La extra?a muerte de la pareja del Burgar
Dos cuerpos del siglo IV hallados en un silo desconciertan a los arque¨®logos
Un asesinato cometido diecisiete siglos atr¨¢s. O tal vez v¨ªctimas de una epidemia o del castigo que alg¨²n p¨¦rfido centuri¨®n trat¨® de ocultar. Los arque¨®logos no descartan hip¨®tesis alguna ante el hallazgo en el Cam¨ª de Valls, cerca de Reus (Baix Camp), de dos cuerpos del siglo IV arrojados en un silo de la ¨¦poca en desuso. En el recinto, de 1,5 metros de di¨¢metro, han permanecido casi intactos el cuerpo de un ni?o y el de una adolescente. Una sepultura demasiado indigna para la ¨¦poca tard¨ªa romana, civilizaci¨®n entusiasta de sarc¨®fagos e inscripciones incluso entre los m¨¢s humildes.
Son la pareja del Burgar, seg¨²n les ha bautizado la excavaci¨®n que los ha hallado junto a las obras de construcci¨®n del colegio Pi del Burgar. Una madre y su hijo, barajan. Hermanos, quiz¨¢. Puede que amantes entre castas prohibidas. Poco se sabr¨¢ hasta que el laboratorio resuelva la autopsia.
"Este entierro resulta una pr¨¢ctica propia del Neol¨ªtico; no casa con la civilizaci¨®n romana. A veces te llevas sorpresas as¨ª", comenta Jaume Mass¨®, director del Museo de Arqueolog¨ªa Salvador Vilaseca de Reus. Y es que hallar cuerpos desprovistos de cualquier cuidado era hasta la fecha in¨¦dito en esa zona, rica en yacimientos por su proximidad a la imperial Tarraco. A 500 metros de la pareja se localizaron en 1912 sepulcros tallados en piedra y regados de ¨¢nforas, alarde del bienestar econ¨®mico de los difuntos.
Influjo visig¨®tico
Otros dos cad¨¢veres fueron hallados en 1947 cubiertos por sarc¨®fagos de tejas, lo que ilustra su extrema pobreza. Ambos casos son de la misma ¨¦poca que la pareja del Burgar, pero ninguno recibi¨® inhumaci¨®n tan desabrida: un silo abandonado.
"Enterrar cad¨¢veres en sitios en desuso es propio de la cultura visig¨®tica, pero los esqueletos estaban rodeados de cer¨¢mica romana", a?ade un Mass¨® fascinado por las dudas. El hallazgo podr¨ªa arrojar que la convivencia entre romanos y godos en las villas agr¨ªcolas que suministraban alimentos a Tarraco habr¨ªa sido mayor de lo imaginado.
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