Nace en O Grove la dorna yate

Hoy ser¨¢ su botadura, pero la dorna Sara ya ha navegado mucho en la Red -que no en el mar- donde los aficionados a las embarcaciones tradicionales han podido seguir paso a paso su construcci¨®n en un blog propio (dornasara.blogspot.com). Tradici¨®n y modernidad van de la mano en este proyecto que actualiza el dise?o de la vieja dorna marinera para funciones de yate de recreo. La misma nave, que en la edad media sirvi¨® a los vikingos para adentrarse por la r¨ªa de Arousa y poner en jaque a Compostela, se lanza ahora a la conquista de los puertos deportivos de las R¨ªas Baixas.

"Hay que reivindicar los barcos tradicionales de Galicia, que pueden adaptarse a los nuevos tiempos, como ya han hecho los catalanes con los llaud". Esta era la idea del armador, Avelino Ochoa, abogado y presidente del Club N¨¢utico Pedras Negras de O Grove, cuando en el 2008 se lanz¨® a la construcci¨®n de su dorna, Sara.

La nave de los vikingos se lanza a la conquista de los puertos deportivos

El coste de la nueva embarcaci¨®n se aproxima a los 100.000 euros

Televisi¨®n, camas, microondas, GPS y pl¨®ter, en el interior de la dorna Sara

La idea era novedosa, pero eligi¨® para ejecutarla la sabidur¨ªa de generaciones de artesanos y encarg¨® la tarea al astillero m¨¢s antiguo en funcionamiento de toda la costa gallega: Hijos de J. Garrido, que lleva dedic¨¢ndose al oficio en O Grove, generaci¨®n tras generaci¨®n, desde 1850. El mismo astillero hab¨ªa participado ya en el proyecto de la dorna Irmandi?a, que a finales del verano de 2004 puso proa a Am¨¦rica en un reto Atl¨¢ntico, iniciativa de la asociaci¨®n Dorna Meca; y tambi¨¦n ten¨ªa experiencia con dos galeones, encargo del Club N¨¢utico de Sanxenxo, que se desempe?an ahora como barcos de ocio.

Los hermanos Garrido (Pepe, Carlos y Fabi¨¢n) acogieron la idea de Ochoa con entusiasmo y pusieron experiencia e ilusi¨®n al servicio de la direcci¨®n t¨¦cnica de Ignacio Echenique, ingeniero vigu¨¦s con oficina en Madrid que tambi¨¦n sabe mucho de desaf¨ªos, pues es el responsable adem¨¢s del proyecto del velero m¨¢s grande del mundo, que se construye en el puerto de Mar¨ªn.

Con poca m¨¢quina y mucha mano, ech¨® a andar el trabajo para sacar adelante la embarcaci¨®n, que se llev¨® a cabo en varias fases bien documentadas e ilustradas en la web. Las 3.500 horas de faena han tenido como resultado una dorna de tope alistonada, de 8,80 metros de eslora y 2,50 de manga.

En un mar de fibras sint¨¦ticas, Sara har¨¢ valer la nobleza de las maderas de calidad: teca en la cubierta y caoba en el casco. Sin embargo, aunque los materiales son los de antes, no se ha renunciado a los medios m¨¢s modernos para facilitar la navegaci¨®n. El puesto de mando est¨¢ completamente equipado y cuenta con piloto autom¨¢tico, pl¨®ter (pantalla en la que se pueden observar, por ejemplo, las cartas n¨¢uticas), GPS, sonda, y un joystick de control de h¨¦lice de proa para facilitar la maniobra de amarre. A favor de la comodidad, se ha sustituido tambi¨¦n la tradicional vela de relinga, propia de las dornas, por una vela cangreja reenviada a popa para que pueda ser manejada por una sola persona. Tampoco lleva ca?a, sino tim¨®n hidr¨¢ulico. Despu¨¦s de las pruebas de navegaci¨®n, le a?adieron m¨¢s plomo de lastre a la quilla, hasta llegar a los 800 kilos.

El dise?o del barco se debe a los drakkar de los invasores escandinavos, pero su confort ha evolucionado sac¨¢ndole todo el partido a los avances del largo milenio transcurrido desde que por primera vez se dejaron ver por Arousa. En cabina hay espacio suficiente para la cocina, tres camas y dos literas -que permiten acomodar a cinco personas sin privaciones-, microondas y televisi¨®n incluidos.

El coste ronda los 100.000 euros, un lujo a un precio moderado si se tiene en cuenta que la misma dotaci¨®n en un yate supondr¨ªa un desembolso de 70.000. El constructor, Pepe Garrido, asegura que cada vez hay m¨¢s mercado para este tipo de embarcaci¨®n: "Ahora se demandan menos dornas para pescar y aumentan las destinadas al ocio". Por eso ve en la n¨¢utica de recreo el futuro de las carpinter¨ªas de ribera. Nuevos tiempos para los viejos oficios.

La dorna de Avelino Ochoa es un moj¨®n en el camino de la recuperaci¨®n de la cultura mar¨ªtima tradicional con nuevos horizontes. Tras echar el ancla en su singladura por el ciberespacio, hoy recibir¨¢ su bautismo en las aguas atl¨¢nticas de O Grove con el nombre de la hija de su armador, Sara. Tiene nombre de mujer, porque la tradici¨®n y la superstici¨®n no permiten innovar en todo.