"Siempre me pone el que va a contracorriente"
El dinero no consigue la felicidad, pero te permite comprar un gran barco con el que echar velas y surcar rumbo a ella". Johnny Depp, la estrella m¨¢s buscada en Hollywood, su rebelde m¨¢s taquillero, el gal¨¢n que nunca ejerce de tal, el m¨¢s estramb¨®tico de sus actores, dijo esta frase pocas semanas antes de nuestro encuentro en Chicago. Fue en otra entrevista y llevado por otros aires, esos con los que surca los mares del Caribe, pero ahora de por libre, sin necesidad de un rodaje. Las aventuras de Jack Sparrow en Piratas del Caribe le dieron a Depp lo que nunca quiso: la fama con may¨²sculas. Pero tambi¨¦n le dieron un gran bot¨ªn con el que se compr¨® su propia isla en el Caribe, Little Hall's Pond Cay, 18 hect¨¢reas en las Bahamas que ha rebautizado con nombres que significan m¨¢s en su vida y donde se escapa cada vez que puede para huir precisamente de la fama que le ha permitido este dispendio. "Aqu¨ª puedes ver todav¨ªa la marca que me qued¨® de estar al sol con un colgante", se r¨ªe Depp con esa cadencia tan suya al hablar, melosa, pero clara, mientras me ense?a la leve quemadura que se le ha quedado en el pecho por pasar demasiado tiempo bajo el sol con el medall¨®n que lleva al cuello, un objeto que parece salido de alguna pel¨ªcula de Hellboy.
"Cuando hagas esto por dinero es el momento de echarte a criar malvas"
"La definici¨®n de lo que es normal en mi mundo desapareci¨® hace tiempo"
Eso es lo ¨²nico que llego a catar del ¨²ltimo paseo de Depp por su para¨ªso terrenal, porque lo que me toca vivir con ¨¦l es su infierno. O algo as¨ª. Porque la fama hay que pagarla y Depp llega al estreno de su ¨²ltimo largometraje, Public enemies (en Espa?a, a partir del d¨ªa 14), tras concluir el rodaje de The Rum Diaries en Puerto Rico, volar a Los ?ngeles para encontrarse con su familia, la cantante Vanessa Paradis y sus hijos, Lily Rose y Jack, y acompa?arlos a Francia, desde donde hoy regresa a Chicago para esta premiere. Todo eso en menos de una semana. Si el jet-lag le atenaza, no da muestras de ello, y Depp se para con cada periodista, con cada aficionado, posa para cada foto y bromea con cada cartel que le declara amor eterno desde el otro lado de la alfombra roja que le conduce a su nuevo estreno.
Una imagen que contrasta con esa suya de hace poco m¨¢s de una d¨¦cada, cuando luchaba contra la fama, hablaba entre gru?idos, con la mano siempre en la boca, y era m¨¢s conocido por destrozar habitaciones de hoteles que por decorar barcos como el Vajoliroja (Vanessa, Jonnhy, Lily Rose y Jack), centro de sus escapadas caribe?as. Es la misma persona, el mismo pedazo de actor, y sin embargo, ?c¨®mo han cambiado tanto ¨¦l como su mundo alrededor!
?Entonces no estoy loco!", exclama. "Situaciones como la de anoche son de locos. Uno nunca se acostumbra a cosas as¨ª".
Sin embargo, tom¨® el toro por los cuernos y fue todo un caballero con sus 'fans'.
No quiero que me malinterpreten, y aprecio todas sus muestras de cari?o desde lo m¨¢s profundo, pero uno es humano y s¨®lo puede aceptar todo esto hasta cierto punto. ?Por eso no salgo de casa! (risas). Es todo tan extra?o, que no puedo ni imaginarme c¨®mo ser¨¢ a los niveles de Brad y Angelina. O lo que habr¨¢ tenido que pasar Michael Jackson. No s¨¦ c¨®mo pueden. Supongo que es vivir o morir. Pero incluso a mi nivel, desde mi propia perspectiva, es una mordida muy grande la que se lleva la fama.
La familia, ?lo lleva mejor? ?O todos estos kil¨®metros que hace son para protegerlos? [sonr¨ªe]. Mis chavales son infinitamente m¨¢s listos que yo y le han pillado el tranquillo mucho antes. No es que les exponga a todo esto, pero cuando me acerco al colegio y les veo con sus amigos, en su ambiente, son los que m¨¢s me han ense?ado a estar en p¨²blico. No s¨¦ si yo les he ense?ado algo. Si me das a elegir entre una silla en un cuarto oscuro o cruzar 10 metros bajo las miradas de todos, me quedo con lo primero. Y si crees que es una enfermedad, que soy un caso patol¨®gico, adelante. La definici¨®n de lo que es normal desapareci¨® hace tiempo. Al menos en mi mundo.
