Una plaga vegetal altera el Ebro
El aumento desaforado de una planta atrae especies for¨¢neas y expulsa las locales
Verde. A los pies del embarcadero de M¨®ra d'Ebre (Ribera d'Ebre) el herbazal traspasa las aguas, se extiende sobre el Ebro y se agolpa en las m¨¢rgenes del r¨ªo hilando una mara?a de felpudos flotantes. Josep Grau, de 61 a?os y pay¨¦s de la localidad, lo se?ala con asombro. "De vez en cuando ves pasar unas extensiones de algas enormes", dice y extiende ambos brazos como si hubiera pescado una presa gigantesca. Josep y el pueblo entero las denominan algas aunque se trate de macr¨®fitos, planta acu¨¢tica que recubre el Ebro cada verano desde hace cerca de una d¨¦cada. Pero Grau nunca hab¨ªa visto un r¨ªo tan verdoso: el proceso se intensifica y acelera a?o a a?o. "Cuantas m¨¢s hay, m¨¢s crecen. Son ya la principal plaga que sufre el Ebro", advierte el experto en ecolog¨ªa acu¨¢tica y responsable medioambiental de Endesa, Antoni Palau. La vida del r¨ªo est¨¢ cambiando. "Y las especies aut¨®ctonas pierden".
En el r¨ªo apenas hay barbos, pero crecen el mosquito tigre y la mosca negra
Pierden porque el verano del Ebro se ha convertido en un para¨ªso para macr¨®fitos: aguas c¨¢lidas y un caudal pobre con corrientes incapaces de arrastrar sedimentos, con el consiguiente descenso de los minerales que frenaban a los vegetales acu¨¢ticos. Un estudio del departamento de investigaci¨®n de ecolog¨ªa acu¨¢tica de la Generalitat (IRTA) sostiene que los macr¨®fitos ya recubren m¨¢s del 50% de la superficie fluvial. Tal crecimiento ha favorecido a las especies invasoras, es decir, a la mayor¨ªa. Seis de cada 10 organismos que habitan el Ebro llegaron de fuera. "A los peces de aqu¨ª les hemos cambiado la casa, ahora el r¨ªo favorece especies m¨¢s agresivas y las aut¨®ctonas est¨¢n en coma", dice Nuno Caiola, investigador del centro.
Los ecologistas culpan del cambio a la infraestructura hidr¨¢ulica, que, subrayan, convierte el r¨ªo en una balsa caldeada y sin corrientes. "En parte es cierto. Pero esta infraestructura lleva d¨¦cadas funcionando y la proliferaci¨®n de vegetales es un proceso relativamente nuevo", detalla Joan Armengol, catedr¨¢tico de ecolog¨ªa de la Universidad de Barcelona. "El aumento de la presi¨®n humana sobre los recursos del r¨ªo ha sido clave. Ha dejado de ser un r¨ªo natural. Es la culminaci¨®n de una p¨¦sima gesti¨®n del Ebro", asevera.
La ¨²nica especie aut¨®ctona en alza es el macr¨®fito. "Siempre estuvo aqu¨ª, pero el r¨ªo no lo dejaba crecer. Ahora se ha multiplicado sin control y brota incluso en el tramo bajo del Segre", apunta Caiola. La proliferaci¨®n favorece a las especies ex¨®ticas, puesto que las aut¨®ctonas no tienen experiencia en un h¨¢bitat tan denso en vegetales. "El r¨ªo ya no pertenece a la madrilla, la bagra, el barbo. Apenas se encuentran pese a que siempre se criaron en estas aguas". Hay otros beneficiados: los macr¨®fitos se revelan como espl¨¦ndido criadero para el mosquito tigre o la mosca negra, cuya presencia aumenta imparable.
Ello contrasta con la escasez de actuaciones para que el Ebro recupere el viejo pulso. Endesa, empresa responsable de los principales embalses, provoca crecidas artificiales varias veces al a?o para depurar el fondo. La propia el¨¦ctrica admite que es insuficiente: los macr¨®fitos se recuperan al cabo de dos semanas. La Agencia Catalana del Agua (ACA) investiga el asunto, pero apenas act¨²a. "No se concreta nada. Habr¨ªa que reducir los estudios y abordar el tema de una vez", dice Palau.
Otras entidades vinculadas a la ACA realizan actividades peri¨®dicas para retirar los vegetales. Lo hacen para mantener la navegabilidad del r¨ªo sin considerar otros factores. Vicent, ribere?o de 48 a?os encargado de manejar las barcazas que cruzan el Ebro a la altura de Miravet, suele recurrir a su ayuda. "Si no cortaran algas, ser¨ªa imposible navegar. Pero ?c¨®mo crecen!", grita se?alando una lata de cerveza entre macr¨®fitos que se mantiene de pie como si reposara sobre una roca. Costosamente, la barcaza se abre paso entre los macr¨®fitos. Pero Vicent descarta pedir ayuda a la ACA. "No vendr¨ªan tan pronto. Ya limpiaron esto hace 20 d¨ªas".
Junto al reactor nuclear
La plaga de macr¨®fitos mengua la biodiversidad del Ebro y entorpece las actividades a orillas del r¨ªo. La mara?a verde termina por bloquear cualquier punto de toma de agua que dependa del Ebro, sea de regad¨ªo o de refrigeraci¨®n. La nuclear de Asc¨®, que se abastece del r¨ªo para regular la temperatura de los dos reactores, se ha visto obligada a parar por ello. En ocasiones los macr¨®fitos obstruyen el punto de toma de agua y el l¨ªquido absorbido no basta para atemperar el reactor. "Es un problema serio: una nuclear como Asc¨®, que alberga dos reactores, no puede permitirse perder capacidad de refrigeraci¨®n", sostiene el catedr¨¢tico de Ecolog¨ªa de la Universidad de Barcelona, Joan Armengol.
Endesa ensaya ahora nuevas t¨¦cnicas para reducir la presencia de macr¨®fitos. "Los m¨¦todos que emple¨¢bamos han perdido eficacia. Estamos evaluando c¨®mo hacer frente a la planta", admite Antoni Palau. "Endesa est¨¢ gastando millones de euros en intentar controlar los cambios en el h¨¢bitat del Ebro. De momento, no lo est¨¢ logrando", advierte Armengol.
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