sin dejarse frenar ni por los llamamientos internacionales ni por el alto peligro de un brote de violencia entre sus seguidores y las fuerzas de seguridad, bajo el mando del presidente interino, Roberto Micheletti, Zelaya se plant¨® en la frontera con Nicaragua acompa?ado por decenas de seguidores y por el ministro de Exteriores de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, cuya presencia ha irritado a muchos de sus conciudadanos. El grupo permaneci¨® dos horas en la zona fronteriza.

Un ministro de Ch¨¢vez acompa?a al mandatario depuesto

Cientos de seguidores esperan a Zelaya cerca del puesto fronterizo

Micheletti acus¨® a Zelaya de pretender provocar violencia y reiter¨® que se cumplir¨¢ la orden de captura que la fiscal¨ªa emiti¨® tras el golpe de Estado del 28 de junio, por la supuesta comisi¨®n de 18 delitos contra la Constituci¨®n y cargos de corrupci¨®n.

La llegada de Zelaya al puesto fronterizo de Las Manos, transmitida en directo por el canal venezolano Telesur, fue todo menos discreta: vestido con su cl¨¢sico sombrero y rodeado de periodistas, el presidente no paraba de dar entrevistas y de hablar por tel¨¦fono, a veces por dos aparatos a la vez. Zelaya reiter¨® su condici¨®n de presidente leg¨ªtimo de Honduras e insisti¨® en su intenci¨®n de retomar el poder. "Permitidme regresar a mi pa¨ªs para abrazar a mis compatriotas, a mis hijos, a mi mujer y a mi madre", dijo.

Nadie sab¨ªa ayer si ingresar¨ªa o si s¨®lo deseaba torear a sus adversarios en Tegucigalpa e inyectar fervor a sus seguidores. En un momento dado, levant¨® la cadena que separa ambas naciones centroamericanas y la sostuvo sobre su cabeza. Despu¨¦s toc¨® un letrero que dice "Bienvenidos a Honduras". En ese momento un militar hondure?o se acerc¨® y estrech¨® la mano a Zelaya. "Yo soy el presidente constitucional de Honduras, y por lo tanto su comandante en jefe, coronel", le dijo. "En cuanto tengamos la precisi¨®n de detenerlo, lo haremos", se?al¨® por su parte el militar. Al regresar a Nicaragua, Zelaya asegur¨® que hab¨ªa hablado con tres asesores del Gobierno de facto.

Al otro lado de la frontera, el Ej¨¦rcito hondure?o imped¨ªa el paso a cientos de manifestantes zelayistas. "No tengan miedo a los soldados", fue uno de los mensajes que Zelaya les lanz¨® por la ma?ana. Por la tarde, brotaron algunos incidentes y la polic¨ªa hiri¨® a dos manifestantes.

El gobernante depuesto no se molest¨® en responder a las peticiones de prudencia que le llegan de la comunidad internacional, con excepci¨®n de los pa¨ªses miembros de la Alianza Bolivariana para Am¨¦rica Latina (ALBA). Su creador y patrocinador, el presidente de Venezuela, Hugo Ch¨¢vez, permanece en Caracas siguiendo de manera personal los movimientos de Zelaya, seg¨²n informaron en Paraguay para justificar su ausencia en la cumbre del Mercosur.

El papel del mandatario venezolano molesta sobremanera en Honduras. El nuevo ministro de Defensa, Adolfo Sevilla, esgrimi¨® ayer informes de inteligencia para asegurar que "para Ch¨¢vez, Zelaya vale m¨¢s muerto que vivo".

Desde Washington, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, calific¨® de "temeraria" la acci¨®n de Zelaya que, dijo, no ayuda a los esfuerzos diplom¨¢ticos que se est¨¢n haciendo para intentar resolver la crisis. Estados Unidos y Canad¨¢ han pedido al presidente depuesto que no intente regresar a Honduras hasta que no haya un acuerdo pol¨ªtico, al que inst¨® con vehemencia ayer la Uni¨®n Europea. Todos han respaldado la labor mediadora que ha venido realizando el presidente de Costa Rica, ?scar Arias.

Las nuevas autoridades hondure?as, mientras, ampliaron el toque de queda en cuatro municipios fronterizos, donde ha quedado prohibido circular por las calles a partir del mediod¨ªa. En el resto del pa¨ªs, las limitaciones al movimiento se mantienen entre la medianoche y las cuatro de la madrugada. En Honduras hay un arma de fuego por cada 33 habitantes, adem¨¢s del arsenal oficial. Hay 75.000 armas con los permisos vencidos y en paradero desconocido, reconoci¨® Juan Francisco Maradiaga, del Registro Bal¨ªstico. Por algo advirti¨® del peligro de violencia ?scar Arias, mediador en el proceso de di¨¢logo que las delegaciones de Zelaya y Micheletti protagonizaron hasta el mi¨¦rcoles pasado, cuando los zelayistas dieron por fracasadas las conversaciones y anunciaron el retorno por la fuerza. Hace 20 d¨ªas que intentaron hacerlo por aire y el resultado fue solo uno: la muerte de dos civiles.

Micheletti tampoco se queda atr¨¢s. El presidente de facto, que cumplir¨¢ este domingo un mes en el cargo, para el que fue elegido por el Congreso, dijo estar preparado para soportar toda la presi¨®n internacional. De su lado est¨¢n los diputados, el Tribunal Electoral, la Corte Suprema de Justicia, el Ej¨¦rcito y otras instituciones de peso en Honduras, a las que desafi¨® Zelaya al intentar convocar un refer¨¦ndum ilegal para abrir la v¨ªa a la reelecci¨®n presidencial. El mandatario ha perdido incluso el respaldo de su propio grupo, el Partido Liberal, que se siente traicionado por el giro chavista de Zelaya.