?Lamenta esa p¨¦rdida de normalidad? No. Tampoco es un momento para lamentarse. Para m¨ª, la fama es esa pelota que alguien puso en mis manos hace 20 a?os y me dijo que echara a correr. Lo que no me dijo es esa otra parte de la ecuaci¨®n que lo acompa?aba. La p¨¦rdida del anonimato. Una putada en ocasiones, s¨ª. No poder ir a Disneylandia con mis chavales, por ejemplo. Tener que buscar c¨¢maras ocultas en los cuartos de ba?o y esas cosas, en los tiempos tan voyeuristas que corren en los que siempre hay una c¨¢mara, un tel¨¦fono m¨®vil, alguien que te est¨¢ apuntando. Quema un poco. Pero mi vida no est¨¢ nada mal [risas]. Es s¨®lo que en algunos momentos necesitas un respiro. De las pel¨ªculas, de la fama, de las fotograf¨ªas. Y ¨¦se es el momento en el que me voy a mi isla y no hago nada. Literal. Me siento y dejo que me caiga el hilillo de baba. Paso el tiempo con mis hijos, recogiendo conchas en la playa, sin juguetes, sin tel¨¦fonos, sin agentes. Nada. El horizonte, mi familia y yo. Eso me a?ade dos minutos de vida, ?no crees?
En el otro horizonte, el laboral, Depp no para. Le queda poco tiempo para desconectar en su isla. Su filmograf¨ªa, a los 46 a?os, ronda ya el medio centenar de pel¨ªculas, y lo que parec¨ªa una carrera independiente, ef¨ªmera y singular de alguien que lleg¨® a Hollywood con aspiraciones musicales ha acabado siendo la de una de las estrellas m¨¢s rentables del momento. Y todo ello sin recurrir a los papeles de superh¨¦roes, el camino que han seguido muchos de sus compa?eros de generaci¨®n. Como asegura Depp con sonrisa sarc¨¢stica, a ¨¦l "no le van las mallas". Debe de ser la ¨²nica indumentaria que no ha probado en su carrera, porque el resto no puede ser m¨¢s variada, con esas tijeras por manos de Eduardo Manostijeras, los jers¨¦is de angora de Ed, la puntiaguda nariz de Sleepy Hollow, o su pr¨®ximo trabajo como el Sombrerero Loco en la Alicia de Tim Burton, entre los m¨¢s pintorescos. Por no citar su ya emblem¨¢tico Jack Sparrow.
Cualquiera que sea la pel¨ªcula, Depp comienza siempre con el personaje haciendo sus propios bocetos, si se trata de una total invenci¨®n, o descubriendo todo lo posible de su papel, si se trata de alguien de carne y hueso. Como, por ejemplo, probarse los pantalones en los que muri¨® John Dillinger para su trabajo en Public enemies, pel¨ªcula de Michael Mann que reconstruye el ¨²ltimo a?o de vida del enemigo p¨²blico n¨²mero uno.
Claro que me los prob¨¦" afirma. "Es que, si te dan una oportunidad as¨ª, ?t¨² no lo har¨ªas? Es tu deber. Lo malo es que me los prob¨¦ despu¨¦s de haber hecho la pel¨ªcula. Pero me val¨ªan".
Si los pantalones no llegaron a tiempo, ?c¨®mo reconstruy¨® el papel de Dillinger? Su figura me fascin¨® desde ni?o. No s¨¦ por qu¨¦. La misma fascinaci¨®n que sent¨ªa por Charlie Chaplin o Buster Keaton. Quiz¨¢ ten¨ªa que ver con mi familia, con mi abuelo, por quien sent¨ªa mucho apego, una especie de Robert Mitchum en Thunder Road que pasaba alcohol de contrabando en los condados en los que imperaba la ley seca. Y mi padrastro, otro tipo duro que pas¨® alg¨²n tiempo, sus a?os educativos como dec¨ªa, en la prisi¨®n de Statesville, la misma en la que sirvi¨® Dillinger. Quiz¨¢ por eso me fascinaba esa figura de Dillinger.
