'Me cago en mis viejos', el regreso

Una efervescente tr¨ªada de perplejidad, conmoci¨®n y controversia se incrust¨® justo hace un a?o entre los lectores de la Revista de Verano de EL PA?S. "?Qui¨¦n es este Carlos Cay?", se repet¨ªa como un mantra no s¨®lo en la redacci¨®n de este diario -que tambi¨¦n- sino en la calle, donde el lector hac¨ªa c¨¢balas y m¨¢s c¨¢balas tratando de desenmascarar al escritor enmascarado. Y es que la serie Me cago en mis viejos, diario estival de un adolescente lejos de dar con su encaje en esto de vivir, provoc¨® infinidad de conversaciones, de apuestas, de hip¨®tesis... y ahora, un a?o despu¨¦s d¨ªa por d¨ªa, ah¨ª est¨¢ de nuevo: regresa Cay, vuelve la tremebunda retah¨ªla de reflexiones entre filos¨®ficas y gore. Reflexiones al estilo de, por ejemplo: "Qu¨¦ vacile cagarme en mis viejos as¨ª, por escrito, p¨²blicamente, en un peri¨®dico (en un peri¨®dico de gran tirada, que dir¨ªa el viejo), cagarme en ellos desde el mismo diario que leen, llevo vi¨¦ndoles leer este puto peri¨®dico desde que comenc¨¦ a andar". Era el arranque del cap¨ªtulo 1 del primer Me cago en mis viejos. El primero de 31. Tambi¨¦n ser¨¢n 31 las entregas del esperado regreso de este terror de padres y educadores, de este trasgo sabio y solitario dispuesto a patear las conciencias biempensantes de, pobres de nosotros, tantos y tantos padres y madres de familia.

Vuelve el hombre sin nombre, regresa el misterio de ese sujeto l¨²cido y amargado, de ese cruce de caminos entre Salinger y Bukowski, de ese personaje literario que, sin cortarse un pelo, reflexiona para s¨ª en estas nuevas entregas: "...nos ¨ªbamos todos a la mierda, igual que el pa¨ªs". ?Tendr¨¢ raz¨®n?