Los inversores temen a la biotecnolog¨ªa
La falta de financiaci¨®n puede abortar un sector en el que Espa?a podr¨ªa situarse en vanguardia
El sector biotecnol¨®gico espa?ol, que cumple sus primeros 10 a?os de vida (la fundaci¨®n de la patronal ASEBIO), celebra la efem¨¦ride en clave agridulce. Despu¨¦s de haber crecido con ¨ªmpetu, resulta que ahora las reticencias del capital riesgo y del inversor pueden dar al traste con un sector llamado a jugar un papel de primera l¨ªnea en el nuevo modelo productivo auspiciado por el Gobierno. Y esto ser¨ªa imperdonable una vez que Espa?a ha logrado situarse en los primeros puestos de la biotech mundial. "Somos el octavo pa¨ªs del mundo en n¨²mero de biotecnol¨®gicas", afirma Isabel Garc¨ªa Carnero, secretaria general de ASEBIO, "con 257 empresas"; es decir, casi cuatro veces las que hab¨ªa en 2003 (71).
En mayo hab¨ªa ya 114 indicaciones farmacol¨®gicas en fase de desarrollo
Una indicaci¨®n en el mercado (Yondelis) y otra (Triflusal) cerca de su lanzamiento
Espa?a ha pasado a ser la novena potencia cient¨ªfica en biotecnolog¨ªa
Adem¨¢s, porque estas empresas empiezan a mostrar resultados. En mayo, el sector ten¨ªa ya 114 indicaciones farmacol¨®gicas en diversas fases de desarrollo. Una, en el mercado (el Yondelis de Zeltia), y otra (el Triflusal de Palau Pharma), muy cerca de su lanzamiento. Esto, en parte, porque, como explica Juan Tom¨¢s Hernani, secretario general de innovaci¨®n, "somos la novena potencia cient¨ªfica en biotecnolog¨ªa". S¨®lo las empresas del sector, y sin contar con las universidades y centros como el CIMA o el CSIC, registraron el a?o pasado 117 patentes.
Esta calidad cient¨ªfica, las buenas perspectivas de algunas de las mol¨¦culas y el inter¨¦s de los cient¨ªficos en hacerlas llegar al mercado alent¨® la creaci¨®n de empresas como Digna Biotech, fundada a partir del CIMA de la Universidad de Navarra, o
Genetrix, puesta en marcha por la actual ministra de Ciencia e Innovaci¨®n sobre la base de patentes originadas en el CSIC, que se vieron emuladas por decenas de iniciativas.
Lo peor es que parece que el sector -y sus necesidades crediticias- ha crecido en exceso para las exiguas posibilidades de financiaci¨®n disponibles. Ahora mismo hay unas 27 indicaciones en las fases 2 o 3 de desarrollo, justo cuando las necesidades de dinero (por los costes de los ensayos) se multiplican. Dado que estas empresas no han empezado a comercializar el producto y los contratos de licenciamiento son pocos y recientes, sus ingresos son insuficientes para asegurar los costes de desarrollo que les vienen encima. En 2007, la cifra de negocio de nueve de las primeras firmas del sector del I+D biotecnol¨®gico para la salud se qued¨® por debajo de los 17 millones de euros. Cellerix o Biotherapix, de Genetrix, ni siquiera obtuvieron ingresos.
?De d¨®nde sacan entonces el dinero para funcionar? B¨¢sicamente, de las ayudas p¨²blicas y el capital riesgo. Pero todo indica que el llamado private equity empieza a mostrarse receloso a la hora de soltar el dinero. La situaci¨®n, apunta Garc¨ªa Carnero, "empez¨® a deteriorarse en noviembre por la crisis financiera". De hecho, las ¨²ltimas rondas de financiaci¨®n no han ido bien. Cellerrix (de Genetrix), con un f¨¢rmaco en la fase 3 (Ontaril), ha consumido ya 40 millones de euros. A finales de a?o fue al mercado para hacer una nueva ronda por valor de 25 millones, que no logr¨® cerrar.
Pablo Ortiz, director general de Digna Biotech, que ha recibido ya 31 millones de euros (15 de inversores, 10 del Estado y 6 de licencias), explica que su empresa tiene un gran pipeline, con 38 productos, resultado de la investigaci¨®n del CIMA, "para cuyos proyectos he buscado dinero, pero sin resultado". Uno de ellos, ya en la fase 2, el Interferon (para la hepatitis C), podr¨ªa quedarse en el camino. "Hemos metido ya ocho millones de euros", apunta Ortiz, "en este producto, pero ha sido imposible tener financiaci¨®n adicional. Los mismos inversores que se asociaron para financiar el CIMA (con 150 millones) y Digna (con otros 15 millones) -El Corte Ingl¨¦s, Alicia Koplowitz, Amancio Ortega, el
BBVA- est¨¢n reacios a poner m¨¢s dinero. Se corre el riesgo de que los resultados del CIMA se queden en el laboratorio".
