Moldavia celebra elecciones con una gran divisi¨®n pol¨ªtica
La falta de un censo unificado complica la votaci¨®n
Moldavia, un Estado con problemas de integridad territorial y el m¨¢s pobre de Europa, celebra hoy unas elecciones parlamentarias de gran importancia para la estabilidad en las fronteras surorientales de la Uni¨®n Europea. Los comicios tienen lugar en un clima de gran tensi¨®n entre dos polos enfrentados. En uno est¨¢ el Partido de los Comunistas (PCM), en el poder desde 2001, y en el otro, varias fuerzas liberales y de derechas.
Las urnas ofrecen una oportunidad de superar los traum¨¢ticos acontecimientos que siguieron a las legislativas del 5 de abril. Aquellos comicios fueron legitimados por observadores internacionales, pero dos d¨ªas despu¨¦s de celebrarse una multitud furiosa saque¨® e incendi¨® el Parlamento y la sede de la presidencia, donde hizo ondear la bandera de Rumania. Siguieron centenares de detenciones y los defensores de derechos humanos acusaron a la polic¨ªa de palizas, malos tratos y vejaciones a los arrestados. El defensor de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Thomas Hammarberg, confirm¨® los malos tratos pero concluy¨® que no hab¨ªa suficientes pruebas para responsabilizar a las fuerzas del orden p¨²blico de la muerte de tres personas por aquellas fechas, como alegan diferentes organizaciones no gubernamentales. Las autoridades reconocieron los abusos policiales y liberaron a los detenidos.
Comunistas y liberales se disputan el pa¨ªs m¨¢s pobre de Europa
Los comunistas tratan a los liberales como si fueran neonazis, y los liberales a los comunistas como sucesores de Stalin.Formalmente, los comicios de hoy est¨¢n motivados por el fracaso de los partidos que obtuvieron representaci¨®n parlamentaria en abril en llegar a un acuerdo sobre el nuevo presidente del Estado para sustituir a Vlad¨ªmir Voronin. Con 60 de los 101 esca?os de la C¨¢mara, a los comunistas les faltaba un voto para situar a su candidata, rechazada por el Partido Liberal, el Partido Liberal Democr¨¢tico y Nuestra Moldova. El porcentaje para obtener representaci¨®n se ha rebajado del 6% al 5%, lo que facilita la incorporaci¨®n de otras fuerzas al Legislativo.
La esperanza de compromiso pasa por la figura de Marian Lupu, de 43 a?os, ex ministro de econom¨ªa y ex presidente del Parlamento. Lupu abandon¨® en junio las filas comunistas en las que militaba para encabezar la lista del Partido Dem¨®crata (socialdem¨®crata). Propone afianzar las instituciones y acabar con los privilegios de las empresas favorecidas por el r¨¦gimen de Voronin.
Las autoridades han intentado mejorar las listas electorales, pero hay problemas como la falta de un empadronamiento unificado y actualizado y el alto n¨²mero de emigrantes, se?al¨® Isabel Pozuelo, observadora de la OSCE. De los 4 millones de habitantes de Moldavia, entre 500.000 y un mill¨®n residen en el extranjero. La emigraci¨®n potencia el protagonismo de la UE y Rumania en la pol¨ªtica interna del pa¨ªs.
Todas las fuerzas pol¨ªticas moldavas aspiran a la integraci¨®n europea, pero hay matices que afectan a Bucarest. Los comunistas acusan a Rumania de intentar socavar el Estado moldavo al repartir pasaportes rumanos entre los moldavos. Voronin responsabiliz¨® a Bucarest de los sucesos del 7 de abril y ha impuesto el visado a los ciudadanos del pa¨ªs vecino, cuyo presidente, Traian Basescu, respondi¨® simplificando los requisitos para que los moldavos obtengan la ciudadan¨ªa rumana. En mayo, Basescu calcul¨® que un mill¨®n de moldavos podr¨ªan conseguirla.
El tema de la doble nacionalidad es delicado por la debilidad de Moldavia y los juegos geoestrat¨¦gicos en torno a este Estado producto de la uni¨®n en 1940 de dos regiones de distinta historia. Con algunas salvedades, el territorio en la ribera derecha del Dniester perteneci¨® a Rumania y el de la ribera izquierda, donde est¨¢ el r¨¦gimen separatista del Transdni¨¦ster, a la URSS.
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