Ram¨®n Lourido D¨ªaz, historiador de Marruecos
Ha existido entre los franciscanos una antigua tradici¨®n de estudio de la lengua ¨¢rabe y de la historia de pa¨ªses de esa ¨¢rea ligada al papel de la orden en la Obra P¨ªa de Jerusal¨¦n y en las misiones de Marruecos. Traductores, gram¨¢ticos, historiadores, embajadores, mediadores entre dos mundos, esta tradici¨®n ha sido recuperada y estudiada en numerosos trabajos por quien ha sido su ¨²ltimo representante, el padre Ram¨®n Lourido D¨ªaz, que falleci¨® en Madrid a los 80 a?os el 23 de julio.
Nacido en la parroquia de San Clodio del municipio de Leiro, en pleno coraz¨®n de la comarca de Ribeiro (Ourense), march¨® a Marruecos como franciscano en los a?os cincuenta, donde se familiariz¨® con la lengua ¨¢rabe y el estudio de la historia de ese pa¨ªs. Su tema central de estudio fue el siglo XVIII marroqu¨ª, al que dedic¨® su tesis doctoral realizada a fines de los sesenta en la Universidad de Granada en la C¨¢tedra-Seminario de Jacinto Bosch Vil¨¢.
Ram¨®n Lourido se convirti¨® en el gran especialista de la ¨¦poca del sult¨¢n Sidi Mohamed Ben Abdallah, el monarca marroqu¨ª m¨¢s abierto a Europa, coet¨¢neo del ilustrado Carlos III. El libro que dedic¨® a las relaciones exteriores de aquel sult¨¢n, particularmente las entabladas con Espa?a, es hoy un cl¨¢sico reconocido por todos los estudiosos de la ¨¦poca como Abdelmajid Kaddouri, Mohamed Ennaji o Jean-Louis Mi¨¨ge. Una obra que exigir¨ªa una traducci¨®n al ¨¢rabe para que los historiadores marroqu¨ªes, poco familiarizados con la lengua castellana, conocieran de cerca un periodo fruct¨ªfero de cooperaci¨®n pol¨ªtica hispano-marroqu¨ª en el que se firmaron tratados importantes de paz, lo que ayudar¨ªa a deshacer muchos de los clich¨¦s que se han elaborado sobre la rivalidad entre los dos pa¨ªses.
Ram¨®n Lourido se instal¨® en T¨¢nger, en cuya catedral se conservan los archivos de los franciscanos en Marruecos que guardan la historia no s¨®lo de las misiones de la orden en diversas ciudades del imperio marroqu¨ª, sino los archivos bautismales de una colonia espa?ola que comienza a desarrollarse en Marruecos desde mediados del siglo XIX. La organizaci¨®n y catalogaci¨®n de este archivo debe mucho a su dedicaci¨®n.
En los a?os setenta y ochenta ejerci¨® como ma?tre de conf¨¦rences de Historia en la Universidad Mohamed V de Rabat, en un departamento de espa?ol en el que tuvo como colegas a Aziza Bennani, Sim¨®n Levy, Rodolfo Gil Grimau y, m¨¢s tarde, a miembros de la generaci¨®n que hab¨ªa contribuido a formar, como Hussein Buzineb. De esta ¨¦poca datan sus colaboraciones en la revista Hesperis-Tamuda.
Jubilado de su actividad docente, continu¨® la labor investigadora en los a?os noventa dedic¨¢ndose plenamente al estudio de las relaciones hispano-marroqu¨ªes, con especial atenci¨®n a la recuperaci¨®n de los trabajos realizados por otros franciscanos desde el siglo XVIII en el campo del arabismo. En 1996 dirigi¨® el congreso que se realiz¨® en T¨¢nger en el centenario del padre Jos¨¦ Lerchundi, primer gram¨¢tico del ¨¢rabe dialectal marroqu¨ª.
Cl¨¢sicos franciscanos
Los ¨²ltimos a?os de su vida, instalado en Madrid, fueron, si cabe, de los m¨¢s intensos en su actividad investigadora. A los numerosos estudios hist¨®ricos que public¨® en la revista franciscana Archivo Ibero-Americano (algunos constituyen verdaderos libros por su envergadura, como el que dedic¨® en 2006 al estudio del ¨¢rabe entre los franciscanos) se a?adieron los documentad¨ªsimos estudios preliminares a la reedici¨®n de cl¨¢sicos de franciscanos arabistas como el citado padre Lerchundi, Fray Bernardino Gonz¨¢lez, o berberistas como H. Sarrionand¨ªa y Esteban Ib¨¢?ez Robledo.
Su sepelio, en su parroquia natal, en el monasterio de Santa Mar¨ªa de San Clodio, fue presidido por el ministro de la Orden Franciscana Jos¨¦ Rodr¨ªguez Carballo y por el obispo de la di¨®cesis Luis Quinteiro, en una ceremonia religiosa concelebrada por 61 sacerdotes, entre ellos el hermano del difunto, Ces¨¢reo Lourido, mostrando el reconocimiento de la Iglesia a la figura desaparecida. Queda pendiente el homenaje universitario al acad¨¦mico y al historiador de las relaciones hispano-marroqu¨ªes, que habr¨¢n de brindarle los muchos amigos que dej¨® y que no podr¨¢n olvidar su fina iron¨ªa, su sencillez y su generosidad.
Bernab¨¦ L¨®pez Garc¨ªa es catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea del Islam en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
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