A usted y a muchos, a juzgar por las numerosas adaptaciones de alguien que en una docena de atracos se llev¨® por delante alrededor de 300.000 d¨®lares de la ¨¦poca (unos 4,8 millones de d¨®lares de ahora). A m¨ª ya sabes que siempre me pone el que va a contracorriente, el que lleva las de perder [risas]. Es mi especialidad. Y entre el p¨²blico influye ese deseo que hay en todos nosotros de conseguir lo que queremos sin sufrir las consecuencias, ?no crees? John Dillinger fue un h¨¦roe existencialista. Alguien que luch¨® contra el sistema e hizo lo que pudo con la mierda de la que hab¨ªa partido. Mi visi¨®n de Dillinger es m¨¢s la de un Robin Hood de esa ¨¦poca. Alguien idolatrado en su momento que adem¨¢s supo c¨®mo cultivar su imagen.
?Qui¨¦n fue su inspiraci¨®n en este caso? Esta vez ser¨ªa m¨¢s un punk como Joe Strummer. Quiz¨¢. Aunque la canci¨®n que escuch¨¦ durante todo el rodaje fue Nightmare, de Arti Shaw. Un tema que apliqu¨¦ pr¨¢cticamente a cada una de las escenas.
El rodaje, adem¨¢s, tuvo lugar en tierra conocida. Todo el proceso fue tan natural y a la vez tan extra?o. Rodar la muerte de Dillinger dejando caer mi cabeza exactamente en el mismo lugar en el que Dillinger cay¨® muerto. Como actor eso no hace m¨¢s que mejorar tu interpretaci¨®n. Y ¨¦ramos pr¨¢cticamente vecinos. La granja en la que naci¨®, en Mooresville, no est¨¢ ni a tres horas de Owensboro (lugar de nacimiento de Depp en Kentucky). S¨®lo puedo agradecerle a Michael Mann este gran regalo que puso en mis manos. Su preocupaci¨®n por el detalle nos dio los mejores lugares para rodar, donde tuvieron lugar los hechos.
Sin embargo, se ha hablado de un Depp impaciente con las man¨ªas de Mann. ?Son muy diferentes comparadas con las de Tim Burton? Soy de los que creen que como actor siempre debes dar la mejor de tus interpretaciones, primero por ti y por tu familia. Una responsabilidad a¨²n mayor con tu audiencia, para no aburrirla. Pero tambi¨¦n tienes una gran responsabilidad con tu director. Y cuando trabajas por primera vez con alguien hay un periodo de ajuste. Tim, a estas alturas, m¨¢s que un director, m¨¢s que un realizador, m¨¢s que mi hermano, es mi mejor amigo. Nos une un lazo muy fuerte, una confianza innata. Por extra?o que parezca, en t¨¦rminos cinematogr¨¢ficos, no hay nada que no est¨¦ dispuesto a hacer por ¨¦l.
?Incluso si le pide que vea sus propias pel¨ªculas? [risas]. S¨¦ que suena raro, pero no soy capaz de verme. He aprendido a participar en todo el proceso de promoci¨®n de la cinta, me divierten las matem¨¢ticas que hay en la producci¨®n de un filme y disfruto enormemente cuando estoy construyendo el personaje. Pero no puedo verme en la pantalla. Prefiero quedarme con el proceso art¨ªstico que con el resultado palpable y econ¨®mico que es producto de ese esfuerzo.
Otro d¨ªa. Otra premiere. Esta vez en Los ?ngeles. La misma alfombra roja, la misma adoraci¨®n, los mismo flashes y el mismo Depp ataviado con ese estilo tan suyo, jugando a ser el chico malo, aunque el chaleco ro¨ªdo sea de Armani, y la camisa de bucanero, de Prada. Las ganas de divertirse con su atuendo no han cambiado con su estatus, y tampoco lo ha hecho su entorno. Para alguien capaz de recaudar 140 millones de d¨®lares en un fin de semana de estreno como hizo con el tercer Piratas del Caribe, Depp llega a sus entrevistas pr¨¢cticamente solo para los est¨¢ndares de Hollywood: un par de representantes del estudio, su publicista, Robin Baum, y Keenan Wyatt, ese que hace las veces de amigo y guardaespaldas. Su gesto sigue siendo sonriente y t¨ªmido, aunque lleve el mundo por montera. Una confianza que desde hace 10 a?os Depp atribuye al nacimiento de su primog¨¦nita, Lily Rose, de Jack, y a la compa?¨ªa de la madre de sus chavales, la actriz y cantante francesa Vanessa Paradis. Con todo lo rebelde que Depp ha sido a lo largo de su carrera, en cuesti¨®n de parejas, ya fuera en los tiempos del Winona para siempre que tatu¨® en sus carnes en honor a Winona Ryder o en esos otros a?os locos junto a Kate Moss, el actor siempre ha destacado en un Hollywood promiscuo como el m¨¢s mon¨®gamo de sus galanes.
