Depravaci¨®n en el desierto

A las Vegas le persigue su propia imagen. El eslogan de la capital del juego estadounidense: "Lo que ocurre aqu¨ª, aqu¨ª se queda", contribuy¨® a cimentar su reputaci¨®n de traviesa durante el auge. Pero ese lema se ha convertido en un lastre. Turistas y participantes en convenciones, preocupados por el bolsillo, eluden la extravagancia de la Ciudad del Pecado, lo cual repercute negativamente en su econom¨ªa.

Los encargados de vender la ciudad trataron de responder a la crisis a principios de 2008 a?adiendo otro mensaje, igual de soso: "Tu Las Vegas se ve". Otro, "Las Vegas ahora mismo", tampoco atrajo a los turistas al famoso Strip de la ciudad. El volumen de visitantes cay¨® un 6% en el primer semestre del a?o, mientras que el n¨²mero de plazas hoteleras no ha dejado de aumentar. Esto ha hecho que el precio de las habitaciones se desplome un 25,5%. La ca¨ªda del turismo perjudica a tiendas, espect¨¢culos y casinos, donde los beneficios obtenidos con el juego han bajado un 15% en un a?o.

Tambi¨¦n se ha producido un descenso del 16% en el n¨²mero de convenciones -uno de los puntales econ¨®micos de Las Vegas- porque las empresas golpeadas por la crisis tratan a toda costa de recortar gastos. Y a los organismos p¨²blicos les han dicho que organicen sus reuniones en lugares menos caros y conspicuos, algo que ha suscitado protestas de los senadores de Nevada y Florida.

Las gigantes de los casinos no son inmunes. Recientemente, MGM y Las Vegas Sands declaraban p¨¦rdidas en el segundo trimestre, y Station Casinos solicitaba expediente de quiebra. Harrah's, en manos de una empresa de capital riesgo, ha reestructurado su deuda dos veces, en un intento por mantenerse a flote.

Todo ello ha provocado recortes de empleo en el sector tur¨ªstico, lo cual a su vez ha diezmado el mercado inmobiliario de la ciudad. Las Vegas tiene una tasa de ejecuci¨®n hipotecaria 7,5 veces superior a la media nacional. Los prestamistas incautaban en julio una de cada 47 viviendas. Y el precio de los pisos est¨¢ a la mitad del a?o pasado.

Y, sin embargo, los constructores de hoteles no paran. El Hard Rock Hotel a?ad¨ªa recientemente una torre de 490 habitaciones. La cadena Mandarin Oriental tiene intenci¨®n de instalarse en diciembre. Para 2010 se prev¨¦ que se terminar¨¢n 7.000 habitaciones de hotel. Estas empresas siguen apostando a que los turistas recuperar¨¢n su entusiasmo por el exceso. Pero en esta era de reci¨¦n descubierta frugalidad, la ostentaci¨®n parece m¨¢s indecorosa, por as¨ª decirlo. La Ciudad del Pecado podr¨ªa tener que cambiar de rumbo y probar a vender sus virtudes.