Vargas Llosa, Mar¨ªas y la utop¨ªa arcaica
Hay pocos escritores vivos que admiro m¨¢s que Mario Vargas Llosa y Javier Mar¨ªas. He le¨ªdo toda su obra, he escrito sobre ellos, los he ense?ado. Cuando me piden que mencione mis libros de cabecera, siempre incluyo t¨ªtulos como Conversaci¨®n en La Catedral o Ma?ana en la batalla piensa en m¨ª. Creo entender las pulsiones principales que subyacen en sus novelas, incluso en muchas de las ideas que no comparto de sus ensayos.
La parte en la que ambos me pierden es su incapacidad para entender los cambios tecnol¨®gicos de la ¨¦poca, la forma que tienen de concluir que gracias a esos cambios la literatura se empobrece. Hace algunos meses Mar¨ªas atac¨® los blogs, a los que llam¨® esa "regi¨®n ocultamente furibunda" debido a la cantidad de insultos y veneno que uno encuentra en la secci¨®n de comentarios. El escritor espa?ol declar¨® que no entend¨ªa que hubiera tantos escritores que llevaran blogs, y mucho menos el lado interactivo de los blogs: "?Cu¨¢l es la gracia de estas tertulias escritas? ?Ver que uno provoca reacciones? ?Tener la comprobaci¨®n inmediata de que lo que expone no cae en el vac¨ªo?".
En cuanto a Vargas Llosa, el hispanoperuano se declar¨® hace poco ferviente defensor del papel, que "infunde un respeto casi religioso al escritor", y dijo, contundente: "Si la literatura se hace s¨®lo para las pantallas se empobrecer¨¢, porque la pantalla hace que pierda profundidad y riesgo". Vargas Llosa termin¨® creando una falsa dicotom¨ªa entre el libro y la m¨¢quina: "La gran amenaza son las m¨¢quinas que puedan acabar con el libro. No sabemos qu¨¦ va a pasar con ese desaf¨ªo para la literatura que es la pantalla".
Es curioso ver c¨®mo la introducci¨®n de una nueva tecnolog¨ªa produce tanta ansiedad en la cultura libresca y hace que aparezca un tono apocal¨ªptico en sus defensores. Para citar un ejemplo emblem¨¢tico: cuando en 1895 los hermanos Lumi¨¨re inventan el cinemat¨®grafo, el escritor mexicano Amado Nervo se?ala que el cine, junto al fon¨®grafo, producir¨¢ como resultado "no m¨¢s libros; el fon¨®grafo guardar¨¢ en su urna oscura las viejas voces extinguidas; el cinemat¨®grafo reproducir¨¢ las vidas prestigiosas".
Un nuevo medio produce siempre desplazamientos en la ecolog¨ªa de medios preexistente. Para la literatura hay un antes y un despu¨¦s del cine, de la televisi¨®n, de Internet. Eso no significa que las cosas tengan que ir para peor. ?Qu¨¦ hubiera pasado durante el siglo veinte si los escritores se hubieran cerrado a las posibilidades creativas de los nuevos medios? Por hablar s¨®lo del cine, es extensa la lista de escritores que registran en su obra el impacto, tanto en la forma como en el contenido: Joyce, Dos Passos, Cabrera Infante, Puig, etc¨¦tera. La misma relaci¨®n de Mar¨ªas y Vargas Llosa con el cine es fundamental.
Mar¨ªas tiene raz¨®n: los bloggers deben lidiar con el veneno de los comentarios. Pero eso no es nuevo en la literatura: lo que hacen los blogs es explicitar esa mala leche que siempre est¨¢ ah¨ª, en algunos lectores y colegas. Eso no significa que haya que eliminar de cuajo al blog; se trata de un nuevo g¨¦nero literario, y m¨¢s temprano que tarde hablaremos de grandes bloggers, as¨ª como lo hacemos de grandes ensayistas o cuentistas. Vargas Llosa tiene raz¨®n: no sabemos qu¨¦ pasar¨¢ con la literatura ante los nuevos desaf¨ªos tecnol¨®gicos. Lo que s¨ª es seguro es que hay ni?os y adolescentes que alg¨²n d¨ªa ser¨¢n escritores y que hoy tienen "un respeto casi religioso" por la pantalla. Concluir que no habr¨¢ "profundidad y riesgo" en la literatura escrita por ellos es, cuando menos, apresurado. Y cuando m¨¢s, arcaico.
Edmundo Paz Sold¨¢n (Bolivia, 1967). Su ¨²ltima novela es Los vivos y los muertos (Alfaguara).
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