Tengo que darle todo el m¨¦rito a Vanessa y a mis hijos por aguantarme. Por soportarme cada vez que me voy a un rodaje. Porque cuando uno trabaja se imbuye en lo que hace. Y en mi caso son meses de largas jornadas en la mayor¨ªa de los casos fuera de casa los que tienen que soportar".
?Acostumbra a llevar a sus personajes a casa? Quiz¨¢ algunos como el Capit¨¢n Jack o Eduardo (Manostijeras) dieron m¨¢s lata. Pero no es lo normal.
?Qu¨¦ piensan sus hijos de su trabajo?
No preguntan mucho. Est¨¢n acostumbrados a esta mec¨¢nica. Mi hija, Lily Rose, acaba de cumplir 10, y seg¨²n ella ya puede ver mis pel¨ªculas, aunque yo tengo claro que hay cosas como The?Libertine que no le dejar¨¦ ver hasta quetenga 60 [risas]. No lo tengo muy claro con Public enemies. Vio Eduardo Manostijeras con Jack y acabaron llorando, as¨ª que no tengo muy claro que puedan ver m¨¢s por el momento. Iban a alucinar.
?Qu¨¦ es lo que ha hecho de Vanessa la mujer de su vida? Recuerdo que hace 11 a?os estaba en un hotel mientras rodaba en Francia La novena puerta con Polanski. S¨®lo vi una espalda, un cuello. Se dio la vuelta y no necesit¨¦ m¨¢s. Era Vanessa. Y 11 a?os y dos ni?os m¨¢s tarde, ya ves. No tengo m¨¢s que explicar.
Vanessa, los ni?os y media docena de casas alrededor del mundo, entre ellas su isla y su mansi¨®n en Francia. ?C¨®mo se organizan la vida? Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en Los ?ngeles, porque es donde los ni?os van al colegio. Pero Francia me ha dado el lujo de poder disfrutar de las cosas sencillas porque all¨ª vivimos en la campi?a. Nuestra vida es mucho m¨¢s simple. Adem¨¢s, a uno le viene bien mantener cierta distancia de su propio pa¨ªs. Te da una nueva apreciaci¨®n.
?Y la isla?
Como todo en mi vida, las cosas vinieron dadas. Tras Piratas del Caribe, mi carrera dio un gran giro y las cosas fueron un poco m¨¢s... ?extra?as? El mundo se hizo m¨¢s grande y fue como una explosi¨®n de lo m¨¢s rara. As¨ª que una vez que acab¨¦ el rodaje de La ventana secreta me fui de vacaciones con mis chavales y mi chica, y alguien me dijo eso de "Echa un vistazo ah¨ª abajo, que est¨¢n vendiendo una isla. Yera cierto. As¨ª que fui a verla y fue todo lo que necesit¨¦. Lo siguiente fue llamar a mi manager y ya est¨¢. Ya s¨¦ que parece un lujo, pero fue el momento perfecto y para m¨ª no es ning¨²n exceso. Al contrario, es el ¨²nico sitio donde puedo llevar una vida tranquila.
El giro que menciona Depp no parece tener freno. Su nombre mueve monta?as. La esperanza de una nueva entrega de Piratas... est¨¢ salpicada por una incesante cartera de trabajos ins¨®litos que caen en sus manos. Otros los busca, como el ¨²ltimo rodaje en el que acaba de participar, The Rum Diaries, filme en el que tambi¨¦n trabaja como productor desde su compa?¨ªa Infinitum Nihil. Han sido m¨¢s de 10 a?os, casi 20, desde que habl¨® de esta adaptaci¨®n con Hunter S.?Thompson, desde que le dio su palabra de amigo, pero The Rum Diaries ya es una realidad. Depp tambi¨¦n acudi¨® al rescate de otro amigo, Terry Gilliam, cuando la inesperada muerte de Heath Ledger le dej¨® a mitad de rodaje sin protagonista en The imaginarium of Doctor Parnassus. Junto con Jude Law y Colin Farrell, Depp complet¨® la obra p¨®stuma de Ledger. Y si de amistad se trata, nada como la que le une a Tim Burton completando ahora su s¨¦ptimo trabajo juntos en Alicia.