Las dificultades no afectan s¨®lo a Espa?a. "Todas las sociedades que han venido invirtiendo en biotecnolog¨ªa lo han reducido al m¨ªnimo", reconoce Josep Sanfeliu, socio de Ysios Capital, una firma espa?ola especialista en el sector y que hasta ahora s¨®lo ha entrado en Cellerix. Ortiz a?ade que "en el sector se comenta que en el Reino Unido las compa?¨ªas locales s¨®lo tienen caja hasta diciembre". Mal de muchos..., ya se sabe, pero la situaci¨®n se agrava en el caso de Espa?a. "A fin de cuentas", explica Garc¨ªa Carnero, "hay pa¨ªses que llevan 20 o 30 a?os, tienen productos consolidados, mientras que aqu¨ª apenas llevamos 10 a?os". El que la biotech espa?ola a¨²n no haya tenido tiempo para revelar el potencial de las mol¨¦culas en desarrollo es un inconveniente. A lo que habr¨ªa que a?adir el presumible rechazo de EE UU al Yondelis de
Zeltia para c¨¢ncer de ovario, una noticia que no viene a ayudar.
La cautela del inversor tiene su l¨®gica. La biotecnolog¨ªa es un sector de alto riesgo. De 10.000 mol¨¦culas que se investigan, s¨®lo una llega al mercado. La tasa de fracaso es alt¨ªsima en las fases iniciales, antes de la 2, cuando 7 u 8 de cada 10 productos se quedan por el camino. Kenneth Weissmahr, director general de Advancell, que tiene dos indicaciones en fase 1 y otras tres en precl¨ªnica, afirma que "la ¨²nica soluci¨®n es abordar muchos proyectos. A m¨¢s productos en el pipeline, m¨¢s posibilidades. Es una cuesti¨®n de media". Ortiz lo pone m¨¢s crudo. "Sabemos que al final triunfar¨¢n apenas 7 de cada 100 empresas de biotech".
Alt¨ªsima incertidumbre, pues. Adem¨¢s, los ciclos de maduraci¨®n son muy largos. Desde que se inician los ensayos precl¨ªnicos hasta que el producto llega al mercado pueden pasar desde 7 a?os, como m¨ªnimo, hasta 12 o 14. Seg¨²n va avanzado, la seguridad es mayor, pero la inversi¨®n exigida tambi¨¦n. Y triunfalismos aparte, el estado del pipeline espa?ol es incipiente. De las 257 firmas, s¨®lo 25 tienen indicaciones en desarrollo (114). De ¨¦stas, s¨®lo 6 han llegado a la fase 2 y nada m¨¢s que 2 de ellas est¨¢n en fase comercial o de preparaci¨®n para el mercado. De los 114, s¨®lo 26 est¨¢n en fase 2 y posteriores, lo que les da a algunos -los que sobrevivan- ciertas posibilidades de llegar al mercado en 4 a 6 a?os. Las otras 87 son apenas una promesa.
El capital riesgo, que nunca ha dedicado especial atenci¨®n al sector (apenas 24 millones en 2007, seg¨²n ASCRI), se aleja. Sociedades como Najeti parecen haber perdido inter¨¦s. "Queda poco m¨¢s que Ysios, Suan Pharma y CrossRoadBiotech", reconoce Feliu, quien apunta que "no es que los fondos e inversores se est¨¦n retirando, sino que son m¨¢s selectivos". Tan selectivos que de las 100 empresas que Ysios analiz¨® en el ¨²ltimo a?o, no han seleccionado hasta el momento, al margen de Cellerix, ninguna.
La situaci¨®n se agrava por la actitud de las farmac¨¦uticas, la llamada Big Pharma, como se la conoce en el sector. Pese a que casi todas reducen su actividad en I+D y despiden a miles de cient¨ªficos, el sector se ha sentado a esperar... los resultados de las firmas de investigaci¨®n independientes; entre ellas, las de biotech. Algunas farmac¨¦uticas han creado sociedades de private equity o divisiones biotecnol¨®gicas que entran en el capital de las biotech emergentes (como Roche o la espa?ola
Suan Farma), o se han mostrado dispuestas a firmar acuerdos de licenciamiento de f¨¢rmacos (Isdin, por ejemplo). El problema es que, como explica Ortiz, "no se arriesgan hasta que pasamos la fase 2. Prefieren pagar cifras millonarias cuando el producto es ya muy seguro antes que apoyar a empresas cuando las mol¨¦culas est¨¢n en fases iniciales. Una actitud que bloquea al sector, por lo que creo que deber¨ªan implicarse m¨¢s".
La situaci¨®n ha provocado suficiente preocupaci¨®n como para que toda la biotecnolog¨ªa europea se haya puesto de acuerdo. "Trabajamos con la patronal europea, EuropaBio", dice Garc¨ªa Carnero, "para elaborar unas recomendaciones que se van a presentar a Bruselas, y aqu¨ª estamos en contacto con Ciencia e Innovaci¨®n para la adopci¨®n de medidas. El sector necesita liquidez ya".
Despu¨¦s de subrayar que la biotech est¨¢ considerada por el Gobierno "como un sector clave y con gran capacidad de arrastre, en el que hemos inyectado m¨¢s de 400 millones en los ¨²ltimos cinco a?os", Tom¨¢s Hernani confirma que algunas de las medidas est¨¢n ya en marcha. "El CDTI, que en estos cinco a?os ha financiado 196 proyectos con 112 millones, doblar¨¢ este a?o su actividad de 2008. Tambi¨¦n estamos aplicando la no exigencia de aval para las pymes y se va a adelantar el 25% de las ayudas -que antes se daban a posteriori-, adem¨¢s de que queremos potenciar la alianza entre el capital riesgo p¨²blico y privado". La prioridad es, sin duda, salvar un sector, del que Ortiz, de Digna, se muestra orgulloso. "Podemos morirnos, pero nadie puede decir que hayamos perdido la carrera. Antes ni est¨¢bamos en el mapa, antes no hab¨ªa biotech en Espa?a; ahora la hay".
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