El ¨²ltimo que me viene a la mente es Robert Pattinson, pero su nombre, su carrera, siempre est¨¢ en los labios de esas nuevas generaciones que quieren emularle. Eso era como cuando empezaba y me dec¨ªan que era el nuevo James Dean y yo s¨®lo pod¨ªa pensar que Dean estaba muerto desde 1955 [risas]. Son etiquetas. En mi mente s¨®lo puedo pensar que he sido muy afortunado. Las cosas han llegado cuando ten¨ªan que llegar. Nunca esculp¨ª un plan maestro. He hecho lo que he hecho, y punto. Y he tenido la suerte de contar con gente que me ha apoyado siempre. Como Tim Burton. Por ejemplo, cuando Paramount no quer¨ªa saber nada de m¨ª para Sleepy hollow. Tim luch¨® por m¨ª y eso supuso un gran giro en..., odio utilizar la palabra carrera, as¨ª que dir¨¦ en mi vida. Lo que tengo es suerte de llevar tanto tiempo en escena. Y s¨ª, las cosas han cambiado esta ¨²ltima d¨¦cada, pero yo me siento el mismo. El mayor cambio es la maravilla de haber visto crecer a mis hijos. Ellos son mi inspiraci¨®n.
?Piensa c¨®mo habr¨ªa sido su vida de haberse dedicado a la m¨²sica en lugar de al cine? ?Que si echo de menos mis d¨ªas de rock and roll? Supongo que s¨ª porque ¨¦se era mi plan. La guitarra fue mi primer amor. Desde los 15 a?os para m¨ª no hubo m¨¢s que guitarra y m¨²sica. Pero quiz¨¢ si siguiera en el mundo del rock habr¨ªa perdido ese cari?o. Quiz¨¢ me habr¨ªa aburrido del tema, aunque se me hace dif¨ªcil creerlo.
?Su pr¨®ximo rodaje ser¨¢ 'El llanero solitario'? Estamos trabajando en ello, a la espera del gui¨®n, pero ya tengo varias ideas para Tonto. Ser¨¢ divertido. No me faltan ganas porque siempre he cre¨ªdo que uno de los mejores retratos en cine de un indio es el Chief (Will Sampson) en Alguien vol¨® sobre el nido del cuco.
?Y los comentarios de Gilliam de retomar el proyecto de Don Quijote?
No me ha dicho nada personalmente, y mejor as¨ª porque tal vez hay forma de volverle a dar vida a esa pel¨ªcula, pero para m¨ª ese proyecto ya tuvo su prop¨®sito y fue hacer Lost in La Mancha.
A estas alturas, ?cu¨¢l es el criterio que le hace seguir actuando en lugar de retirarse a su isla? ?Qu¨¦ legado quiere dejar? No soy m¨¢s que un actor, as¨ª que me es duro pensar en t¨¦rminos de legado. Mi ¨²nico deseo es hacer algo de lo que mis hijos se sientan orgullosos. Y que siga entreteniendo a la audiencia. He tenido suerte hasta ahora, pero es una gran responsabilidad. Porque cuando hagas esto por dinero, eso se notar¨ªa y es el momento de echarte a criar malvas. Y mentalmente todav¨ªa no estoy preparado para eso.
De joven rebelde a un cautivador profesional
John Cristopher Depp
(Owensboro, Kentucky, 1963) pas¨® su infancia en Florida. El matrimonio de sus padres, un ingeniero y una camarera, se deshizo cuando era un adolescente. Con 17 a?os decidi¨® marcharse de casa y vivir en Los ?ngeles. La m¨²sica rock marcaba entonces sus aspiraciones. Pero eso no le daba de comer y trabaj¨® un tiempo como obrero.
Contactos. Su primera esposa, una maquilladora llamada Lori, le present¨® a Nicolas Cage. Entablaron una buena amistad. El actor le convenci¨® para que acudiera a un casting, y Depp se hizo con un peque?o papel en Pesadilla en Elm Street (1984). En Eduardo Manostijeras (1990) demostrar¨ªa su capacidad para mimetizarse con personajes exc¨¦ntricos.
Poco premiado. Depp no ha logrado todav¨ªa ning¨²n Oscar. De sus m¨²ltiples nominaciones ha ganado un Globo de Oro. Tambi¨¦n ha tocado la guitarra con Oasis y regent¨® un club nocturno.
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